Después de los amagos y las trampas para meter doblado un golpe de estado, el sindicato Solidaridad se une a la protesta de la voluntad popular para denunciar la deriva totalitaria que conlleva gobernar contra España por su desintegración territorial.
En tanto no se pronuncien otros callados que tienen el deber y la responsabilidad de defender el Estado de Derecho, para sus vergüenzas, el Pueblo es quien sale a a las calles para confrontar con una banda de criminales disfrazados de siglas políticas minoritarias y engrosadas por fraude electoral.
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Es una asquerosa vergüenza que los conservadores de VOX, el socialismo de los mercaderes, recurran al vomitivo populismo embustero, mentiroso, hipócrita y fariseo de instituciones ultra corruptas que, a lo largo de toda la historia, han demostrado ser inequívocamente terroristas y sanguinarias, los sindicatos:
1) No han creado ni un mísero céntimo de riqueza en ningún lugar y tiempo.
2) Han impedido la creación de riqueza y el trabajo honrado ejerciendo terror.
3) Han ejercido violencia y asesinatos sobre empresarios, «esquiroles» que no podían permitirse el lujo de dejar de ganar el jornal para mantener a su familia, e, incluso, miembros de otros sindicatos.
4) Han sometido a la masa de trabajadores a una dinámica de terror implacable, con chantajes, extorsiones, amedrantamiento, violencia y sangre. Son nido de todo tipo de delincuentes, asesinos y terroristas. Una lacra para todos los países, como las patronales, no menos criminales bandas de ladrones.
5) Han impedido poder trabajar a desempleados, incluso por salarios menores y peores condiciones, impidiéndoles sobrevivir, los muy malditos bastardos terroristas sindicales, que aún no han pagado sus incontables delitos y crímenes y ni que pagarán ni con sus propias vidas si algún día hay Justicia en la tierra.
6) Con todos los recursos públicos robados a trabajadores y no trabajadores con impuestos (robo) desproporcionados con los que han sido comprados por gobiernos de todo signo, jamás han tenido la mísera iniciativa honrada de crear empresas con sus afiliados y simpatizantes, competir con esos empresarios «explotadores», para arruinarles por codiciosos, y dar a sus trabajadores las condiciones que ellos mismos exigen a los demás, pero en cuya viabilidad bien claro que no creen en absoluto.
7) Han destruido instalaciones vitales, fábricas, maquinaria y recursos que han costado mucho restaurar allí donde más incidencia han tenido.
8) Han incitado al odio incontrolado y visceral contra todo el que se opone a sus cada vez más disparatadas exigencias.
9) Han puesto en peligro y dinamitado la prosperidad económica de naciones enteras.
10) Han frenado fatalmente las innovaciones técnicas desde su asqueroso cáncer ludista que los cerebros más enfermos, limitados y descarriados todavía creen a pies juntillas.
11) Su victimismo para lograr prebendas y recursos robados con impuestos es su forma de operar allí donde no tienen la mayoría del apoyo de los trabajadores, y, por lo tanto, de la violencia, pues no hay sindicato que no sea terrorista y violento contra los más pobres.
12) Han apoyado todas las causas contrarias a Cristo, pobre y célibe: son pro feministas, pro género, pro transexuales, pro corruptos de todo tipo, pro delincuentes, pro agenda 2030, pro lgtbi+ y pro enemigos de España, sobre todo en Cataluña y Vascongadas, y de toda nación donde aún sobreviven con una minoría aplastante de afiliados que ejercen dictadura sobre todos los sectores.
13) Sus líderes y liberados no solo no rinden ni aportan productividad alguna a las empresas, sino que no dejan que otros ocupen su puesto de trabajo. Parásitos de la peor clase chupasangres.
14) Son, junto a las no menos terroristas patronales, las organizaciones más salvajemente egoístas de la historia. Sin la más mínima piedad con los desempleados que sufren más que nadie su labor de terror y dictatorial por medio de sus terroristas negociaciones colectivas. Exigen subidas salariales cuando la juventud y millones de adultos están en paro, sin importarles en absoluto su desorejado egoísmo. En el sector público, la propiedad privada de socialistas, sindicalistas y malnacidos de todo tipo, no paran de exigir más dinero, aunque España esté arruinada y ganen el doble o triple del salario mínimo. No se puede ser más malnacido egoísta.
15) Su corrupción interna, denunciada incluso por muchos de sus miembros cuando no han sido favorecidos, no tiene límite moral alguno. Han robado incluso a cooperativistas de viviendas, han malversado miles y miles de millones de euros en putas, mariscadas, cocaínas y titos bernis de todo tipo. Son nidos de corrupción insaciable en todos los sentidos, solo superados por los partidos políticos a los que servilmente se inclinan. Sus crímenes contra la humanidad no los pagarán ni con su sangre derramada en su matanza como cerdos y su miserable vida.
16) En connivencia con las patronales, cercenan toda posibilidad de competencia libre, con empresas que contraten desempleados en peores condiciones, pues la negociación colectiva es el elemento más caciquil de la economía, para monopolizar el poder impidiendo la entrada a otras empresas y la competencia entre trabajadores o profesionales. No hay instituciones más satánicas que los sindicatos y las patronales, así como todos sus afiliados y sostenedores (Mt 25, 41-46).
17) Serían capaces de asesinar a cualquier persona que tratase de acceder al trabajo con un sueldo menor al que marcan sus convenios. Ni dejan vivir, matando de hambre a otros, ni trabajan ellos mismos, teniendo su despido, prohibición absoluta aunque sean un lastre para toda empresa que los sufre.
18) Son los mayores arruinadores de empresas y negocios. Centro de trabajo que tocan, centro de trabajo que corrompen. Siembran cizaña hasta el último aliento de su miserable existencia de anticristos.
19) Son codiciosos ciegos que no atienden a sensibilidad alguna, por mucho «compañero», «solidaridad», «unámonos en la lucha final», «proletario del mundo uníos», «compañerismo», «inclusividad», etc. Su grado de hipocresía farisea judía iguala a la de Caifás, Anás y compañía. Cuando a un trabajador lo despiden, se acabó la «solidaridad», el «compañerismo», las palabras de adulación «obrara» y demás fanfarria.
20) Son los mayores promotores de la indolencia, la pereza, el parasitismo y las arbitrariedades. Viven del dinero robado con impuestos, incluso a los parados a los que niegan la más mínima oportunidad, porque las aportaciones de sus miembros les harían desaparecer de inmediato (no suponen ni el 10% de los asalariados entre todos). No es que merezcan la pena de muerte en masa, ellos y sus beneficiados, que también son culpables ante Dios y ante la historia, sino que merecen el mismísimo infierno.
21) Los sindicatos UGT (socialista del PSOE) y CNT (anarquista) han sido históricamente un nido de genocidas asesinos y terroristas, principales responsables de la Cruzada Liberadora en España. Nunca pagaron sus derramamientos de sangre inocente. Y siguen sin pagar. Y ahora llega VOX y monta su sindicato, para los socialistas de derechas estos nuevos que han surgido con la pandemia del covid y sus inoculaciones fatales o no. Cada día queda más claro que socialistas son los rojos y socialistas son los mercaderes de derechas (ganancias para los empresarios, propietarios y accionistas, pérdidas a cargo del Estado que roba con impuestos). Rojos de izquierdas y rojos de derechas. Que Dios se lo pague como se lo han ganado.