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Todo el continente americano, fue descubierto, culturizado y enriquecido, por el progreso que los españoles depositaron en los nuevos pueblos de la España, allende los mares.

Es injusto que dicho Continente se llame América, en honor al florentino-castellano Américo Vespucio.

La historia empieza en 1492, el año en que Cristóbal Colón arribó a lo que por entonces se llamarían las Indias Occidentales, el tratante florentino Amerigo Vespucci (9 de marzo de 1454 – 22 de febrero de 1512) se había instalado en Sevilla por asuntos relacionados con los negocios de sus patronos, los Medici. No traía estudios universitarios, pero sí una buena formación que incluía la geografía y la astronomía. Cada vez más involucrado en las actividades de su superior Gianotto Berardi, inversor y contratista en las expediciones de Colón, pronto Vespucio daría personalmente el salto a la exploración: en 1497 se convirtió en el primer europeo en pisar la tierra continental de la futura América; un año antes que Colón, quien hasta entonces solo había visitado islas.

La conquista española de América, documental

Fue en 1503 cuando otro documento firmado por Vespucio empleaba en su título la expresión Mundus Novus, lo que le otorgaría la primacía en el reconocimiento del nuevo continente, si bien la expresión “nuevo mundo” ya se había utilizado antes; de hecho, se dice que Vespucio pudo inspirarse en la referencia de Colón a “otro mundo”. Así, narraba: Pues en aquellas partes del sur he encontrado un continente más densamente poblado y abundante en animales que nuestras Europa o Asia o África. El 7 de agosto de 1501, escribía, su flotilla de tres naves portuguesas tocaba tierra: “Supimos que esa tierra era un continente y no una isla porque se extiende lejos como una costa muy larga y recta y porque está repleta de infinitos habitantes”.

Aunque Mundus Novus aparece como una carta dirigida a su antiguo patrono, Lorenzo di Pierfrancesco de Medici, se cree que en realidad no es una epístola original, sino obra de otros como una refundición embellecida de cartas auténticas de Vespucio. En el documento el explorador presumía de cómo sus conocimientos de cosmografía habían salvado la expedición: “Si mis compañeros no me hubiesen hecho caso a mí, que tengo conocimientos de cosmografía, no habría habido capitán o ni siquiera el líder de la expedición que hubiese sabido dónde estábamos”. Vespucio alardeaba de su uso del cuadrante y el astrolabio. “Por esta razón después me hicieron objeto de gran honor, ya que les mostré que, a pesar de ser un hombre sin experiencia práctica, a través del aprendizaje de las cartas marinas para navegantes yo estaba más cualificado que todos los capitanes del mundo entero”.

El descubrimiento del nuevo continente, fue obra íntegra de Castilla y nuestra Reina madre, que dotó de grandes arcas de oro, para que Colón, supuestamente genovés, ya que no hay documento alguno que lo afirme o defina como nacido en Italia. La realidad es que toda la Empresa, fue de Castilla o la unión de los Reinos, que conforman la España actual.

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En las tres carabelas iban castellanos, extremeños, andaluces, vascos, ..

 Si tenemos en cuenta  que toda la Empresa fue íntegramente española y aprobada y financiada por nuestra Reina castellana, a pesar que fue ese descubrimiento fortuito, pues no eran las indias de las especias, a pesar de todo, pienso que dicho continente, se debería haber llamado:

“YSABELA”

 Los enemigos de España de dentro y de fuera, mantienen la “Leyenda Negra”, sin conocimiento alguno y solo resentimiento, pues aunque dicen que los españoles “robaron” el oro de los indígenas y sus riquezas, muchas de las que están en el fondo de los mares y otras robadas por los piratas y corsarios de la Pérfida Albión, ninguno de ellos resalta que si supuestamente robamos 10, dejamos 100 en monumentos, iglesias, catedrales, escuelas, palacios, fortalezas, …. Y universidades.

Pero eso no es todo, sino que dejamos el idioma y la religión, siendo la Nación más evangelizadora de la Historia.

Universidades fundadas por España en América y Asia.(versión extendida)

Un Legado Cultural, que era infinitamente superior a la mayoría del que tenían Países occidentales

Cuál es la Universidad más antigua de América. La historia de una gran disputa

 

La América del Sur y la América Central, es la llamada Hispano América, pues fueron nuestros ancestros, los que allí estuvieron y allí trabajaron.

El error continuado hasta la saciedad, que me enfada muy considerablemente, es la reiterada expresión de: “LATINOAMÉRICA”.

Con ello, unos y otros nos lo venden y la mayoría de imbéciles lo acepta y lo hace como propio. Pues hay que descartar que nada tuvieron que ver ni franceses ni italianos. Solamente españoles y posteriormente portugueses, que fundaron Brasil, con su lengua.

Muchos, quieren limpiar la leyenda negra de España, que no existió, cuando lo primero es llamar a las cosas por su verdadero nombre y que no es otro que:

“HISOPANOAMÉRICA”  y si incluimos Brasil, habría que llamarla: “IBEROAMÉRICA”.

Pero hay algo más, muchos más que cuando se habla de Hispanoamérica, se dice que fue esta o aquella una “Colonia” española, cuando en realidad, fueron provincias españolas, en las que se construyeron los mismos edificios, que en la España peninsular, porque nunca se considero como tal.

Un vídeo hecho por Wikonga para presentar el importantísimo legado que dejó España en Hispanoamérica, construyendo cientos de edificios, infraestructura, catedrales… ¡Viva España! ¡Viva la Hispanidad! ¡Viva Wikonga!

Legado Español en Hispanoamérica

Sobre la América del Norte, fueron los españoles, quienes ayudaron a los nuevos americanos con corbata, una vez que les vistieron quitándoles el “Tapa-rabos”.

Nunca hubo independencia, pues nunca existió esa nueva América, de colonos europeos. En todo caso si habría existido independencia, si los pueblos indígenas hubieran sido los acreedores de tal Nación y no que fueron eliminados por los americanos de nuevo cuño, en su mayoría ingleses, franceses y holandeses.

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  5 cosas que ESPAÑA dejó a ESTADOS UNIDOS para SIEMPRE

 

Estados Unidos le debe todo a España.

Los 4 de Julio, en esas fiestas y desfiles con muy mala leche y muy antiespañolas, debería figurar en primer plano las Banderas de la Cruz de Borgoña y la Rojo y gualda, muy por delante la de las barras y estrellas.

«El Legado Español en Estados Unidos de América»

Esta expresión es diabólica y atenta contra los españoles descubridores, su evangelización, su idioma, sus iglesias, catedrales, monumentos, palacios, colegios, universidades.

Madrileños por el mundo: Nicaragua (2015)

La gran Empresa castellana, gracias a la decisión de la Reina Madre S.A.R. Dª Ysabel, no solo supuso el agradecimiento que todos los pueblos deberían haber tenido con ella, sino el gran Legado, que dejó, en el Testamento más católico, más sublime y más respetuoso con los españoles de las Españas, cuando dejó claro y conciso, que deberían respetar a los indígenas como españoles que son: “…. Y mucho ha de cuidarse y protegerse a los oriundos de aquellas tierras, como seres humanos y españoles que son”

 

Testamento de Isabel la Católica

 

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.