Discurso navideño del Rey: forraje para corderos. Por Jesús Aguilar Marina

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Año 2021. El Rey, en su habitual discurso de Navidad, dijo:

«La oligarquía está pretendiendo alcanzar todo el poder; en nombre de la Constitución se apodera de honores y de cargos, se enriquece gracias a las injusticias que comete, oprimiendo al ciudadano, y nadie se lo prohíbe. Por desgracia, yo he actuado como si fuera mudo y sordo; no hice caso de los lamentos de los oprimidos -como el reciente caso de las familias catalanas afrentadas-, ni salió de mis labios acusación alguna hacia nadie. ¡Vosotros, políticos y financieros de la casta, hicisteis todo lo que se os antojó, falsos revolucionarios podemitas, y jueces injustos! ¿Qué justificaciones podéis darnos ahora? ¡Cuántas lágrimas, cuánto sufrimiento inútil con la pandemia y cuánta sangre habéis hecho verter! ¡Y yo, lo reconozco, no soy inocente de esa sangre!».

¿Qué? ¿Que no dijo eso? ¡Ah, no! En efecto. Lo que dijo fue:

«¡Mi querido pueblo, dejado por Dios a mi cuidado! Invoco vuestro amor a Él y vuestro amor a mi persona. ¡Olvidad! El mal hecho ya no puede evitarse. Por mi parte sólo puedo impedir que en el futuro sufráis violencias y opresión. Olvidad lo que ha ocurrido, porque os juro que nunca volverá a suceder. Y los culpables serán juzgados por la buena justicia. Y condenados por sus delitos. Apartad de vosotros la enemistad y el odio y seamos todos amigos en el amor de la Patria y de Dios. Porque en los reinos donde hay justicia, Dios está presente. Y porque Dios, que ama la fe, más ama a la justicia. ¡En adelante, sustentados por ambos ideales, y de la mano de la Justicia, de la Educación, de la Verdad Informativa, con nuestros soldados y nuestros policías vigilantes y fraternos, yo seré vuestro principal juez y defensor! ¡España, Una!, ¡España, Grande!, ¡España, Libre! ¡Viva España!».

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¿Qué? ¿Que tampoco fue eso lo que dijo? ¡Ah, vamos, que todo ha sido un buen sueño! Pero, entonces, ¿qué es lo que dijo? ¿Nada? Nada de provecho, quieres decir… ¿Insustancialidades, buenismos? Es decir, sólo paja… forraje para corderos.

Terrible. ¿Cómo un Rey de España, con la que está cayendo, puede actuar así? ¿Cómo un soberano que se precie, puede desestimar a sus súbditos, y a sí mismo, de este modo?

Autor

Jesús Aguilar Marina: Madrid (1945) Poeta, crítico, articulista y narrador, ha obtenido con sus libros numerosos premios de poesía de alcance internacional y ha sido incluido en varias antologías. Sus colaboraciones periodísticas, poéticas y críticas se han dispersado por diversas publicaciones de España y América.