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En la tarde del día 4 de septiembre de 1951 el Jefe del Estado Generalísimo Franco presidia la botadura de tres nuevos destructores para la Armada que llevarían los nombres de “Osado”, “Meteoro” y “Rayo”, construidos en los astilleros ferrolanos de la Empresa Nacional Bazán.

Desde la mañana de ese día la ciudad departamental lució un magnifico aspecto llena de banderas Nacionales y del Movimiento que orlaban  calles y plazas,  así como  edificios públicos, ventanas y balcones de casas particulares. Al conocer la noticia de que Franco visitaría su ciudad natal, las calles se fueron llenado de miles de ferrolanos y forasteros.

Poco después de las cinco de la tarde hacía su entrada en la Plaza de España de El Ferrol el coche en el que viajaba  al Caudillo Franco, que venía acompañado de su esposa, Carmen Polo y arropado por su escolta motorizada. En otros coches llegaron los marqueses de Villaverde; el jefe de la Casa Militar, teniente general Martín Alonso; jefe de la Casa Civil, marqués de Huétor de Santillán; intendente y segundo jefe de la Casa Civil, señor Fuertes de Villavicencio, y contraalmirante, Nieto Antúnez. Al llegar a la entrada de los astilleros el coche que conducía al Generalísimo las baterías efectuaron los disparos de las  salvas de ordenanza.

Dentro de la empresa Nacional Bazán, en una tribuna levantada al efecto esperaban la llegada del Generalísimo  los ministros de Marina Almirante Salvador Moreno Fernández y de Obras Públicas Fernando Suárez de Tangíl; Capitán General del Departamento Marítimo de El Ferrol, Almirante  Jerónimo Bustamante; almirante jefe de la Escuadra, Juan Pastor Tomasety; Capitán General de la VIII región militar, Teniente General Delgado Serrano; Gobernador Militar de El Ferrol, General Ugarte; subsecretario de la Marina mercante, señor Rotaeche; generales Perla. Mariñas, Del Rosal y Noreña, y almirantes Alfaro, Arriaga, Escrigas y de Las Heras. Gobernador civil de la provincia José Manuel Pardo de Santayana, presidente de la Diputación Provincial de La Coruña, Diego Delicado , alcaldes de El Ferrol del Caudillo y de La Coruña, señores Alcántara y Molina Brandao  y otras representaciones locales, así como el diplomático Elías Brache, embajador de la República Dominicana en España.

Rindió honores al Caudillo una compañía del Tercio Norte de infantería de Marina, con Bandera, escuadra de Gastadores, Banda y Música. Al interpretarse el himno Nacional la gran multitud  de personas allí estacionadas prorrumpió en vítores y aplausos en honor al Jefe del Estado, que hizo el recorrido hasta una tribuna instalada en la proa de los nuevos buques, que al ser ocupada por el Jefe del Estado  se repitieron de nuevo los grandes aplausos y vítores, a los que contestó varias veces con su mano  el Caudillo Franco.

A las cinco y media de la tarde, las aguas de la ría de El Ferrol recibían al “Osado”, que fue bendecido, como lo serían sus gemelos, por el obispo de Mondoñedo, don Mariano Vega Mestre, actuando de madrina Estrella Alfaro, esposa del almirante jefe de la Escuadra Pastor Tomasety. De seguido fue botado  el “Meteoro”, del que fue madrina María de la Suela, esposa del general Ugarte, gobernador militar de El Ferrol, y, por último, se efectuó el lanzamiento del “Rayo”, del que fue madrina Dolores Toubes, esposa del ingeniero director de la empresa Nacional Bazán, Julio Murua.

El Caudillo de España Francisco Franco y su esposa Carmen Polo, junto a dos de las madrinas de los nuevos buques de la Armada Española.

Efectuado la botadura  de los buques, el Generalísimo y autoridades presenciaron el funcionamiento de las nuevas torres para colocar las piezas de las nuevas quillas de los destructores “Roger de Lauria” y “Marqués de la Enseñada”, así como de dos petroleros. Al descender el Caudillo, para dirigirse a la sala de gálibos del Arsenal Militar, las aclamaciones y vítores se sucedieron de forma continua. En dicha sala, la Empresa Nacional Bazán obsequió al Jefe del Estado y personalidades con un vino español. Después de una breve estancia, el Caudillo abandonó la zona militar por la puerta del dique, donde fue saludado por el alcalde de El Ferrol, señor Alcántara, y Corporación municipal en pleno. Seguidamente, el Jefe del Estado y acompañantes se dirigieron al Palacio de Capitanía General, donde le ofrecieron sus respetos las demás autoridades y representaciones locales.

A las ocho y cinco, el Jefe del Estado abandonó su ciudad natal entre las aclamaciones de la multitud, que se agolpaba en las calles del trayecto y Plaza de España, gritando incesantemente ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! ¡Viva España! y ¡Arriba España!

Las características de los tres destructores botados eran las siguientes: Eslora total, 93,93 metros; eslora entre perpendiculares, 90 metros; manga, 9,50 metros; puntal, 5,20 metros; desplazamiento normal, 1.235 toneladas; en plena carga, 1.484 toneladas; velocidad, 32,5 nudos; autonomía a 15 nudos, 3.500 millas; Componían su maquinaria tres calderas La Seyne  de vapor recalentado en dos cámaras, las que alimentaban dos juegos de turbinas Rateau con engranajes de simple reducción, desarrollando 30.800 caballos de potencia y 500 revoluciones por minuto. Su armamento constaba de tres montajes sencillos Rheinmetall de 105 milímetros; 4 cañones  de 37 mm/80 antiaéreos; 8 cañones cuádruples de 20 mm; dos ametralladoras dobles de 37; dos de 20; dos equipos triples de tubos lanzatorpedos antibuque de 533 mm; seis lanza cargas de profundidad , 30 minas y una instalación para sondeo de minas. Integraban la dotación de cada uno de los buques 171 hombres.

La clase Audaz, que tomaba el nombre de la primera unidad puesta en servicio, el Audaz, botado en enero de ese año de 1951,  la compusieron también Osado. Meteoro, Rayo, Furor, Ariete, Temerario, Intrépido y Relámpago. El Audaz sería entregado a la Armada en 1953, haciéndolo el Osado y el Meteoro en 1955. El Rayo en 1958; Furor en 1960; Ariete en 1961; Temerario en 1964 e intrépido y Relámpago en 1965.  Todos ellos formarían  la 31ª Escuadrilla de Escoltas, con base en el Ferrol.   

1951 Botadura del destructor Osado.

En la década de los años sesenta los buques de esa clase fueron modernizados  y su  desplazamiento pasó a ser de 1.550 tn a plena carga. Serían dotados de Radar: MLA-1b 2-D aéreo. SPS-5B de superficie. Sonar: QHB-a casco. Dirección de tiro: Mk 63 con radar SPG-34 (cañones de 76,2 mm El  armamento quedaría constituido por  2 cañones de 76’2 mm/50 Mk-34 DP, 2 cañones Bofors AA 40 mm/70, 2 canastas Mk 4 para torpedos ASW Mk32de 325 mm, 2 Erizos Mk 11 ASW, 8 morteros Mk 6 y 2 varaderos Mk 9 para cargas de profundidad. También se aumentaría la tripulación a 195 hombres.

El programa de construcción de aquellos nuevos buques provenían del año 1940, cuando Alemania facilitó a España, tras la llegada del ejército Germano a París,  planos de un proyecto francés de Torpederos, a fin de realizar una versión española de los mismos.

En 1943 se dio luz verde a la iniciación del proyecto, encargándose la Empresa Nacional Bazán, en sus astilleros de El Ferrol, de la construcción de nueve unidades.

Destructor Meteoro

El proyecto, ante los años enormemente dificultosos por los que pasaría la industria Nacional, que de forma lenta se intentaba recuperar de las secuelas de la terrible guerra de liberación Nacional 1936-39, sufriendo, a partir de la finalización de la II guerra Mundial en 1945, un asfixiante bloqueo y aislamiento internacional, que privaría a España de poder adquirir todo tipo de materiales y servicios. Aquella injusta decisión de las Naciones Unidas, impediría el adecuado funcionamiento de aquellos navíos.

A mayor abundamiento cinco de las unidades de la clase Audaz, el Furor, Ariete, Temerario, Intrépido y Relámpago,  al quedar completamente desfasado el proyecto original,   serían incluidos en el Programa de Modernización de la Armada Española elaborado en colaboración con los  Estados Unidos de Norteamérica,  tras los acuerdos de cooperación firmados en 1953, dotándoles entonces de moderna tecnología y armamento. No se corrigió sin embargo ni el mal funcionamiento de las maquinas, ni la estabilidad,-eran buques excesivamente pequeños para efectuar navegaciones por el mar Atlántico-,  algo que llevaría en 1965, a uno de aquellos buques, el Ariete, a embarrancar y perderse para siempre, tras un duro temporal que le azotó de pleno cuando navegaba por aguas de la costa de la muerte, en la zona de Lira-Sofán-Carnota en la provincia de La Coruña. La vida operativa de los Audaces fue muy corta. En 1972  la Armada dio de baja al Osado, haciéndolo en 1974  el Audaz, Meteoro, Rayo y Furor. En 1975 causarían baja Temerario y Relámpago. El último en causa baja en nuestra Armada fue el Intrépido, que lo hizo en 1982.

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Autor

Carlos Fernández Barallobre
Carlos Fernández Barallobre
Nacido en La Coruña el 1 de abril de 1957. Cursó estudios de derecho, carrera que abandonó para dedicarse al mundo empresarial. Fue también director de una residencia Universitaria y durante varios años director de las actividades culturales y Deportivas del prestigioso centro educativo de La Coruña, Liceo. Fue Presidente del Sporting Club Casino de la Coruña y vicepresidente de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña. Apasionado de la historia, ha colaborado en diferentes medios escritos y radiofónicos. Proveniente de la Organización Juvenil Española, pasó luego a la Guardia de Franco.

En 1976 pasa a militar en Fuerza Nueva y es nombrado jefe Regional de Fuerza Joven de Galicia y Consejero Nacional. Está en posesión de la Orden del Mérito Militar de 1ª clase con distintivo blanco. Miembro de la Fundación Nacional Francisco Franco, es desde septiembre de 2017, el miembro de la Fundación Nacional Francisco Franco, encargado de guiar las visitas al Pazo de Meiras. Está en posesión del título de Caballero de Honor de dicha Fundación, a propuesta de la Junta directiva presidida por el general D. Juan Chicharro Ortega.