16/05/2024 06:36
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Ayer,  víspera del día de los Santos Inocentes, el presimiento de España, apareció, urbi et orbe, para reírse de los españoles…

Como el país y sus habitantes, no dan mucho de sí, en términos generales, creyó que se podría reír de todos, anunciando una paga de doscientos euros, de la que se beneficiarán más de 4.200.000 personas, según las estimaciones oficiales.

Lo primero que me sorprende es que, si España va tan bien como dicen sus voceros y mentirosos a sueldo, como es posible que tantas personas necesiten ayuda para poder comer caliente.

Por no hablar, que también, de que los 200 euros son para todo el año, es decir que la subvención, es en realidad una miserable limosna, que asciende a 16,666 euros al mes… (el número de la Bestia).

Y, como los españoles somos muy dados al vicio y al desenfreno, el juego, el alcohol, el tabaco, las mujeres, etc., esa paga se dará mensualmente, no vaya a ser que nos enviciemos, todavía más.

Hoy, 28 de diciembre de 2022, Día de los Santos Inocentes, el BOE, Boletín Oficial del Estado, que Pedro Sánchez y sus secuaces han convertido en un tebeo más, no dice nada sobre el derroche del gran líder, el emperador de la ex España, y futuro líder del mundo mundial, cuando se produzca una conjunción planetaria con Maduro, Putin, Ortega, o cualquier otro dictador al uso.

Pedro Sánchez tiene menos crédito que un mendigo…

Todo lo que dice es mentira, pues explica lo contrario de lo que realmente piensa, en el supuesto de que sea capaz de pensar, de una forma coherente y armónica.

Su único fin es flotar como el corcho, en las fétidas aguas de la política española.

Ayer anunció, a bombo y platillo, por todas las telebasuras compradas o alquiladas, que hoy iba a salir esa nueva normativa, que entraría en vigor el 1 de enero de 2023, cuarto año de su “república”.

Pero no ha salido nada, faltaría más.

Este hombre, va de parida en parida, y de ocurrencia en ocurrencia, riéndose, en nuestras propias barbas, de los 47,5 millones de españoles y españolos (llamo así a los nuevos españoles, a los que está regalando la nacionalidad, como si de un cupón de descuento se tratase).

Y, mientras tanto, los españoles y los españolos, en este Día de los Santos Inocentes, haciendo cola en las gasolineras, para ahorrarse veinte céntimos por litro de combustible.

Un pueblo que no es Santo, ni inocente, sino imbécil.

Muy imbécil.

Totalmente aborregado, y vendido al  hedonismo y al consumismo más abyecto, habiendo perdido todo el sentido religioso de la Navidad, que es lo único que nos diferencia de otros animales mamíferos.

Como decía el ilustre catedrático don Ángel Cristóbal Montes, una de las mentes más lúcidas que he tenido el honor de tratar, y que nos ha dejado hace poco (vaya un cariñoso recuerdo para él y su familia), “No me gusta el fútbol, no juego a la lotería, no creo en la suerte sino en el trabajo diario y bien hecho”, ¿realmente soy español…?

Pues eso mismo pienso yo.

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Ramiro Grau Morancho
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Pedro

+Yo tampoco tengo claro que sea español, dado mi desinterés por las n+iciosas costumbres de nuestro pueblo, cada vez más piara, que otra cosa.

Carmen

Unos españoles, y españolos, que solo se preocupan por el fútbol, por los veinte céntimos de descuento en el litro de combustible, y por poder llegar a fin de mes…, se merecen todo lo que les pase.

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