
Juan Carlos Corvera, Presidente de la Fundación Servanda, en una entrevista realizada a propósito de un congreso de colegios católicos realizado hace poco más de un año1, hablaba de una situación que vivimos la gran mayoría de los docentes que impartimos religión católica, especialmente en los centros públicos. Se trata de la secularización que España está padeciendo y la pérdida de identidad, a lo que añadiría la descristianización. Esto se refleja en, como sostenía Corvera, que muchos de nuestros “alumnos no saben santiguarse y nunca han pisado una iglesia”. Doy fe de ello, pues raro es encontrar un alumno por clase que asista a misa y, en ocasiones si lo hacen, es con los abuelos. Ciertamente, la sociedad ha perdido su identidad cristiana, y ya no solo me refiero a las raíces de las que nuestra cultura se alimenta, ya que, queramos o no, le pese a quien le pese, nuestras fiestas son cristianas, nuestra historia como nación española se ha forjado bajo la bandera del catolicismo y nuestros antepasados vivían su fe católica en todos los ámbitos de sus vidas, independientemente de sus ideologías políticas por lo general.
A esta degradación cultural sumamos la pérdida de identidad individual. Nos enfrentamos a una sociedad nihilista cuyos individuos han perdido el norte, porque quizás nadie se lo ha enseñado, nadie les ha indicado donde está el sol que ilumina los pasos en nuestra vida, y por ello, andan a oscuras, dando tumbos, buscando donde llenar sus ansias, anhelos y deseos interminables, ahogando su vacío en horas de diversión, placer, consumo y trabajo, tiempo que inexorablemente avanza hacia un fin que llegará y del que nadie puede huir.
Los maestros de religión católica ponemos sobre los corazones de nuestros alumnos la llave que abre las puertas hacia un más allá que trasciende sobre este mundo materialista y caduco. Les damos el mapa para que sepan hacia donde dirigir sus pasos sin perderse, una meta que les da sentido a su día a día, paz, sosiego, esperanza, y, sobre todo, les damos a conocer el guía que siempre les acompañará en su camino discerniendo la verdad ante tantas mentiras.
Sí, querido lector, nosotros expandimos ante ellos el pasado y el presente de una cultura que ha brillado como ninguna otra en el mundo, para que sean ellos también portadores y continuadores de este maravilloso legado que es la civilización católica. Pero si los padres de estos niños no apoyan esta educación en sus familias, difícilmente quedará alguna huella en ellos pasados unos años. Porque, hemos de recordar que, la labor educativa es responsabilidad única y exclusiva de los padres, y que la escuela, es sólo subsidiaria, transmisora de unos conocimientos, responsable de instruir en ciertas materias. Lo cual, actualmente, no hay duda de que muchos desconocen al dejar a los centros educativos con la tarea educativa que es de ellos, e incluso de “soltarlos” ahí unas horas, como si de una guardería se tratase. Y en relación a la enseñanza católica, qué duda cabe que las iglesias están llenas de niños para las catequesis de la primera comunión y que luego quedan vacías pasado el evento. Un verdadero teatro vacío de su sentido y que se refleja en las aulas.
Sin embargo, esto que acabo de exponer no es el único problema que hay en la educación católica. Hay otro gran desafío que amenaza los cimientos de la educación católica: la falta de profesorado bien preparado para impartir esta asignatura. Y no lo digo tanto por la formación académica, pues me consta que en gran parte de las diócesis se nos somete a la exigencia de la obtención de titulaciones eclesiásticas y civiles, así como a cursos de formación continua. No es cuestión de preparación cultural, que, si bien importante y necesaria, no lo es menos la formación cristiana, y la experiencia viva de una auténtica fe, de la que cada vez más docentes, carecen.
Nosotros, los docentes de religión católica, somos la representación de la iglesia en nuestros centros de trabajo, tenemos una gran responsabilidad y una misión que va mucho más allá que la que tienen nuestros compañeros. Ante los demás, especialmente frente a nuestros alumnos, mostramos la imagen de lo que es la Iglesia, de lo que es ser un cristiano comprometido, pues como decía San Mateo: “Ay del que escandalice a uno de mis pequeños». ¿Cómo hablar de la grandeza que supone el sacramento de la eucaristía si no se asiste a misa? ¿Cómo hablar del perdón si murmuro hacia los compañeros, alumnos o padres?
Esta situación, sumada al hecho de que el sistema educativo español está en declive absoluto, en que las ideologías campan sin filtro, introducidas por la Agenda 2030, con sus respectivas efemérides que ocupan gran parte de las horas lectivas, la burocracia que absorbe el tiempo absurdamente, que los alumnos están desmotivados, con falta de atención e interés, y los padres prácticamente desaparecidos de la esfera educativa… podemos llegar a la conclusión de que las clases de religión católica corren el riesgo de convertirse en un espacio de diversión vacío casi por completo de contenidos, llevadas por empleados que, a cambio de un sueldo, entretienen a sus alumnos hasta que la inteligencia artificial les delegue a un segundo plano y queden al margen como simples espectadores o hasta que otras religiones vayan acaparando el vacío religioso que se expande con rapidez, dejando arrinconada a la verdadera religión católica que, como comentaba al principio del escrito, es la raíz de nuestra cultura española, le pese a quien le pese.
Alicia Beatriz Montes Ferrer
1https://www.elconfidencialdigital.com/religion/articulo/conferencia-episcopal/colegios-catolicos-profesores-religion-alzan-voz-educacion-catolica-esencial-sociedad-cada-vez-mas-plural/20240225033121048627.html
Autor

-
Fundación Enraizados
La Fundación Enraizados nace como asociación en 2012 con el objetivo de ser una voz católica en la vida pública. Nuestros valores se basan en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia: dignidad de la persona, subsidiariedad, bien común, solidaridad y justicia social. Trabajamos en defensa de la Vida, la Familia, la Educación,
la Historia de España (sin leyendas negras) y la Fe Católica.
¡Conócenos!
www.enraizados.org
www.https://martiresenespana.org
www.espanaenlahistoria.org/
Últimas entradas
Actualidad29/05/2025La educación católica en peligro. Por Alicia Beatriz Montes Ferrer (Enraizados)
Actualidad08/05/2025Él es el camino. Por Juan Andrés Segura (Enraizados)
Actualidad06/05/2025El 12 de octubre de Trump. Por Vicente Medina Prados
Actualidad30/04/2025Las declaraciones por la muerte del Papa Francisco. Por José Ignacio Echegaray
Excelente trabajo. Es triste ver como nuestros jóvenes crecen inmersos en una cultura carente del más elemental sentido de la moralidad, sin esa brújula que les pueda indicar hacia donde ir. TRISTE FUTURO LES ESPERA
Tanto aggiornamento (con Satanás) es lo que tiene.
A ver si dentro de la jerarquía eclesial se unen unos pocos con un par de… y empiezan a poner las cosas en su sitio. Y mandar a esta tropa progre a donde debe estar, que no es en la Iglesia.