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Desde EL 21 DE JULIO AL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1936

La casa del trigo.

Muy próximo al Picadero, en dirección N.E. y ya fuera del recinto del Alcázar, existe una casa que fue depósito de trigo que tenía en garantía el Banco de Bilbao.

Antonio Losada, paisano de los defensores del Simplón y Corredor de Comercio, dio conocimiento al Coronel Moscardo de su situación y del mana que Dios allí coloco, para beneficio de los sitiados.

Moscardo, con la clarividencia que le era peculiar, organizo la forma de recogerlo.

De noche, con gran sigilo, marchando poe el camino cubierto, cada día, allí se dirigía el personal nombrado para el servicio de aprovisionamiento, y entrando por el tejado de la casa, recogían los sacos, que en muchas ocasiones tuvieron que servir de parapeto para su defensa, y volvían como una procesión de espectros a nutrir sus pobres almacenes, casi exhaustos.

Milagroso fue que los comunistas no descubrieran y arrasaran esta mina, que salvo del hambre a los sitiados.

Al terminar el Asedio, en los sótanos del Alcázar aún existía grano suficiente para alimentar durante muchos días a los refugiados en él.

Datos estadísticos

Días de asedio: del 21 de julio al 28 de Septiembre.

Piezas del 15,5 cm en Pinedo: 4

Piezas del 15,5 cm en Alijares: 5

Piezas del 10,5 cm en Pinedo: 4

Piezas del 7,5 cm en Pinedo y Alijares: 7

Disparos del 15,5 cm: 3.500

Disparos del 10,5 cm: 3.000

Disparos del 7,5 cm: 3.500

Disparos de mortero de 50 cm: 2.000

Granadas de mano: 1.500

Petardos: 3.000

Intentos de Asalto: 8

Ataques de aviación: 120

Bombas de aviación: 500

Latas de gasolina arrojadas por la aviación: 85

Botellas de líquido inflamable: 200

Incendios producidos por la aviación y artillería: 10

Minas: 3

Hornillos: 2

Día de más disparos de 15,5 cm: 475

Ataques con gases por avión: 2

Fuerzas combatientes militares y paisanos: 1.050

Jefes Oficiales y Cadetes: 147

Jefes y Oficiales muertos: 13,74%

Jefes, Oficiales y Cadetes heridos: 60,54%

Suboficiales, tropa y paisanos militarizados muertos: 8,47%

Suboficiales, tropa y paisanos militarizados heridos: 46%

Muertos en la defensa: 102

Asesinados por negarse a tirar contra el Alcázar: 1

Total de heridos: 573

Desertores: 35

Fallecidos de muerte natural: 9

Mujeres en el Alcázar: 328

Niños: 210

Baja de guerra en mujeres y niños: 0

Mujeres y niños fallecidos de muerte natural: 3

Nacimientos: 2

Caballos: 97

Mulos: 27

Bajas de caballos y mulos por accidentes de guerra: 43

Caballos: 1

Mulos: 5

Material destruido: TODO

Enfermería: NULA

Monumento a la Gesta del Alcázar de Toledo

La gesta del Alcázar de Toledo, es fasto glorioso que la Historia registra con letras de oro. Aquella épica hazaña de un puñado de españoles que hicieron escudo de sus pechos para resistir, hasta triunfar, los duros embates de las fuerzas del comunismo soviético, saltaron sobre los muros en ruina del imperial baluarte para cobrar en todos los ámbitos, auras de universalidad.

Y es que en aquella heroica resistencia que impidió que el Alcázar fuese hollado por la bestia roja, se defendían los principios de Religión y Patria, en los que asienta su civilización el Occidente.

Por eso, la Cruzada con la que España inicio en aquel mes de julio del año 1936 la nueva reconquista de su suelo, del que el comunismo y sus aliados pretendieron arrancar, ahogados en fuego y sangre los básicos principios de la fe católica y cristiana con los que a lo largo de los siglos supo conquistar los preciados florones que engalanan su Historia, hallo, su mejor símbolo en la Gesta del Alcázar.

Y para perpetuarla en el recuerdo de las gentes y para rendir homenaje a los que en ella combatieron, España levanto este Monumento, himno en estrofas de piedra y bronce que golpe a golpe de cincel plasmo el artista que le concibió, para que sea cantado con épicos sones de epopeya.

La epopeya, compendio y síntesis de la Cruzada en la que España, una vez más, se proclamó adelantada en la defensa de la civilización occidental, amenazada por la barbarie del comunismo ateo.

En el ángulo S.E. de la explanada oriental del Alcázar, sirviéndole de fondo una de sus más características fachadas y frente por frente de la nueva Academia de la Infantería Española y del histórico castillo de San Servando, que alzan sus moles al otro lado del rio Tajo, se levanta el Monumento dedicado a la Gesta del Alcázar de Toledo, sobre una superficie cuadrada, en forma diagonal, de treinta y dos metros de lado, con accidentes de desnivel de unos ocho metros de altura.

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Su planta, arquitecturalmente, resulta de modo escalonado, describe en su contorno la silueta del Águila de San Juan, en la que  centraron su escudo los Reyes Católicos y en la actualidad orla la del nuevo Estado Español.

Dentro de esta silueta, un estanque en forma de cruz, encierra las aguas que a modo de lago, son espejos del cielo.

Del cetro de esta cruz, surge un gran bloque granítico formado por sillares corroídos por la acción del tiempo que en su forma recuerda la estructura del Alcázar con sus cuatro torres. En su frente y en sus lados, grabados en bajorrelieve, muestra los símbolos de la Fe, del Valor y del Sacrificio.

De la parte posterior de este plinto surgen dos potentes pilastras de una sola pieza, limpias y pulidas, que en su parte más alta y en las tres caras exteriores, se ornamentan con ramas de laurel, palmas y hojas de robles. De entre las pilastras, en actitud de avance, surge una figura en bronce, de siete metros de altura, que ofrenda al cielo una espada que porta en sus manos; las telas que la visten ciñen su cuerpo para, a impulsos del viento, recogerse a su espalada, formando en ella como unas grandes alas.

Esta figura, la central del Monumento, es símbolo de la Victoria.

Componiendo la base del motivo central arquitectónico, un muro ofrece aliviaderos al estanque posterior para que por ellos se deslice el agua de manera llorosa; de este muro sobresalen cuatro ménsulas o zapatas en las que puedan ser colocadas las coronas que en el Monumento se ofrezcan en los actos de homenaje que ante él se celebren.

En la parte posterior del motivo heroico central del Monumento, compuesta por los mismos elementos que en su frente ya descritos, los grandes pilares van unidos a algo más de la mitad de su altura por una silueta de cruz realizada en acero bajo la cual se halla un grupo escultórico de la Piedad, en el que la Madre sostiene y muestra al Hijo muerto. Est grupo escultórico esta fundido en bronce, midiendo 2,70 metros de longitud y metro y medio de altura.

Del plinto de este grupo surgen una serie de caños a modo de manantial, que llenan la parte baja del estanque en forma de cruz que simboliza la fuente del sacrificio, y las aguas que dé el manan, coloreadas de rojo, vierten pausadas y silenciosas en otro estanque que contienen el agua limpia del heroísmo.

Como remate y límite de esta primera parte heroica del Monumento, con la segunda, de piedad y martirio (que corresponde en su desplazamiento con el lugar que primeramente fue utilizado por los defensores del Alcázar como cementerio de los que en su defensa cayeron). Las dos grandes pilastras que en él se yerguen van cornadas por esta parte con grabados de laureles, palmas y roble, como hitos que recuerdan a los autores de la Gesta; en su lado los mártires; en el otro los héroes.

En los extremos laterales de la planta, del Monumento, dos estatuas de mujer, de tres metros y medio de altura, talladas en piedra de Escobedo, se alzan en actitud contemplativa; la de la derecha, portando la palma y el roble que ofrenda a los mártires; la de la izquierda, con su ofrenda de laurel a los héroes.

Como fondo de todo el conjunto, dos muros simétricos de cuatro metros de altura, colocados a derecha e izquierda de una escalinata central de acceso a la planta superior del Monumento que queda al nivel de la explanada; cada uno de estos muros lleva una faja de altorrelieve de 16,50 metros de longitud por 2,5 metros de altura. Los relieves del de la derecha, dedicado a los mártires, están divididos en tres motivos: el primero, desde el comienzo del muro hasta el ángulo que limita el Arcángel San Rafael, muestra escenas que representan el Cautiverio; el segundo, hasta el ángulo limitado por el Arcángel Azrael, con escenas que representan el Sacrificio, y el tercero de estos grupos, con escenas que representan el Dolor. Los relieves del muro de la izquierda igualmente divididos en tres motivos, dedicados a los héroes, muestran, en el primero, limitado por el Arcángel San Miguel, escenas que representan la lucha; a continuación, hasta el ángulo en que surge la figura del arcángel San Gabriel, escenas representativas del Heroísmo y en el tercero de estos motivos, escenas que representan la Paz y la Siembra. En los laterales de estos muros, dos Ángeles grabados en bajorrelieve vuelan hacia la Victoria, portando en sus manos ramos de roble y laurel.

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Este es, sucintamente descrito, el Monumento que perpetúa la Gesta heroica del Alcázar de Toledo.

Su erección, valiosamente patrocinada por el Excmo. Sr. D. José Maria Martínez Sánchez-Arjona, Ministro de la vivienda, le fue encomendada a la Direccion General de Arquitectura de dicho Ministerio, según proyecto del Arquitecto D. Francisco de Echenique y del escultor D. Juan de Avalos. Los efectos luminotécnicos del mismo fueron estudiados e instalados bajo la dirección del Arquitecto D. José Manuel Fernandez Valcárcel y el Ingeniero D. Luis García Vallejo.

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 El monumento a la Gesta del Alcázar y a los que heroicamente lo defendieron, fue inaugurado el día 24 de noviembre de 1961 por su Excelencia el Jefe del Estado Español y Generalísimo de sus Ejércitos Don Francisco Franco Bahamonde, en presencia del Excelentísimo Señor Presidente De la República de Portugal y de varios Señores Ministros y dignatarios de las dos naciones Ibéricas.

Fue bendecido por el Emm. Y Rvdmo. Sr. D. Enrique Pía y Deniel, Cardenal Arzobispo de Toledo, y  Primado de las Españas.

Con la inauguración del Monumento, la Gesta del Alcázar, símbolo de la Cruzada, recibió en Toledo, síntesis de España, el homenaje que la Patria tributa al gloriosos Fasto y a cuantos en el escribieron la más sublime y heroica página de Historia de los tiempos modernos.

Autor

Andrés Céspedes Ruíz
Andrés Céspedes Ruíz
Andrés Céspedes Ruiz, es Graduado en Gestión y Derecho de la Seguridad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Director y Jefe de Seguridad acreditado por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Es así mismo, Perito Judicial en Seguridad Privada e investigación de incendios y Docente de Formacion de seguridad privada, acreditado por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Mecánico Armero y Especialista en Armamento y Tiro. Director del Centro de Formacion Onboard Security Academy. Presidente de la "Red Internacional de Profesionales En Seguridad” en 2022, compuesta por veintidós  países. Conferencista Internacional. Presidente de "El Foro" de Agentes de Seguridad Privada de Hispano América. Ostenta el Galardón Internacional a la Excelencia, por el trabajo, dedicación y compromiso, en pro del conocimiento y capacitación de los Agentes de Seguridad Privada de Hispanoamérica. Asesor de Seguridad para diversas entidades públicas y privadas de Costa Rica. Instructor de Defensa Personal Integral. Tiene en su haber más de treinta años de experiencia en seguridad privada desde la escala más básica hasta la alta dirección en seguridad. Director del programa  sobre seguridad, "Zona Protegida", de ÑTV. Caballero de honor de la F.N.F.F.