24/11/2024 10:29
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Javier Vayá Gil es abogado e historiador. Licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, es abogado generalista. Experto en Historia del Derecho. Gestor Administrativo. Licenciado en Historia por la Universidad de Valencia, especialidad, Historia Moderna ( XVI, XVII, XVIII). Socio del CES (Fundación Cultural sin ánimo de lucro). Master en Abogacía. Asistencia al Master de Historia de las Técnicas y la Navegación; estando muy interesado en simposios y conferencias sobre Tesoros Hundidos y Protección de Patrimonio Sumergido (en especial, el español). Conferencia sobre Patrimonio Sumergido español, Tesoros Hundidos y su Protección (Facultad de Derecho) (Derecho del Mar). Por su formación generalista de historiador, los historiadores se proyectan como colaboradores y comentaristas de prensa, radio, y TV, pudiendo ejercer de periodista (como salida heterodoxa de la Profesión). Por su formación de Jurista e Historiador, se proyecta hacia las Ciencias Políticas (Carrera cuyo contenido es Derecho, Historia, Geografía, Historia del Pensamiento, Historia de las Ideas Políticas, Relaciones Internacionales y …Sociología y Estadística (ignorando estas dos últimas).

Un «cuasi politólogo» interesado en las Relaciones Internacionales y Diplomacia (formación está última en la que es esencial una buena formación jurídica (80%) y Historica (20%, Historia Moderna y Contemporánea). Le gusta escribir, los buenos libros y siente pasión por la Mar.

¿Por qué te fascina el tema de los barcos hundidos en el mar?

Desde siempre, desde los tiempos del colegio. Esto me llevo a leer y documentarme sobre este tema y a estudiar Historia en la Universidad, especializándome en Historia Moderna. También me atraen mucho los aspectos de la responsabilidad en la custodia y protección de este rico legado de nuestros antepasados, y allí entra en juego mi vocación de jurista, especializándome en Derecho Marítimo

Me interesa la arqueología subacuática a nivel general y a nivel particular, el rico patrimonio sumergido español, en especial la edad moderna siglos XV, XVI, XVII, XVIII, en especial, los siglos de Oro, el legado de la España Imperial, una responsabilidad irrenunciable. Un Navío, un barco hundido, es una suerte de capsula del tiempo, un instante congelado de una época y civilización susceptible de ser investigado y estudiado con metodología científica.

Es una apasionante historia de misterio, reconstruir el hundimiento, como era el estilo de vida de pasajeros y tripulación de un barco hundido y desparramado por el fondo marino, sacudido por las tormentas y cubierto de sedimento. Estos restos narran una Historia fabulosa, nadie decide lo que se llevara o dejara es un fragmento de Historia congelado en el tiempo.

Un naufragio es la reconstrucción de un tiempo y un estilo de vida que pasó, con un rico tesoro sepultado y rutas de comercio. Una capsula en el tiempo que espera ser abierta y contar su historia. Junto con ello, el patrimonio sumergido es un elemento significativo de la historia humana y un patrimonio común cultural “somos lo que somos, porque fuimos lo que fuimos”, sumergirse en nuestra Historia, explorar aspectos poco conocidos, recuperar un tesoro único de información y objetos de índole histórica, cultural y científica, que es patrimonio de la humanidad. El patrimonio hundido es nuestra memoria sumergida, debe ser preservada y protegida.

Yo siempre pienso en el mismo ejemplo, en tierra, imaginemos un castillo levantado en el S.XII, ampliado en el S.XIV, reformas sucesivas en los siglos XV,XVI, para adaptarlo al impacto dela artillería, usos como castillo- palacio en el S.XVII, como cárcel en el S.XVIII, y diversos usos XIX-XX, museo, parador nacional. Por lo que ha sido modificado y adaptado a las diversas épocas y usos. Sin embargo, un navío, es un fragmento de su época (todo de la misma época, sin adiciones, ni modificaciones posteriores), que se conserva en el fondo.

Los pecios que naufragaron cuentan la historia de los que llegaron a puerto, hay que recordar la importancia del legado imperial y los aspectos náuticos necesarios para gestionar y controlar ese Imperio en el que no se ponía el sol.

En los Siglos XV, XVI y XVII, España y Portugal fueron pioneros y adalid de las exploraciones y descubrimientos. Europa aprendió a navegar gracias a los tratados de náutica españoles que fueron traducidos, un rico pasado que nos interpela del que se puede obtener mucha información de un yacimiento contrastado con lo que cuentan las fuentes escritas.

Un rico pasado, que es suma acumulada de lo que nuestro pueblo aprendió de la tradición náutica de fenicios, griegos, romanos, musulmanes, aportes medievales. Y su tradición Atlántica y Mediterránea.

¿Si se conservan bien es la mejor manera de viajar al pasado?

Sí, porque como ya he dicho anteriormente son capsulas en el tiempo, que no han sido modificadas. Unos se conservan mejor que otros. Se puede obtener mucha información de un pecio, depende absolutamente de las condiciones ambientales y condiciones del naufragio propiamente dichas.

Los naufragios (Pecios), en mejor estado de conservación están en el Mar Negro y en el Báltico, por su escasa oxigenación y salinidad, la mitad que en el mediterráneo. Frente a las aguas mucho más agresivas como el Caribe, el Atlántico y el Mediterráneo, mucha más oxigenación.

En el Mar Negro, la escasa salinidad (la mitad que en el Mediterráneo), aguas profundas y oscuras, pobres en oxígeno, lo que conlleva que la materia no se oxide, se preserva, por lo que los navíos se conservan muy bien.

Otro tanto puede decirse del Mar Báltico, un lugar de aguas frías, profundas y oscuras, de baja salinidad y temperaturas muy bajas, helado en invierno, el hielo estabiliza y preserva los navíos. El teredo navalis (broma), no puede vivir en esos mares por lo que no puede comerse la madera de los navíos hundidos.

La arqueología submarina tiene una metodología con técnicas diferentes adaptadas al medio acuático propio. Hay 2 fases en la arqueología subacuática: 1.- La prospección y 2.- la excavación propiamente dicha.

1.- la prospección.- reconocimiento superficial sin remover el terreno. La clasificación y el estado de conservación implican:

a)- recogida de información- documentación, estudio de fuentes, mapas, archivos, cartas, documentación. Archivo de Indias, Archivo de Simancas, testimonios de la época, juicios, auditorias, interrogatorio a supervivientes, pleitos, cargas de los navíos, rescates en la época, estado de los mapas antiguos.

b) Tipos de fondo.-cascajo que son fondos marinos con fragmentos de piedras y cosas duras y quebradizas, arena, roca y vegetación que pueden crecer y cubrir los naufragios. La información de los pescadores, los hallazgos fortuitos en las redes rescatados por particulares nos permiten la localización de los pecios.

También la teledetección, que significa detectar restos en fondos a distancia. Se emplea magnetófono para detectar pecios, detector de metales que permiten descubrir naufragios.

2.- Excavación.- es siempre destructiva. Debe ser siempre científica, rigurosa, sistemática. Los cazatesoros destruyen, modifican y pierden información, no llevan registros detallados.

¿Cuáles son las condiciones para conservar un pecio?

Depende del medio acuoso y las condiciones propias del naufragio, hay muchos factores que influyen. A nivel general por las razones antes expuestas, en el Mar Negro y el Báltico se conservan en buen estado la materia orgánica, aguas frías profundas, escasa salinidad, pobres en oxígeno.

Condiciones más desfavorables se dan en el Mediterráneo, Atlántico, Caribe y Pacifico, hay más oxígeno en el agua, que hace que los pecios sumergidos se conserven peor. Para que un barco de madera, sobreviva tras su hundimiento, debe de haberse sumergido muy profundamente y debe haberse cubierto rápidamente por una capa de lodo, cieno y arena.

Después del hundimiento, los principales peligros para el pecio vienen de los movimientos físicos del agua, oleaje, corrientes, y del voraz teredo navalis comedor de madera, que acaba con la madera de los pecios).

En el Báltico se conservan barcos intactos, íntegros, debido a las características de sus aguas. Como el Wasa 1628, Kronan 1676.

El Océano Pacífico es más agresivo. Un barco de madera expuesto al agua salada se degrada, disgregándose como un libro.

Un hundimiento y enterramiento relativamente rápido de un pecio, puede contribuir a presérvalo y protegerlo a largo plazo.

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En la península ibérica, las costas andaluzas son de especial interés, por la gran cantidad de navíos hundidos. En las aguas de Cadiz, la presencia de cieno ayuda a conservar ese rico patrimonio sumergido.

La mayoría de los artefactos/objetos al sumergirse, las nuevas condiciones ambientales que soportan los alteran , deteriorándose en el nuevo medio, hasta que llegan a una situación de equilibrio.

Si no se garantiza la conservación del objeto ulterior mejor no sacarlo de donde esta sumergido. Para la conservación de los restos de los navios y objetos hay que proceder a la limpieza y desalinización.

1.- Madera, 2.-metales, 3.- Hueso

Madera, implica que con el paso de los siglos su estructura interna, la lignina (madera) ha desaparecido siendo sustituido por agua y el objeto se destruye sin tratamiento en la superficie. El tratamiento tradicional de la madera es rociarlo con PEG (una suerte de cera) de fuerza y consistencia para la madera.

Ejemplo: Wasa 1628, Mary Rose 1545.

En el caso del navío francés “BELLE” 1686, se empleó la “LIOFILIZACION”, congelación y aplicación de presión para extraer el agua de la madera sumergida de más de 300 años.

Es una técnica o proceso mas barato, rápido, de meses, no de años como el PEG, y en pocos meses las piezas están listas para la exposición. Esta técnica abarata y amortiza costes, no se necesita tecnología punta, ni inversión inicial.

Un factor clave para la conservación son las mareas que mueven y desgatan el objeto. Este es atacado por las sales, corales, moluscos, vegetales, y concreciones Marinas.

El metal es de difícil restauración .El oro se conserva siempre bien. La plata, monedas, lingotes, forman sulfuro de plata en el agua salada con rapidez y luego hay que limpiar esa corrosión superficial que la ennegrece (Electrolisis).

¿En qué mares se conservan mejor?

No existe una norma general, como ya hemos dicho anteriormente en el Báltico y el Mar Negro, por las características de sus aguas es donde mejor se conservan los pecios, aguas profundas y frías. Además los pecios que se cubren con una capa de lodo, arena y cieno están protegidos y preservan bien.

En el Atlántico, Mediterráneo, Caribe y Pacifico, las aguas son más agresivas, aunque a veces se pueden producir sorpresas. También para la conservación de los pecios, hay que distinguir quién los encuentre y saque a la superficie, así, a los cazatesoros solo les interesa el valor material del pecio y emplean técnicas agresivas y rápidas, para llegar rápidamente al oro, plata, joyas, esmeraldas.

Para un arqueólogo marino TODO CUENTA, hasta el objeto o indicio más insignificante, pues estudia el Pecio, su época y su historia. Los restos significativos rescatados por estos, son expuestos en un museo para su estudio y disfrute del público.

El Convenio de la Unesco de 2001, apuesta como opción preferente la conservación in situ de los pecios. Así los estados no tienen que gastar un céntimo de los contribuyentes, ni de la administración pública.

Si existiera certeza matemática de que todos los barcos hundidos, pudieran mantenerse seguros en el fondo, este método tendría sentido, pero desgraciadamente esto no es así. En el caso de los galeones de 1622, se demostró que los restos de los barcos hundidos en aguas poco profundas, se deterioran de forma constante al moverse sobre el fondo de un lado a otro. Caso del Galeón Atocha y del Margarita.

España al ser una potencia marítima tiene barcos hundidos en todos los mares y océanos.

Sí, claro. Los galeones se construían principalmente en el norte de España, ya que la madera de allí era de muy buena calidad. Se construían por el Estado, o por medio de Asientos (contrato privado de asentistas con el Estado).

Como afirmaba SERRANO MANGAS “los míticos galeones de plata se construían con gran cuidado, fortaleza y precisión e impermeabilizándose con alquitrán y una lámina de plomo en la parte sumergida”. Así, podían soportar los Huracanes, temporales o ciclones tropicales.

Sí, España tiene una gran cantidad de navíos sumergidos por todos los mares y océanos. La mayor zona zona de perdida de naves está en la BAHAMAS, Y EN EL TRIANGULO DE LAS BERMUDAS, MAR DE LOS SARGAZOS, Y EN LAS MISMAS PUERTAS DE CASA, AGUAS ANDALUZAS (San lucar, la desembocadura del Guadalquivir).

En el curso fluvial que llevaba a Sevilla, allí se perdió la capitana “S. Pedro y S. Pablo”, alias “la marimorena” en 1641, en la Bahía de San Lucar, tras salvarse de un huracán terrible en las Bermudas.

Hay navíos Españoles hundidos por los 7 mares, España, Europa, Asia, América, África y Oceanía, barcos hundidos por tempestades, batallas navales, accidentes de navegación, ect… La Almiranta “Nuestra Señora de Pura y Limpia Concepción “que se perdió en Santo Domingo en noviembre de 1641.

Gran número de Pecios/Naufragios descansan en la costa Española y en el Sur con tesoros hundidos. Solo un 20% fueron presa de los piratas y los enemigos de España. La causa principal de las pérdidas eran los huracanes, temporales y ciclones tropicales.

España es la 1º potencia en yacimientos arqueológicos de naves y galeones hundidos, en Europa, Asia, África, América y Oceanía. Entre 1500- 1820, hubo más de 720 hundimientos en las aguas Andaluzas.

Son famosos el “ATOCHA” y el “SANTA MARGARITA” 1622, en las costas de Florida. El tesoro pasó a manos privadas, a manos de inversores y a pública subasta del tesoro. El resto lo mínimo paso al museo de Mel Fisher, en Cayo Hueso. El naufragio de la Almiranta de Matías Orellana, ”Nuestra Señora de las Maravillas en 1656”, expoliada por Bob Marx en 1971, 1987, 88 y 89.

En España naufrago “El San Francisco Javier” en 1656 frente a las costas de Cádiz por el ataque del pirata Blake, inglés en tiempos de Cromwell.

En el año 2015 se encontró en Colombia “el San José” de 1708. El “Nuestra Señora del Juncal y el Santa Teresa” se hundieron en aguas mexicanas.

Hay restos de la Armada Invencible en aguas de Irlanda y Escocia 1588, y en el propio Norte de España.

En el 2003 aparecieron los restos de un galeón Español hundido en aguas de Bélgica, perfectamente protegido por cieno o barro. Lo engancho un pescador de gambas en sus redes. Salió en prensa y televisión pero no se volvió a saber, ni tener noticias de él.

En 1992, Frank Goddio tras estudiar los archivos españoles, llevo a cabo un acuerdo con el gobierno Filipino y encontró la nao “S. Diego de Cebu” de 1600, perdida durante una refriega con los piratas. El tesoro se divido en tres partes, una parte para Filipinas, otra para Francia y otra para España (se hizo una exposición en Madrid). Al final Caja Madrid tuvo que comprar las piezas de la colección, evitando que saliera en pública subasta y se depositó en el Museo Naval de Madrid.

En cada naufragio habían auditorias, interrogatorios a los supervivientes, así, en los archivos podemos encontrar increíbles testimonios de los supervivientes: Francisco de Cuellar del “Lavia”, Pedro Blanco “Juliana”, o las desventuras de D. Diego Portichuelo de Rivaderenya (1614-1678), salvado en un fragmento de madera del buque, con varios compañeros.

¿Hay poco interés de España en recuperar ese patrimonio?

En la práctica España tiene escaso interés en recuperar ese patrimonio, abulia, dejadez y desinterés manifiesto y absoluto. El Estado impide a particulares y empresas actuar sobre el patrimonio hundido, pero el tampoco lo extrae e impide que nadie lo haga y los museos están vacíos.

España es un gigante en lo que se refiere a su Herencia Sumergida pero un enano en la gestión y salvamento de su rico patrimonio hundido. Por lo que en la práctica, son las empresas de caza tesoros los que llegan antes a los pecios sumergidos, incluso antes que los arqueólogos, ya que disponen de amplios fondos y tecnología punta. Los arqueólogos tienen dotaciones ridículas y miserables.

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En los países del 3º mundo, muchos subdesarrollados o sin medios, pactan repartirse el 50% del botín, entre el estado ribereño y los cazatesoros, a veces estos porcentajes pueden ser de un 60%, o 70%.

La idea de esos estados, es que más vale el 50%, es decir, más vale la mitad de algo que la mitad de nada. En España solo existe un barco, para esto a tiempo completo y está en Cataluña, pero con dotación escasa.

La administración Española, solo reacciona ante los casos de flagrante expoliación, como en el caso del Odissey, que fue un expolio público y notorio, en la prensa escrita internacional. Los políticos se dan por contentos con musealizar los materiales expoliados por terceros que llegan a España. Los gastos del Estado no se contemplan en este capítulo, hay que cambiar la Ley, iniciativas privadas, empresas publico/privadas, desgravaciones, bonificaciones. Hay que analizar los modelos Suecos, Inglés, Alemán y Holandés, para seguir su ejemplo.

¿Qué barcos españoles pueden conservarse en buen estado?

Aunque existen unas normas generales. Cada naufragio es único, y dependerá de diversas circunstancias, en ocasiones se conservan bien en entornos aparentemente hostiles. Los del Mar del Norte, protegidos por cieno, o fango y hundidos en la profundidad rápidamente. El Wasa 1628 conserva su madera casi al 90%.

En un fondo rocoso, de Arrecifes, la madera desaparece en 50 años, según los estudios de la Marina de USA. En Mares y Océanos aparentemente hostiles como el Pacifico, podemos encontrarnos sorpresas (efecto “Pompeya”, todo cubierto con sedimento y por lo tanto bien conservado).

En Mares y Océanos más agresivos, Atlantico, Mediterráneo, Caribe los barcos hundidos en aguas poco profundas, ESTAN EXPUESTOS A DETERIOROS PERIODICOS, por estar expuestos a los arrecifes, bajos sometidos al oleaje, corrientes, azoramientos, degaste y deterioro constante por el movimiento de sus aguas.

Como ya hemos dicho anteriormente, las condiciones de las Aguas Bálticas o el Mar Negro son perfectas para la conservación de Navíos, pero no se conocen restos de barcos Españoles allí. La normativa legal para la protección del Patrimonio Subacuático Español, está regulado en la CE de 1978, la Ley de Patrimonio de 1985, la legislación Autónoma y Estatal y los Convenios Autonómicos (la cultura transferida a cada Comunidad Autónoma dificulta la acción de conjunto).

A nivel internacional hay una gran fragmentación y lagunas en la normativa aplicable, junto con la inclusión de normas de Derecho Privado. Hay una gran dispersión normativa e intereses contrapuestos, entre el “ESTADO DEL PABELLON”, que es el país que construyo el barco y lo doto, y navega bajo su bandera, y el ESTADO RIBEREÑO, que es el estado propietario de las aguas territoriales donde naufrago, por la propiedad del Navío y su cargamento.

En el CNUDM 2001, que firmaron 61 estados, aunque hay estados que no lo firmaron pero trabajan con protocolos de protección similares para luchar contra el expolio de las empresas cazatesoros. Según este convenio, el propietario de un galeón del S. XVI, XVII y XVIII será el Estado heredero, o sucesor del que lo doto, es decir España.

El problema es que muchos países Iberoamericanos, se consideran herederos de España en sus propias aguas y mar territorial. Como por ejemplo Panamá, que firmó el Convenio, pero no aplico en el 2003, pactando con los cazatesoros la búsqueda del S. José, 1631. O la Republica Dominicana que ha firmado acuerdos con empresas caza tesoros del reparto de los naufragios al 50%. Colombia y España no se ponen deacuerdo en la propiedad del San José 1708, pero intentan avanzar en su protección.

México y España firmaron un acuerdo para la protección del Juncal 1631, y además México se ha opuesto a los cazatesoros en sus aguas.

En el caso de nuestro país España, con navíos hundidos por todo el mundo tiene un interés claro en preservar sus galeones hundidos y navíos de guerra de su armada, cuyo título jurídico permanece, a pesar del tiempo transcurrido, y están protegidos por inmunidad soberana. España defendió la idea de “Inmunidad soberana” de sus barcos de pabellón (los que se hundieron bajo su bandera), para evitar el saqueo y deterioro a manos de los cazaterosos. Hay una política española de pleitear, denunciar, acudirá juicio y la conservación in situ de sus navíos, pero de extraerlos nada.

¿Qué supondría recuperarlos?

Es nuestra obligación cultural conservar y proteger esa Herencia Cultural. Hay que sacudirse la atonía, abulia, dejadez, pasividad e indiferencia de nuestra clase política y la burocracia administrativa. El estado ni extrae el patrimonio, ni permite que nadie lo haga y los museos están vacíos.

Los burócratas consideran cumplidas sus obligaciones, con una actitud pasiva, creando un macro museo (Arcua), cuya estrella es un navío expoliado, «el San Mercedes 1804» y que si hubiera dependido de la iniciativa de la burocracia española hubiera seguido hundido.

El estado se limita a elaborar y encargar mapas del tesoro para perseguir, reprimir y vigilar a los cazatesoros, y a su conservación “In situ”, es decir, dejar los navíos sumergidos, no hacer nada. El estado tiene otras prioridades, como la sanidad, defensa, colegios, obras públicas y no puede destinar dinero para extraer navíos sumergidos a la superficie, para su estudio, exposición e investigación.

El método actual es el del siglo XIX, que está obsoleto, inoperativo y es ineficaz, hay que cambiar la ley. El sector privado puede y debe contribuir a la protección, conservación y protección del Patrimonio sumergido.

En el norte de España deben existir museos, medios y buenos laboratorios. Es aquí donde se construían los navíos. La Arqueología Atlántica debe ser igual de importante que la del Mediterráneo.

El Galeón de Ribadeo 1597, es único. Se debería construir un museo para el galeón, con medios y dotación presupuestaria. Un lugar donde los ciudadanos lo puedan visitar, ver y entender su historia y que se autofinanciase, con la venta de recuerdos, dvd , etc…

Solo se ama lo que se conoce, por lo que la TAREA DE DIVULGAGION ES ESENCIAL, con el desastre y la incuria actual, tenemos garantizado la inoperatividad, la ineficacia y los museos vacíos.

La Arqueología Ciencia, debe ser sumada a la Arqueología Espectáculo, se debe divertir y entretener enseñando. Una familia debe poder pasar un sábado estupendo, comiendo comida gallega, y visitando “el Santiago de Ribadeo” (1597), un galeón único, que debería estar conservado en el museo de Ribadeo, con dos replicas, 1 fija y otra navegable, y un acuario indicando como quedo tras su hundimiento.

Hay que cambiar la Ley, sacudirse la atoria y dejadez. Nuestra Historia Naval, nuestros Navíos hundidos y nuestros bravos marinos lo merecen. Nunca muere lo que siempre queda en el recuerdo. Nuestra brillante Historia Naval no debe ser olvidada.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.