15/05/2024 14:54
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En tiempos tan acerbos como los que soportamos, aflora la hipocresía por donde no se espera. A modo de revelación la mierda emerge del cenagal más oscuro de lo miserable. Cuesta creer que escriba un artículo como este, aun consciente de que a veces hay que hacer lo que se debe hacer, inducido por las sorpresivas e ingratas circunstancias de la vida.

Vivimos tiempos críticos pero no es óbice para que los parásitos aprovechen la coyuntura con único interés ególatra. La actitud de las personas, sus actos, describe a cada cuál por la grandeza en el valor de los pequeños detalles. Asimismo, en los detalles se capta la bajeza del desalmado, aunque las florituras de un discurso interesado oculten a la persona tras benignas apariencias. De hecho, el Demonio se representa tras la apariencia de la belleza para solapar las deformidades del espíritu. Begoña Gerpe es ese reflejo de malignidad tras el escaparate de la función social que parece desempeñar en las redes sociales, siendo por sus actos un engendro de ensoberbecida iniquidad. Comprobado. Hay que estar muy pútrido en lo interior para actuar de modo tan desalmado como paso a describir:
En mal día mandé un mensaje a su página de Facebook, Begoña Gerpe Abogados, con la ingenua intención de alabar su función social que con inteligente oratoria desempeña en su canal de YouTube. La aportación de un discurso diligente para combatir los exabruptos del desgobierno socialcomunista me había llamado la atención y además me brindaba conocimiento de primera mano para contratar, si terciaba, los servicios de su despacho.
Le envié un lacónico y muy educado mensaje de cuatro líneas en Messenger, loando su función pública, paradójicamente como emergente influencer, le comuniqué mi deseo de Justicia por la muerte de nuestros padres, motivo de consulta; me despedí con atención, consciente de la valía del tiempo y le dejé un enlace a mis columnas «Cartas a mi Padre asesinado por Sánchez e Iglesias», un conjunto epistolar de 25 artículos publicados en un Digital como homenaje a él, que luego, por confusión al usar un móvil de reciente adquisición, resultó enviado un enlace como autor que tenía en El Correo de España. Sin poder rectificar lo mandado, di por bueno lo hecho a la espera de una respuesta que hubiese dado pie a la consulta por la contratación… Con la señal del Messenger comprobé que lo había leído. Con el paso de los días no hubo contestación, achacable a la disponibilidad de tiempo para hacerlo. Al poco me encontré con la sorpresa de haber sido bloqueado. Sin respuesta ni más ni menos educada, la muy afable abogada optó por el menosprecio incongruente y un bloqueo. No sé lo que pasará por la cabeza para tan estrambótica incoherencia, pero en la mía no pude evitar la mala sorpresa que me había deparado dirigirme a la influencer de marras hablándole de la muerte de nuestros padres. ¿A qué venía ese desalmado desprecio?
Nada como vivir las entrañas la tragedia para comprobar lo poco empática que es esta España egoísta y poco dada a la solidaridad, para saber cuan solitario es el peregrinaje por la obligada senda del drama personal, pero es vomitivo comprobar que gentualla, malnacidos en definitiva, desprecien el dolor ajeno de modo cruel y gratuito.

Los actos describen a las personas, cierto, pero ante la gravedad del juicio por esas acciones siempre cabe cerciorarse de que no haya malentendidos. En esa tesitura de conceder el beneficio de la duda, puse el siguiente comentario en algunos de sus vídeos de Youtube:

«Dirigido a Begoña Gerpe, abogada:
No me gusta la injusticia y soy consciente de que la Red puede originar involuntarios malentendidos, y con esa comprensión me dirijo a ti antes de pensar lo contrario y adjudicar absurda y cruel voluntariedad en la intención.
Así pues, si es un malentendido, por favor, házmelo saber. La apariencia es tan grotescamente cruel que cuesta creerla. Si hiciste lo que denuncio a sabiendas de ello, lo tomaré como una ofensa contra nuestros padres y, como tal ofensa, haré pública cruzada en Memoria de Ellos. Es surrealista que un mensaje loando tu labor pública se haya convertido, incoherentemente, en un insulto contra nuestro dolor. Recapacita sobre la crueldad de lo que expongo en el artículo. Sólo te pido consideración por el sufrimiento ajeno y respeto elemental».

Su respuesta: borrarlo. Lo que me lleva a pensar que es de la piel del Diablo con apariencia formal. A decir verdad, y siendo intuitivo fisonomista, lo lleva en la cara.

«Líbrame Señor de las aguas calmas que yo me libraré de las bravas». Hay que ser muy…. Pero las siembras se recogen y llorará ácido cuando se despida de sus seres queridos sin que ningún hijo de Satanás desprecie su dolor. Y que no se queje porque al menos podrá velarlos de cuerpo presente y en familia, a diferencia de la pesadilla vivida con el asesinato protocolario de nuestros padres, sin ser velados y enterrados en soledad. Despreciable Begoña Gerpe, métete solemnemente tu inicuo y desalmado desprecio por donde tercie.

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
https://www.linkedin.com/in/ignacio-fern%C3%A1ndez-candela-59110419/
LEER MÁS:  Rimas y Jetas: La muy pública Irene Montero contra Amancio Ortega. Por Ignacio Fernández Candela
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Anna Casaus

No conozco a Begoña, ni la «sigo». Lleva razón en lo que dice sobre los gitanos, y además es valiente al hacerlo.

De todos modos, sí da la impresión de que le gusta mucho posar ante las cámaras (tiene buena presencia) y lucirse, atusándose la melena…

lorena

Hola, he leído tu artículo y no sé ella, pero yo, no me he enterado de nada, es más, si dado el caso, yo te bloquease por error.. con tu mensaje en youtube no me estarías dejando nada claro lo que ha pasado… de hecho, parece una amenaza.. creo que yo también lo habría borrado..
ojo! no tengo nada que ver con esa señora, a mí me gusta lo que dice, pero ahí se queda todo. Esto es un simple comentario a tu artículo, que quizá, si esperabas otra reacción, tu modo de abordarlo no ha sido el más adecuado… quizá un mensaje del estilo de: «te escribí el otro día y creo que por error me has bloqueado, podrías ponerte en contacto conmigo para aclarar el malentendido?» habría sido más sencillo y efectivo.. pero lo dicho, es mi humilde opinión…
Por cierto, por el contexto imagino que has tenido la desgracia de perder a tus padres, lo lamento muchísimo…

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