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Sant Narcís falleció donde se levanta la iglesia de San Félix de Gerona. En la época de Carlomagno fueron trasladados a Francia. En el 1786, el obispo de Gerona Tomás de Lorenzana, hizo construir una nueva capilla. Ahí se instaló un relicario de plata y se trasladaron los restos del santo el 2 de septiembre de 1792.

Nacido en Gerona, en el siglo III, fue obispo de Gerona. Lo martirizaron junto al diácono Félix el 29 de octubre del 307dC. Sant Narcís es conocido por el llamado milagro de las moscas. En el 1285, durante el asedio de Gerona por las tropas de Felipe III de Francia, del sepulcro del santo surgieron una multitud de moscas que atacaron a los soldados franceses que pretendían profanar su tumba y los hicieron huir, salvando a la ciudad del dominio extranjero.

En agosto de 1936 la iglesia de San Félix fue profanada por milicianos. En ese momento la Generalidad de Cataluña tuvo un acto de contrición y decidió y decidió salvar el cuerpo incorrupto del santo. Por eso el 21 de agosto de 1936 enviaron una comisión para evaluar los desperfectos, revisar los restos del santo y tomar las medidas pertinentes para que no se perdieran ni volvieran a ser profanados. De esta visita se levantó acta, la cual transcribiremos posteriormente.

¿Aquella comisión descubrió algo nuevo? Hasta ese momento supuestamente se creía que ahí estaba el cuerpo incorrupto de Sant Narcís. Cientos de fieles lo visitaban creyendo este hecho. El estudio al cuerpo desveló que este “está compuesto de dos brazos articulados de madera; en el cuerpo no tiene otra cosa que algodón, y las piernas una es completamente de madera y la otra estaba compuesta de dos fémures y aún colocados en posición invertida. A la cabeza le faltaba el maxilar inferior, y la mitra no es de oro como figuraba, y las piedras preciosas que hay incrustadas son falsas”.

En algún momento de la historia se había perpetrado todo aquello. Nunca fue un cuerpo incorrupto. Lo que se trasladó a Francia eran unos restos óseos, pero no incorruptos. Por alguna causa que desconocemos, alguien quiso hacer creer que los restos de Sant Narcís habían permanecido inalterables desde el 307dC. En un documento que localizaron en la iglesia supieron que se sabía, desde el siglo XIV, que el cuerpo no estaba incorrupto. Ahora bien, el hecho no se difundió. Con lo cual se mantuvo la creencia, durante siglos, hasta que en 1936 se descubrió la verdad. En el año 1929, en la novela All i Salobre (Ajo y Salobre) Josep María de Segarra hace la siguiente descripción del cuerpo de Sant Narcís:

Sant Narcís es una de las momias que producen más impresión. Va vestido de telas maravillosas y de piedras de valor, y el gran cucurucho de la mitra se le clava entre los huesos de la cabeza. En definitiva, Sant Narcís es una reliquia horripilante”.

 

Como resultado de todo aquellos los restos del santo desaparecieron para siempre. ¿Qué ocurrió? En un primer momento se guardaron en la sacristía de la iglesia. Se selló la cámara y las autoridades esperaron mejor oportunidad para enterrarlos en el interior de la iglesia de San Félix. Es decir, una vez finalizada la guerra civil lo harían. Pocos días después alguien profanó la sacristía, se llevaron los restos de Sant Narcís y los dejaron en la sala de la Biblioteca Municipal de Gerona, para que todo el mundo pudiera ver, por así decirlo, aquella falsificación o engaño. Los restos estuvieron expuestos unos cuantos días. Cierta noche el cuerpo desapareció. Sobre su paradero hay diferentes versiones. Se cree que los quemaron, que los lanzaron al río Onyar, y que lo enterraron cerca de la plaza de toros. Terminada la guerra lo buscaron infructuosamente. Hoy en día aún es un misterio qué pasó y dónde se encuentran los restos de Sant Narcís.

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El Acta que levantó Jaume Lasala Gravisaco, abogado y notario de Gerona, el 21 de agosto de 1936 decía, en aquellos puntos que nos interesan, lo siguiente…

Que Joaquín Folch i Torres, Director de los Museos de arte de Barcelona y jefe de los servicios de Museos de la Generalitat de Cataluña… Que en nombre y representación del Sr. Comisario de Museos del Gobierno de la Generalidad de Cataluña Sr. Pere Corominas Montanya, que es presidente del Consejo de Estado de la República, requiere al Notario que suscribe para que acredite por la presente acta la orden verbal que en nombre de dicho señor tramita en este momento a la Comisión de defensa del Patrimonio Artístico de Gerona, constituida por Decreto del Gobierno de la Generalidad de Cataluña con fecha 23 de julio del corriente año y la manara de dar cumplimiento en la misma. La orden verbal de referencia es como sigue:

Visto el estado en que después de los hechos que se produjeron en la Iglesia de de san Félix de la ciudad de Gerona el día 20 de julio pasado y examinando el altar y urna que contiene los restos del cuerpo de Sant Narcís, ordena:

PRIMERO: Que para la Comisión susodicha se hagan fotografías tal y como se encuentra la urna en el momento de levantar la presente acta.

SEGUNDO: Que ante Notario y presencia de uno o más médicos y de los miembros de la comisión antes citada se hagan por los servicios técnicos de Restauración de los Museos de arte de Barcelona una exploración arqueológica con el objeto de recoger los restos textiles antiguos que puedan tener interés por su alta antigüedad, y otros objetos que asimismo tengan interés para nuestro patrimonio artístico.

TERCERO: Que hecha la exploración antes indicada sean colocados los restos del Cuerpo en una caja de madera debidamente acondicionada y totalmente clausurada precintada con el sello de la Comisaria de la Generalidad de Gerona y depositada en una de las tumbas subterráneas de la propia Iglesia de San Félix.

Reconocimiento arqueológico, aparecen los restos de la urna revestidos de una mitad de casulla bordada en oro encima de seda del siglo dieciocho; debajo de esta casulla una apariencia de alba de ropa blanca con puntas de oro de igual época y unos fragmentos de punta de plata recubriendo la parte correspondiente al cuello; extraídas estas piezas aparece el conjunto vestido por una alba de tela blanca de lino con mangas y aplique delantero en la parte baja de satén verde; por detrás l apariencia del cuello del cadáver cuelga una estola blanca con ribete rojo e inscripciones, y las palas hechas de un bordado con imágenes con seda de color de finales del siglo trece, o primeros del catorce; en el lugar correspondiente al cuello dos fragmentos de bordado de la misma época, figurando un colerín de dalmática; colgado del pecho un pectoral del siglo diecisiete obrado de filigranas de oro y grabados del siglo diecisiete; en la mano derecha figurada en madera dos anillos de diamantes del siglo dieciocho; otro con una piedra de jacinto del siglo diecinueve; otro con once pequeñas piedras de jacintos del siglo diecisiete; otro en vidrio amarillo en el centro y pequeñas piedras verdes alrededor; otro de circulo de oro con inscripciones y pequeña piedra romboide del siglo catorce; y otra de oro con ornamentos cincelados de estilo gótico y una perla.

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Del examen de los elementos restantes resulta que el cráneos está colocado dentro de un bloque de madera recubierta de plancha dorada con apariencia de mitra acornada de cabuchones de diversos tamaños y dos plaquetas lobuladas y esmaltadas obra del siglo catorce; en cada lado de este bloque en forma de mitra dos piezas de madera también recubierta de plancha metálica imitando un cojín; los brazos son de madera con articulación en el codo y con dos manos de madera revestidas de plancha metálica imitando guantes llevando a la derecha un florón de metal obra del siglo catorce, imitando el ornamento común en la parte dorsal de los guantes en la época gótica, siendo este trabajo también obra del siglo catorce.

Los pies aparecen, el de la pierna derecha hecho de madera recubierto de plancha metálica con ornamento de cabuchones de vidrio y también hecho en el siglo catorce, y el de la izquierda en forma de zapato de plancha de metal más gruesa conteniendo restos importantes de huesos de un pie humano; este estuche conteniendo los huesos antes indicados también esta decorado de cabuchones de vidrio y parece obra posterior. La impresión que puede sacar de todo el conjunto el señor requerido es la que, los diferentes fragmentos de huesos unidos en la urna fueron montados en el siglo catorce encima de una serie de elementos de madera que daban al conjunto la apariencia de un cuerpo entero.

Reconocimiento médico. Los médicos ahí presentes informan que reconocido el cuerpo humano depositado en la urna funeraria existente en la Capilla de Sant Narcís de la Iglesia de San Félix de esta Ciudad han podido apreciar que dicho cuerpo esta revestido con los ornamentos correspondientes a un Obispo; separados estos han podido ver un cráneo colocado dentro de una mitra que le servía de estuche de dicho cráneo, la región frontal estaba descubierta, la región de la cara en algunos lugares revestida de vestigios cutáneos momificados; el maxilar inferior destruido y en parte pulverizado.

Carencia absoluta de tórax y vértebras cervicales i dorsales. En cambio la pelvis completa en medio de la cual hay dos vertebras lumbares. Las extremidades superiores son totalmente de madera articuladas a lo que corresponde el codo. De las extremidades inferiores la derecha también totalmente de madera y la izquierda representada por dos fémures humanos que ocupaban el uno la parte correspondiente al muslo, pero de epífisis invertidas y la otra también invertida pero correspondiente a la pantorrilla.

También se ha encontrado una rótula faltando las dos tibias y los dos peronés; el pie izquierdo está con la mayor parte faltando entre otros pocos huesos los correspondientes al dedo gordo.

Autor

César Alcalá