21/11/2024 12:58
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Entrevistamos al historiador Rafael María Molina, colaborador de diversos medios digitales y autor del libro «Batallas olvidadas y claves ocultas de la historia de España» (SND editores, 2022) y que ultima un libro sobre la guerra de Cuba.

Sobre este tema existe una cierta confusión para mucha gente ¿Fue esclavista con los negros el imperio español igual que el resto de imperios como el británico o el francés? ¿O no lo fue?

La respuesta es que el imperio español sí que fue esclavista. Pero inmediatamente hay que añadir que la esclavitud en la América española era muy diferente a la de las colonias británicas, neerlandesas o francesas.

¿En que consistían esas diferencias?

En España la esclavitud estaba regulada desde el famoso código de Las Partidas de Alfonso X el Sabio, que durante siglos fue el principal código legislativo en España. Era un concepto de la esclavitud de origen romano pero debidamente cristianizado.

En las posesiones españolas de América se introdujo la esclavitud de africanos precisamente para evitar la de los indios, los cuales según las leyes españolas no podían ser esclavizados.

¿Cuáles eran las condiciones de los esclavos africanos en la América española?

En la América española los esclavos se concentraban básicamente en el Virreinato de Nueva España, o sea Méjico y Centroamérica así como en Cuba.

En la América española por ley los esclavos africanos y sus hijos tenían que ser educados en la Fe católica, lo que también significaba que en los días de fiestas religiosas tenían que ir a Misa y no trabajar. Las familias de los esclavos no podían ser separadas. Podían comprar su libertad o se la podían comprar Órdenes religiosas. No podían ser asesinados impunemente sin consecuencias legales y penales. Incluso podían casarse con personas libres con lo que inmediatamente pasaban a ser libres.

Si un dueño de esclavos tenía descendencia con una esclava esos hijos tenían que ser reconocidos y educados en la Fe. Los esclavos se compraban a traficantes extranjeros (incluso durante un cierto período en el siglo XVIII los ingleses tuvieron el monopolio de suministro de esclavos negros en la América española) porque estaba prohibido a los españoles ir a cazar y a comprar a los negros a África como hacían en esa época los ingleses, holandeses, franceses e incluso portugueses a gran escala.

¿Eran condiciones muy distintas de las del resto de colonias europeas?

Las diferencias legales eran enormes. En las colonias inglesas y holandesas, para la mentalidad protestante de esas potencias, los negros eran una raza maldita, descendientes de Cam, el mal hijo que se rió de su padre, Noé, al verlo borracho. Estaba prohibido educarlos en el cristianismo, las familias de esclavos eran separadas impunemente con mucha frecuencia, si se les asesinaba no había consecuencias penales. No podían comprar su libertad ya que estaba prohibido que poseyesen ningún tipo de bienes o dinero y era impensable que se pudiesen casar con una persona libre. Era igualmente impensable que si un dueño de esclavos tenía descendencia con esclavas como era muy habitual (fue el caso por ejemplo de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos) estos hijos fueran reconocidos como tales.

¿Estaban considerados los negros esclavos como personas?

Claro, esa es una de las grandes cuestiones. En la América española los esclavos tenían la consideración de personas y como tales habían de ser tratados. Mientras en las colonias inglesas, holandesas o francesas realmente eran poco más que animales de trabajo en la práctica.

Esto no significa tejer una leyenda rosa para sustituir a la Leyenda Negra y decir que la esclavitud era buena en la América hispana y mala en la inglesa. La esclavitud en la América española también era dura y a veces no se cumplían las protecciones legales. Igualmente en las colonias inglesas con el tiempo se suavizaron algo las condiciones y el trato a veces hacía que los amos se encariñasen con los esclavos sobre todo los del servicio doméstico pero el hecho es que mientras en la América hispana los negros esclavos eran considerados personas en la América anglosajona los negros carecieron de cualquier tipo de derecho hasta entrado el siglo XIX.

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¿Socialmente era muy diferente el papel de los negros?

La diferencia era abismal. Todas las limitaciones legales y morales citadas hacían precisamente que en la América española hubiese una gran cantidad de negros libres, algo que era casi desconocido en la América inglesa. Ello a su vez hizo que en la América hispana no se estableciese ningún tipo de discriminaciones de convivencia pública hacia los negros, mientras en las colonias anglosajonas había férreas leyes de segregación que en el Sur de los actuales Estados Unidos duraron, como es sabido, hasta casi los años 70 del siglo XX.

Los visitantes ingleses y norteamericanos de Cuba en los siglos XVII y XVIII siempre se asombraban de que los negros anduviesen por la calle mezclados con la población blanca y de que pudiesen entrar libremente en cualquier local (una taberna, una tienda, la iglesia…). También fue temprana en la América española la formación de milicias de soldados negros, con toda la respetabilidad social que ello comportaba. No es extraño que los esclavos africanos en las colonias inglesas de Norteamérica tratasen de escapar hacia las posesiones españolas.

¿Era la misma entonces la rentabilidad del trabajo esclavo en la América hispánica y en la inglesa o francesa?

No, y esta cuestión es muy importante. Dado que el imperio español tenía una cosmovisión católica, se mantuvieron durante siglos estas limitaciones legales y morales a la esclavitud africana, incluso a costa de que la rentabilidad para la Corona española de sus islas del Caribe fuese mucho menor que la de las islas inglesas o francesas, que eran auténticos emporios de riqueza azucarera, para sus metrópolis, basados en el trabajo esclavo masivo. En la América española la importación de esclavos estaba limitada y los esclavos eran muy caros. La consecuencia era que había muchos menos esclavos negros que en las islas inglesas o francesas.

En Cuba en el año 1760 había alrededor de 30.000 esclavos negros. Pueden parecer muchos pero hay que tener en cuenta que en Jamaica, la principal isla británica del Caribe en ese mismo momento había más de 450.000. Y en Haití, propiedad de Francia, había más de 500.000.

Sin embargo en Cuba sí se produjo un aumento masivo de la esclavitud durante el siglo XIX, ¿no fue así?

Así es. Hubo un año concreto que supuso un punto de inflexión. Fue el año 1762. En ese año, en el marco de la llamada Guerra de los Siete Años, La Habana y la parte occidental de Cuba, la más fértil para el cultivo del azúcar, fue conquistada por los ingleses después de una dura batalla. Entre 1762 y 1763 la Cuba occidental estará en manos de los ingleses y durante ese año los británicos llevarán a cabo una gran importación de esclavos negros para convertir Cuba en otro emporio azucarero sin límites legales.

Finalmente los ingleses se retiraron de Cuba en 1763 pero entonces la burguesía cubana, de origen peninsular, pidió con insistencia al gobierno español de Carlos III que levantara todas las prohibiciones y limitaciones a la importación de esclavos para convertir Cuba en un gran centro azucarero.

Los ministros de Carlos III, influidos por las ideas de la Ilustración que ponían el desarrollo económico muy por encima de motivaciones religiosas, aceptaron y en la década de 1780 se eliminaron todas las restricciones a la importación de esclavos.

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Ese fue el origen del boom azucarero de Cuba que pasó de estar muy rezagada en 1760 a liderar la producción mundial en 1820 y durante todo el siglo XIX. Los gobiernos liberales de España eliminaron las restricciones tradicionales y por primera vez hubo traficantes españoles de esclavos que fueron a buscarlos a África incluso cuando los ingleses prohibieron el tráfico de esclavos (después de haberlo liderado durante siglos) quedando la esclavitud en los estados del sur de los Estados Unidos y en Cuba.

De esta forma la Corona compensó en parte, desde el punto de vista económico, la pérdida del imperio continental en América. Se ha calculado que para la Hacienda española Cuba era en el siglo XIX más rentable que todo el antiguo imperio español continental en América con excepción de los virreinatos de Nueva España (México) y Perú, por las minas de plata, pero fue a costa de endurecer la esclavitud en Cuba.

En la década de 1860 había en Cuba casi 400.000 esclavos y esa fue una de las causas de la primera guerra separatista de Cuba, la Guerra de los Diez Años (1868-1878). La esclavitud en Cuba fue abolida por el Congreso de los Diputados de España a principios de la década de 1880.

En definitiva, ¿qué balance se puede hacer de esta cuestión desde el punto de vista español?
Se puede decir que mientras el imperio español mantuvo una orientación católica, es decir hasta finales del siglo XVIII, la esclavitud se ciñó a criterios morales conforme a la mentalidad de la época (hay que recordar que la Iglesia nunca había prohibido la esclavitud) hasta tal punto que durante mucho tiempo se sacrificaron los criterios de mera rentabilidad económica. No se trata de tejer leyendas rosas. La esclavitud era dura y es normal que hoy nos repugne. Pero en los territorios de España se organizó en torno a criterios claramente superiores moralmente a los del resto de potencias coloniales europeas. Al menos a los esclavos siempre se les consideró personas cuyas almas eran valiosas para Dios. En la América inglesa o neerlandesa hubieran sido imposible figuras como el santo catalán del siglo XVII San Pedro Claver, que dedicó su vida a la evangelización de los esclavos, comprando su libertad e incluso trabajando con ellos.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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Daniel A. Jaimen

La esclavitud española no sólo fue moralmente superior a la anglogringa sino que, además, es el concepto correcto de esclavitud. La esclavitud, dentro de ciertos límites, por supuesto, es buena y propia de un estadio de desarrollo económico más sencillo. La buena esclavitud beneficia tanto a la sociedad en su conjunto por domeñarse así fuerzas productivas, como al esclavo como ser desvalido, carente de capital propio e incapaz de gobernarse a sí mismo, que pasa ahora a ser educado en el valor del trabajo. Las misiones de California o las reducciones del Paraguay no tenían esclavos pero los nativos aprendieron que todo aquello que deseaban lo podían conseguir con esfuerzo diario. La esclavitud bien entendida es un trabajo forzado pero educativo de un menor de edad. Con la degeneración actual de masas urbanas y suburbanas postmodernas, es posible que tengamos que volver, un futuro no muy distante, a la esclavitud de blancos degenerados postfeministas.

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