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Nuestra Patria merece ser reconstituida y dirigida en a Justicia para que vuelva a ser honrada, que es lo mismo que decir que el pueblo vuelva a ser respetado. Y Vos es el único partido dispuesto a trabajar y luchar por hacerlo realidad. Por eso estoy en Vox.

Merecemos volver a ir por nuestra propia tierra –y por todo el mundo- con la cabeza bien alta y llenos de orgullo. Y cualquiera que pretenda denigrarnos debe saber que se encontrará con nosotros. Y Vox es el único partido dispuesto a llevarlo a la práctica. Por eso estoy en Vox.

Ciertamente son delicados algunos aspectos liberales de Vox. También es espinoso los silencios sobre la Plandemia y el “Expediente Royuela” (la denuncia de la presunta mayor red criminal organizada desde algunas instituciones del régimen del 78, mucho más criminal que la ETA). Pero es que es imposible que todos los afiliados a Vox y sus votantes estemos al 100% de acuerdo en todo. Esto no ocurre en ningún tipo de organización política, sindical, económica, social, científica, cultural, deportiva… Pero en conjunto, Vox es la única defensa de los “principios no negociables” que dispuso Benedicto XVI para que los católicos pudiésemos participar moralmente en política. Por eso estoy en Vox.

Hoy por Hoy Vox es el único baluarte real en defensa de la identidad hispana que –pese a todos los ataques- sigue siendo cristiana en fe, en tradición, en costumbres, en cultura. Por eso estoy en Vox.

Vox es la única formación política de defensa de Cataluña y de España entera contra los traidores y enemigos -internos y externos- que nos quieren destruir. Por eso estoy en Vox.

El régimen de 1978 y la constitución que lo sustentan, para mí, no son adecuados, y así lo he manifestado en múltiples artículos. Pero ahora mismo es lo único que tenemos y se impone reformarlo en diversos aspectos, tal como propone Vox. Por eso estoy en Vox.

Ante la destrucción sistemática de la separación de poderes, de los derechos fundamentales, de la igualdad de los españoles; y ante la ruina económica realizada por las oligarquías y sectas que nos gobiernan a la luz y a la sombra, solo Vox se alza para decir, ¡basta! Vox es el único que clama en el desierto dispuesto a ofrecerse en sacrificio contra el golpe de Estado –segunda transición- que estamos viviendo. Por eso estoy en Vox.

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En este régimen de 1978 se ha llegado a asimilar las instituciones (rey, gobierno, parlamento, judicatura, partidos, sindicatos…) con la Patria, pero esto es mentira. Las instituciones políticas, sindicales, económicas, sociales, culturales solo son servidoras de la Patria y de los españoles, que son los que la constituyen. Y en Vox esto lo tenemos muy claro y denunciamos esta situación. Por eso estoy en Vox.

Ni rey, ni parlamentos, ni partidos, ni banderías, ni facciones, ni sectas se pueden enseñorear de la Patria ni de la soberanía. Y vive Dios que las aristocracias políticas, económicas y sectas triangulares y acompasadas están ejerciendo como si ellos fueran el todo reduciendo a los españoles a meros contribuyentes, esclavos con los que se puede hacer cualquier cosa. Tal es la quiebra y disolución de España que ya hasta magnates vienen de fuera a ordenar qué debemos y no debemos hacer y cuál debe ser nuestro camino (aquí y aquí, por ejemplo). Hasta han diseñado nuestro futuro en la Agenda 2030. Y Vox es el único que denuncia todo esto, tal como hacen María Nevado, Patricia de las Heras o Víctor Sánchez, Macarena Olona y tantos otros. Por eso estoy en Vox.

Par mí, la Patria descansa en el pueblo español a cuyo frente debe haber un rey cristiano que jure -con la mano derecha en los Santos Evangelios y delante del crucifijo- cumplir y hacer cumplir las leyes del Reino. Y no hay nada en Vox que se oponga a ello. Es más, algunos diputados de Vox así juraron sus escaños, con la Santa Biblia y teniendo delante el crucifijo, por Dios y por España (aquí y aquí y aquí, por ejemplo). Por eso estoy en Vox.

Son ya más de cuarenta años en los cuales los enemigos de la Patria han florecido bajo la protección, al amparo y abrigo de partidos y parlamentos. Ya es demasiado el tiempo en que hemos visto a los criminales y asesinos apoltronados en las instituciones de España, incluso dirigiendo los destinos de nuestra tierra y, encima, viviendo a costa del esfuerzo, del trabajo, de los sufrimientos de los españoles. Algunos incluso dan golpes de Estado, se enorgullecen de ello y nos amenazan con volverlo a repetir, y aquí no pasa nada. Vox es el único que dice alto y claro, ¡basta! Por eso estoy en Vox.

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Nosotros, el Pueblo, debemos exigir que nadie siga exprimiéndonos y estrujando a nuestras familias. Debemos exigir que dejen de jugar con nuestro sudor, con nuestro dolor, con nuestras esperanzas, con nuestra tierra, con nuestra Patria. Por eso estoy en Vox.

Tras las elecciones en Cataluña hay esperanza porque Vox surge aquí como baluarte inexpugnable en defensa del Principado de Cataluña y de todo el Reino de España, de todos y para todos los españoles.

¡Viva España!

¡Viva Cristo rey!

Autor

Antonio R. Peña
Antonio R. Peña
Antonio Ramón Peña es católico y español. Además es doctor en Historia Moderna y Contemporánea y archivero. Colaborador en diversos medios de comunicación como Infocatolica, Infovaticana, Somatemps. Ha colaborado con la Real Academia de la Historia en el Diccionario Biográfico Español. A parte de sus artículos científicos y de opinión, algunos de sus libros publicados son De Roma a Gotia: los orígenes de España, De Austrias a Borbones, Japón a la luz de la evangelización. Actualmente trabaja como profesor de instituto.