22/11/2024 13:01
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Exista o no el virus, exista o no la covid-19, una bicéfala mafia genocida – los diversos leviatanes ligados a vigorosísimos intereses económicos internacionales- ha aprovechado que el Pisuerga pasa por Pucela para someternos mundialmente a un experimento psicológico militar y poder domarnos definitivamente.

Verdaderas pandemias: miedo y mentira

Todos los nodos de poder, estatales o privados, en el ajo, desde la corrupta Farmafia hasta los cárteles alimentarios pasando por medios de desinformación, fondos de inversión, entidades bancarias, eléctricas o petroleras. Y el Estado con sus respectivos brazos armados perfeccionando el espanto. Las verdaderas pandemias: miedo y mentiras perpetuos. Con sus secuestros domiciliarios, inopinados y por tiempo indeterminado, humillando a la población mundial, aguardan a próximos golpes exterminadores, cual la vacuna, con su probadas inutilidad, ineficacia y letalidad.

Otras plagas y pestes periódicas me preocupan más. Las verdaderas y comprobadas. Por ejemplo, cómo se ha aniquilado a los mayores, practicando una eutanasia de Estado, selectiva, de tintes eugenésicos. Han conseguido, sobre todo, que pueblos enteros renunciaran a la cada vez más mermada libertad de la que nos regocijábamos, renunciando a ella en aras de una falsa seguridad/salud con la que nos han cañoneado desde sus sentinas de desinformación.

Covidiotas, reacción

Los perrodistas, con los inconmensurables «verificadores» a la vanguardia del horror dictatorial, expelen mierda intelectual para justificar y legitimar todas las totalitarias medidas militares, policiales y represivas contra cualquier intento de preservar mínimamente las libertades de opinión, expresión, manifestación, culto y circulación. Y contra el combate honorable descubriendo las sustancias y actividades que envenenan a los humanos y que intoxican tierras y océanos, flora y fauna.

Mientras, a la remanguillé, alquilan, compran o arrasan, preferentemente mediante el ninguneo, a quienes desobedecen sus designios. Es decisión personalísima, de cada uno de nosotros, no someternos, bajo ningún concepto, ni permitir que sojuzguen a nuestros hijos, quien los tenga, y a nuestro entorno, a tan ominoso destino. Mascarilleros, reaccionad. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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