Kant y su iluminada revolución. Por Carlos Quequesana

Resumen

El hombre del siglo de las luces es un hombre que se piensa iluminado y como tal no está dispuesto a tener parcelas donde no llegue esta luz, o todo o nada. Kant es un claro ejemplo de ello, el cual, por más que haya sido un wolffeano, la luz de la crítica va a llevar a la guillotina todo lo que había seguido y aprendido como wolffeano, porque “la filosofía consiste en iluminar la ilusión […], aunque ello supusiera la pérdida de preciados y queridos errores, sean cuantos sean”¹. Esta revolución interna dará a luz la Crítica de la razón pura, génesis de la cual intentaré explicar en este ensayo mediante una crónica analítica desde la visión del hombre que hizo al hombre de su siglo, el iluminado.

Introducción

La reina que muere como perra

El ser humano es un ser que es y se hace, y se hace por otros, entre ellos primariamente, de manera inmediata por sobre todos los demás relacionados al hacerse, es la madre de uno. La madre pareciera tener un rol sólo de subsistencia, pero hay una labor mayor, la de portadora y dadora de la antorcha humanizadora, la cultura. Esta madre fue, matrona, educadora y guía de las ciencias, ya por la superioridad de su objeto, ya por la prioridad de su objeto, ya por ser su objeto lo primero supuesto de todo conocimiento tanto en el orden de la invención como de la exposición. Por ello no sólo es una matrona, sino también una reina, la reina de las ciencias, pero los hijos, los sirvientes, como en el tiempo kantiano, se alimentaron del humanismo y el sueño de la libertad, y se fueron contra la reina tirana², le quitaron la corona, la vestimenta, sus representantes son enterrados, su dignidad es despreciada tal cual Hécuba, la metafísica fue condenada a ser una perra³ entre hombres.

Desarrollo

1.La legitimidad del soberano.- El regicidio cometido por los franceses no devino en una anarquía, así tampoco la revolución perpetrada por los filósofos; los bolcheviques mataron a su Zar, las ciencias a la metafísica la sometieron⁴. Kant tiene en mente que, respecto al poder sobre el conocimiento, ha de ser legítimo⁵, no al estilo monárquico, sino al estilo humanístico, a saber, respecto al progreso, al avance⁶, pero no hubo tal avance cuando la metafísica ejercía su poder sobre todos, ni bajo la administración dogmática, luego estos han tomado el poder pero sin legitimidad. Al respecto, surge una pregunta ¿Será que los dogmáticos usurparon una corona legítima de parte de la metafísica respecto a todas las demás ciencias?

2. ¿Hay legitimidad del carácter regio de la metafísica dogmática?.- Sí es cierto que la metafísica llevaba por años la rienda del saber científico, pero con directriz dogmática, a saber, pretendiendo conocer “completamente aislado, que se levanta enteramente por encima de lo que enseña la experiencia, con meros conceptos (no aplicándolos a la intuición, como hacen las matemáticas), donde, por tanto, la razón ha de ser discípula de sí misma”⁷, pero, a pesar de ello ¿Progresa?⁸ no, porque “en la metafísica la razón se atasca continuamente, incluso cuando, hallándose frente a leyes que la experiencia más ordinaria confirma, ella se empeña en conocerlas a priori. Incontables veces hay que volver atrás en la metafísica, ya que se advierte que el camino no conduce a donde se quiere ir”. Caída la corona, llegan los que hacen despertar de este sueño dogmático⁹, pero tal pretensión nómade¹⁰ es insostenible, por lo que la aspiración dogmática, de prescindir de toda experiencia y conocer¹¹ busca aún el retorno de su reino.

3. Kant y los gritos por una revolución.- El hombre llegó a la revolución francesa, al siglo de las luces, pensando que… ¡ya todo estaba consumado! ¡Se llegó al siglo de las luces! Kant no fue la excepción y vió en el humanismo el culmen de toda revolución¹² y la ciencia anterior no había sido iluminada por la luz moderna humanista, por ello tomar a Galileo, Torricelli, entre otros ilustres de la ciencia de la naturaleza¹³ porque entendieron (iluminaron), debido a sus experimentos, que la “razón sólo reconoce lo que ella misma produce según su bosquejos”¹⁴, a saber, Edipo para conocer, debe preguntar, no es que llega y la Efigie le da las respuestas, ha de preguntar, y por ello las ciencias naturales aprendieron que han “de buscar (no fingir) en la naturaleza lo que la misma razón pone en ella, lo que debe aprender de ella, de lo cual no sabría nada por sí sola”¹⁵ y esto fue revolucionario, sí, con progreso porque el hombre está en constante preguntar a la naturaleza, esta no se sube a lo alto en busca de la muerte después de responder, ahora ella se mantiene en respuestas progresivas, sí aquí hay progreso, hay camino constante y Kant ha encontrado aquí lo que necesitaba, la legitimidad y por ello plantea “imitarlas, al menos a título de ensayo […] dentro de lo que permite su analogía […] con la metafísica”¹⁶. Kant, aquí demuestra que no es un carcelero dogmático de la metafísica, tampoco un anarquista (llevaría al caos y desorden entre las ciencias haciendo que unas se traslapan con otras¹⁷), por lo que él buscará ser el nuevo culmen revolucionario de la metafísica, y como ella es la rectora, con ello estará rigiendo por sobre todas las ciencias¹⁸.

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4. La revolución copernicana kantiana.- Kant aquí se da cuenta que así como los de la ciencia natural, por exámen llegaron a principios tales que les permite el progreso y por tanto legitimidad en su primacía, así también hemos de buscar tales principios, a saber, por exámen, a saber, exámen en un tribunal donde se terminen “con todas las arrogancias infundadas” mediante leyes eternas e invariables que la razón posee, a saber, un tribunal del conocimiento llamada crítica de la razón pura.¹⁹ Pero no es en lo único que estos le han aportado, sino también la deducción anterior, ilustrada en Copérnico con su revolución, que “haciendo girar al espectador y dejando las estrellas en reposo” logra mejores resultados que haciendo lo tradicional, lo contrario²⁰. ¿Se puede hacer lo mismo respecto a la Metafísica y con ello trascender a todas las ciencias? Sí, a saber, las ciencias necesitan principios a priori ciertos y claros²¹, pero la metafísica se empeña en que ha de ser regida por los objetos²², siendo meros receptores, lo cual imposibilita el conocimiento a priori, pues “si la intuición tuviera que regirse por la naturaleza de los objetos [no se ve] cómo podría conocerse algo a priori sobre esa naturaleza”²³, pero ¿y si es al revés? Tal imposibilidad se desvanece, pudiendo hacer que los conceptos por los cuales determino un objeto no provengan del mismo objeto, sino más bien este último sería la que se rige por tales conceptos²⁴.

Conclusión

Tal cual se deja ver, Kant es muy coherente con sus ideales humanistas y de científico, no aplicando una especie de averroísmo para que ambas se vayan por lados distintos²⁵, aplicándolo a la metafísica, la cual le llegó por medio de Leibniz y sus sistematizador, Christian Wolff, aplicando la emancipación luminosa de su siglo para, así como Copérnico revolucionó la ciencia de suyo, librarla del yugo dogmático y, reconociéndose ya adulto, da el último salto, a saber, el de “transformar el procedimiento hasta ahora empleado por la metafísica, efectuando en ella una completa revolución […]”²⁶ efectuando la “crítica de la razón pura especulativa”²⁷ y con ello, con este método, regir las ciencias y emancipar a todas ellas hacia la luminosidad prometida de su tiempo²⁸. No mató a la metafísica, la revolucionó tanto que para su época, ya nadie la reconocía, a saber, a Hécuba los dioses la convirtieron en perra, Kant convirtió a la metafísica en un perro enfermizo y desfigurado, irreconocible.

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Carlos A. Quequesana L.

1 Leer este pasaje conociendo el pasado de Kant es algo duro de leer. (Kant, CrPu A XIII)

2 Kant entiende que el humanismo es el paso de la infancia a la adultez, de depender a no depender, pero por qué ha de querer el hombre soltar la mano de quien ha cuidado de él tanto tiempo? ¿Por la aventura? ¿Por el sueño de libertad? Pero tal sueño de libertad implica tiranía en acto de parte de quien nos cuida, a saber, por descubrir en nuestra conciencia desear otro camino y no poder efectuarlo por el poder ejercido sobre el hombre, a saber, tiranía.

3 Ovidio, Las metamorfosis: Libro XIII, 533 – 575.

4 Por ello Kant dice ”Su dominio, bajo la administración de los dogmáticos (…)” (Kant, CrPu AIX)

5 En la apertura de su Prólogo de la segunda edición de 1787, dice “Si la elaboración de los conocimientos pertenecientes al dominio de la razón llevan o no el camino seguro de una ciencia, es algo que pronto puede apreciarse por el resultado” (Kant, CrPu BVII) tómese el “llevan o no el camino seguro” el sentido de legitimidad al que me refiero.

6 Entre los requisitos esbozados para que los conocimientos llevan por camino seguro a las ciencias dice que “Cuando (…) la razón queda estancada inmediatamente de llegar a su fin (…) se puede estar convencido de que semejante estudio está todavía muy lejos de haber encontrado el camino seguro de una ciencia, no es más que un andar a tientas” (Kant, CrPu BVII), a saber, para que tales conocimientos tengan legitimidad en las ciencias, han de generar progreso en ella.

7 Kant, CrPu BXIV

8 Recordemos que para que haya legitimidad de tomar las riendas para impulsar el conocimiento científico ha de tener el requisito de progreso.

9 “Confieso con toda el alma que a la advertencia dada por David Hume es a lo que debo haber salido hace ya muchos años del sueño dogmático y el haber dado a mis investigaciones filosóficas en el campo de la especulación una dirección completamente nueva. […]” (Kant, Prolegómenos a toda metafísica futura,Prefacio (El Ateneo, Buenos Aires, 1950, p. 581-582).

10 Kant, CrPu AIX

11 Kant, CrPu A XII

12 Marx, por su contrario, pensaba que esto era una ilusión de los ilustrados, del poder para mantener su hegemonía, cuando en verdad la revolución es permanente. («Guillermo Lora (1968): Marx y la Teoría de la Revolución Permanente.» Accedido 11 de julio de 2024. https://www.marxists.org/espanol/lora/1968/jul27.htm.)

13 Dice Kant que con ciencia natural se refiere a la que se basa en principios empíricos (Kant, CrPu BXII).

14 Kant, CrPu B XIII

15 Kant, CrPu B XIV

16 Kant, CrPu B XVI

17 Kant, CrPu AX, BVIII

18 Contra lo que muchos piensan, en ambos prólogos se pueden apreciar bien cómo Kant no pretende destruir la Metafísica, sino revolucionarla, por ello está la metafísica en sentido dogmático y la metafísica en sentido kantiano, renovado o revolucionado, por así decirlo.

19 Kant, CrPu A XII

20 Kant, CrPu B XVII

21 “[…] en la medida en que ha de haber razón en dichas ciencias, tiene que conocerse en ellas algo a priori […] (Kant, CrPu B X)

22 Kant, CrPu B XVI

23 Kant, CrPu B XVII

24 Idem.

25 La teoría de la doble verdad.

26 Kant, CrPu B XXII

27 Idem.

28 Aunque sabemos que esto sólo duró un tiempo.