22/11/2024 04:04
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Al igual que sucediera, en fechas pasadas, con la celebración del 150º aniversario del Regimiento de Infantería “Isabel la Católica” nº 29, ahora, con la visita del Buque-escuela de la Armada “Juan Sebastián de Elcano”, La Coruña, por lo que a su Ayuntamiento se refiere, no supo o no quiso, que es peor, estar a la altura de las circunstancias exigidas, de una parte, por las normas de educación y cortesía, y de otra, por quien recibía la ciudad como visitante.

El Buque-escuela “Juan Sebastián de Elcano”, forjador de las mejores tradiciones marineras de nuestra Armada, lleva años ejerciendo el papel de Embajador de España, de la marca España, por todos los mares del mundo y allá a dónde ha ido, en cualquier puerto donde ha recalado, ha sido objeto de todo tipo de atenciones, tanto por las Instituciones oficiales, como por la ciudadanía en general, sucediéndose recepciones, fiestas y otras celebraciones para agasajar, como corresponde a tan ilustre huésped ya que, tanto por lo que el buque representa, como por quienes viajan a bordo se merecen todo el respeto y admiración.

Desde el pasado mes de diciembre se conocía que, llegado julio, el “Juan Sebastián de Elcano” visitaría nuestro puerto y la ciudad se convertiría en su anfitriona, circunstancia este que tan solo se había dado en otra ocasión, a lo largo de su dilatada historia, cuando en 1999 recaló en los muelles coruñeses.

En aquella ocasión, tanto el Ayuntamiento, encabezado por inolvidable Francisco Vázquez, como otras Entidades de la ciudad, entre las que se cuenta la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, de la que yo era su presidente, tuvimos conciencia del gran acontecimiento que se avecinaba y supimos estar a la altura de las circunstancias exigidas no solo por la cortesía debida, sino también por la necesidad de que La Coruña brillase con luz propia y que todo el mundo supiese que éramos una ciudad con clase y con educación y de esta forma, unos y otros, supimos agasajar, como corresponde, a los que nos visitaban.

Si, ya sé que eran otros tiempos y que La Coruña estaba gobernada por personas de otra categoría, otro talante y otra educación y, sobre todo, con el deseo de que nuestra ciudad fuese, en todos los aspectos, un referente de saber estar y saber hacer en nada parecido a lo que sucede actualmente en una urbe hundida en la mediocridad más espantosa, debido a la falta de categoría de su gobierno municipal.

La visita del “Juan Sebastián de Elcano”, algo que desearían la totalidad de las ciudades españolas, incluidas aquellas que, por carecer de salida al mar, no lo pueden recibir como visitante, supone, más allá del componente de exaltación patriótica que lo tiene y tal vez eso sea lo que más molesta a determinados sectores, un polo de atracción de visitantes a la ciudad, redundando en beneficio de su economía.

La llegada de nuestro Buque-escuela no solo provocó la venida a La Coruña de personas procedentes de la Comarca, incluso de la provincia que se acercaron a la ciudad con la intención de visitar el barco o simplemente verlo de cerca, sino también de otros que, por múltiples motivos -familias, novias, novios, etc.- viajaron hasta aquí para reencontrase con personas a las que quieren y a las que llevan tiempo sin poder abrazar. Todos ellos, en mayor o menor medida, dejaron los dineros en sus establecimientos comerciales -hoteles, restaurantes, bares, comercios, aparcamientos, etc.- lo que ha redundado en beneficio de la economía local. Motivo este que no se puede ni se debe considerar baladí a la hora de planificar los actos a celebrar con motivo de una visita como esta.

Sin embargo, parece que el Ayuntamiento de La Coruña no ha sabido ni ha querido estar a la altura tampoco en esta circunstancia. Una historia que se repite debido a la alarmante mediocridad de quienes la gobiernan que ni tan siquiera saben ser buenos anfitriones pese a percibir muy buenos sueldos, pagados por todos, para que al menos sepan hacer eso bien.

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Ni la exigida recepción en el Ayuntamiento a los Guardiamarinas embarcados; ni una fiesta para hermanar a los coruñeses con los visitantes; ni tan siquiera el aporte de la infraestructura necesaria a sabiendas de que las visitas al barco serían multitudinarias, nada de nada. Durante cuatro días La Coruña vivió unas jornadas de gran animación merced a la presencia del barco y la alcaldesa y su mariachi le dieron la espalda de forma descarada.

Mientras que se dilapida el dinero en otras celebraciones, la mayoría teñidas con el sesgo político o con las filias de los que gobiernan la ciudad o los que los mantienen en sus puestos, sin importar si son del agrado o despiertan interés entre la ciudadanía, una visita como esta debería haber estado rodeada de una serie de actos oficiales, de agasajos, promovidos desde el Ayuntamiento, contando con el concurso del tejido social coruñés, una forma de enseñar la cara amable de La Coruña fuera de sus límites locales, demostrando que somos una ciudad con clase y con categoría y que, de esta forma, visitas como la de ahora pudiesen repetirse en el futuro. Sin embargo, lejos de eso, los estamentos oficiales de la ciudad le han dado la espalda al barco y a lo que representa: la Armada de la que deberíamos sentirnos orgullosos todos los españoles.

Lamentablemente, nuestra ciudad se ha igualado con otras en las que, pese a volcarse la ciudadanía -Barcelona o Guecho- formando interminables colas para visitar el legendario Buque-escuela, sus Ayuntamientos, por rencor y odio a España, no quisieron estar a la altura de las circunstancias y agasajar a nuestro emblemático buque como se merece, hasta el punto de que, nuevamente, la alcaldesa, como hiciera con ocasión de la celebración del aniversario del “Isabel la Católica”, se negó a asistir a la Jura de Bandera para personal civil organizada con motivo de la visita del buque. ¿También estaba ocupada en esta ocasión?, ¿para qué necesitamos a una alcaldesa que se niega reiteradamente a representarnos o que no quiere trabajar los fines de semana? En ese caso que se vaya y cuanto antes mejor pues resulta impresentable.

Tal vez esta señora desconozca que hay actos de asistencia ineludible, le gusten o no -este era uno de esos-, ya que en ellos representa a la ciudad -razón por lo que cobra un cuantioso e inmerecido sueldo- y su ausencia constituye un agravio del que su principal actor es La Coruña, no ella como persona física cuya ausencia o presencia resulta irrelevante.

Es posible que no muchos sepan -probablemente el gobierno municipal lo desconozca como otras muchas cosas más- que la última tierra peninsular que vio el insigne marino Juan Sebastián de Elcano -el primero que circunnavegó el mundo en 1522- fue, precisamente, La Coruña cuando el 24 de julio de 1525, al mando de la nave “Sancti Spiritus”, integrante de la expedición dirigida por García Jofre de Loaysa, puso rumbo a las Molucas, entregando en aquel penoso viaje su vida al servicio de la grandeza de España.

En consecuencia, Don Juan Sebastián de Elcano, que paseó aquellas calles coruñesas del siglo XVI y de su bahía partió en el que sería su postrer viaje, merece el reconocimiento de todos los coruñeses, al igual que el buque que ostenta su insigne nombre.

Son ya demasiadas cosas, demasiados hitos históricos, que este gobierno municipal sectario y de una mediocridad abrumadora, ha pasado por alto en los últimos años, demasiadas ocasiones en que La Coruña dejó de ser la ciudad acogedora y elegante que había sido hasta la llegada de estos y los que los precedieron entre 2015 y 2019, convirtiendo a nuestra ciudad en una urbe mediocre y sin estilo.

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Es penoso estar gobernados y representados por gente como esta que carece del más elemental principio de la cortesía y del saber estar. ¿Qué ha quedado de aquella promesa de que “seré la alcaldesa de todos los coruñeses” hecha en jornada poselectoral? Nada, ni tan siquiera el recuerdo. Sin duda, La Coruña se merece otra cosa.

El “Juan Sebastián de Elcano” abandonando la bahía coruñesa

Esperemos que los que gobiernen la ciudad en 2025, que no serán estos si La Coruña quiere seguir viva, recuerden que, quinientos años antes, de nuestras aguas partió D. Juan Sebastián de Elcano en el que sería su último viaje. Tal vez entonces, sea el momento de saldar la deuda contraída con nuestro Buque-escuela.

A mí, solo me resta, como coruñés, pedir disculpas a la Armada y que sepa que no todos los que nacimos, crecimos y vivimos en esta ciudad somos iguales, antes bien, todo lo contrario. De hecho, somos muchos los que no nos sentimos representados ni por la alcaldesa ni por su gobierno municipal.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".