22/11/2024 02:58
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El Covid-19 ha arrasado moral y físicamente a la sociedad española y pronto se podrán apreciar los efectos nocivos del coronavirus sobre la economía. El Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, establece en su artículo 10 que se suspende la apertura al público de los locales y establecimientos minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, peluquerías, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías y lavanderías, suspendiéndose cualquier otra actividad o establecimiento que a juicio de la autoridad competente pueda suponer un riesgo de contagio. Los encargados de dirigir y gestionar todos los establecimientos no incluidos en las excepciones se han encontrado con la paralización de su actividad económica, teniendo que soportar la paralización de su actividad económica por claros motivos de fuerza mayor, pero sin poder dejar de asumir el cumplimiento de obligaciones dinerarias que provocan un menoscabo lícito pero inoportuno en su patrimonio.

Ante las circunstancias económicas causadas por la pantemia del Covid-19 en España, se aprobó el Real Decreto-ley 7/2020, de 12 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes para responder al impacto económico del COVID-19, que recoge varias reglas en materia económico-financiera, aunque destacan especialmente dos. En primer lugar, con carácter de extraordinaria y urgente necesidad, se refuerza y extiende la línea de financiación prevista inicialmente por el artículo 4 del Real Decreto-ley 12/2019, de 11 de octubre, para los afectados por la insolvencia del Grupo empresarial Thomas Cook, a los afectados por la crisis desencadenada por el Covid-19, por lo que dicha línea de financiación se extiende a todas las empresas y trabajadores autónomos establecidos en España y encuadrados en los sectores económicos vinculados con el transporte y con el turismo, que son los que, por el momento, están siendo especialmente afectados por la misma, añadiéndose que la línea de financiación se dota con 200 millones de euros adicionales a los 200 millones de euros inicialmente previstos. En segundo lugar, para evitar posibles tensiones en tesorería que puedan experimentar estos colectivos, se propone una flexibilización en materia de aplazamientos, concediendo durante seis meses esta facilidad de pago de impuestos a PYMES y autónomos, previa solicitud, en unos términos equivalentes a una carencia de tres meses.

Las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes y no van a impedir que se produzca un grave deterioro del tejido empresarial español, que está formado, en más de un 90%, por empresas de pequeñas dimensiones, que consiguen mantener cierta estabilidad para la economía, con todas las repercusiones que ello conlleva. De poco sirve establecer un línea de crédito para empresas de sectores muy concretos y que será insuficiente y menos útil resulta el aplazamiento de deudas tributarias que podrían no llegar a abonarse.

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Se requieren medidas que sirvan para promover la actividad económica, reduciendo los obstáculos que, por el coronavirus, ya se van a encontrar muchos empresarios cuando la pandemia deje de azotar España. Por ese motivo, deberían plantearse la condonación o perdón de la obligación de pagar la cuota de la Seguridad Social propio del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y exenciones fiscales subjetivas en el Impuesto sobre el Valor Añadido, en el Impuesto sobre Sociedades y en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para aquellos empresarios que tengan establecimientos mercantiles que se incluyan como PYMES, pudiendo utilizarse como requisitos los propios para poder hacer la cuenta de pérdidas y ganancias abreviada.

Es cierto que muchos trabajadores también están sufriendo las consecuencias de la situación ocasionada por el Covid-19, pero no hay que olvidar que no todos los empresarios son ricos y que, solo mediante la adopción de medidas que incentiven las actividad empresarial, podrá crearse el empleo que se va a necesitar.

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