Parece mentira que una desnortada y fracasada comunista llegada de Galicia para trepar en la política nacional, Yolanda Díaz, lo que en la local fue la representación de la derrota permanente, ninguneada por los gallegos, sea la que marque las directrices del gobierno disponiendo de una minoritaria representación con Sumar, pero a la vez indispensable para que Sánchez continúe en la Moncloa. Como los buitres, estuvo esperando la oportunidad de lanzarse para rebañar la carroña podemita, dirigiendo el pico después y con mayor codicia contra las entrañas del Estado español. Y mientras la avaricia de los empeños busca hasta atacar a la Jefatura del Estado, se conforma con dinamitar la economía, procurando influir en cuantos delicados asuntos contra el Estado de Derecho le permitan imponer una agenda netamente comunista y en la práctica, siguiendo los ejemplos de Venezuela, bolivariana. Y parece mentira que esta inepta y deslucida barredura de la izquierda radical más miserable, sea la que imponga planes económicos destinados a destruir el tejido productivo que España atesoraba durante décadas. No es de extrañar que quien se relame con la bolivarización de España ponga todo tipo de cortapisas a la inversión privada y todo lo que suponga el enriquecimiento de la iniciativa empresarial, como es el proyecto de ampliación del Puerto de Valencia que se juega una inversión de 1.500 millones de euros.
El presidente de la Comunidad de Valencia, Carlos Mazón, ha denunciado ante los micrófonos de Federico Jiménez Losantos trasladados este viernes al Ateneo de Valencia, la maniobra traicionera del PSOE valenciano que consumó la traición al abstenerse en la votación de las Cortes Valencianas por la ampliación portuaria, cuando el proyecto está completamente delineado y organizado para su culminación; cuando además se lleva esperando un dilatado tiempo a que el consejo de ministros tome una decisión al respecto, aprobando una ampliación con todos los papeles en regla y con certificación de la inexistencia de impacto ambiental.
Valencia se está jugando ser el primer puerto de España, cuarto de Europa y primero del Mediterráneo. Además, añadió que esta ampliación facilitaría una capacidad de entrada y salida de importaciones y exportaciones no sólo a España, sino a toda la península ibérica de nada menos del 49% de todo lo que entra y sale de España por vía marítima. El presidente denunció el agravio comparativo que supone la flexibilidad y prontitud en las decisiones del gobierno para allanar la celebración de la Copa América en Barcelona.
Lo cierto es que confluyen diversos intereses y especulaciones políticas que parten de las negociaciones que mantiene Yolanda Díaz con Pedro Sánchez para contentar a los posibles socios separatistas. Una artificiosa demora que paraliza un macroproyecto que en condiciones de juego limpio institucional no sería mayor problema su aprobación. Pero conocidas las múltiples trampas, oscurantismos e intenciones desintegradoras contra el resto de los componentes sociales no adscritos al sectarismo imperante, es de temer que la proposición de ampliación choque con un consejo de ministros donde la sucia influencia de Yolanda Díaz es decisiva en las negociaciones para apoyar la legislatura de Pedro Sánchez. No sería extraño que, a no ser que sea muy descarada la influencia y la especulación política, Valencia se quedara con este proyecto de ampliación paralizado que además supondría la destrucción de 5.000 potenciales puestos de trabajo directos e indirectos. Cuestión la del empleo que a la responsable de la cartera, demostrada su inutilidad, se la trae al pairo. No obstante la denominada tucana del desempleo, también llamada lady cohetes, ya participó en una campaña, junto a Joan Ribó y Podemos, donde declaró la exigencia de no ampliar el puerto por «razones de emergencia climática y ambiental» frente a las «grandes obras, el cemento y la desertificación».
Mucho se ha de temer que la vicepresidenta en funciones hará todo lo posible para que fracase el proyecto, además de haberlo tenido congelado arbitrariamente en el consejo de ministros. La que vino de Galicia sin comerse un rosco político ha encontrado en Pedro Sánchez la puerta abierta para convertir a España en la Venezuela europea. Golpe rastrero tras golpe. La muy ensoberbecida mediocre que por una equivocación sin disculpas ha hecho perder a AENA, del dinero de todos, 615 millones de euros. Esa que en otro país ya estaría detenida con el fin de rendir cuentas y con los grilletes puestos para pasar una larga temporada a la sombra, por absoluta y reiterada actitud de gilipollas. Esa es la que zancadillea el trabajo honrado que ella jamás ha ejercido. Esa.
1. adj. malson. Esp. Necio o estúpido. Apl. a pers., u. t. c. s.
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