11/05/2024 22:26
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Ya es muy conocida la narración de distintos pastores de distintas denominaciones “cristianas” que dicta que la Iglesia de Cristo no es la Iglesia Católica, porque la Iglesia Católica ha sido inventada por Constantino en el siglo IV d. C. en el concilio de Nicea. Esta afirmación es defendida por varios personajes, entre los cuales encontramos a Antonio Pérez Omister (https://www.diariosigloxxi.com/firmas/aperez), el cual tiene un artículo titulado “Constantino, el creador de la Iglesia Católica fue un emperador pagano que gobernó con mano de hierro” donde y el título pone en evidencia su postulado, a saber, Constantino es creador de la Iglesia Católica. ¿Es esto así?

  1. Problema

Los católicos tenemos por cierto que la Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo por ser creada por el mismo Dios y fundada por Cristo Jesús. Pero si decimos que la Iglesia Católica es creada por Constantino estaríamos negando toda creación previa a Constantino, de lo contrario él no sería el creador, sino uno anterior por lo que tendríamos el siguiente silogismo:

Modus Tollens

Premisa 1. Si la Iglesia Católica es la Iglesia fundada por Cristo, entonces no hay creación de la Iglesia Católica posterior a tal fundación.

Premisa 2. Pero hay una creación de la Iglesia Católica posterior a la fundación de Cristo, a saber, la creación de parte de Constantino.

Conclusión: La Iglesia Católica no es la Iglesia fundada por Cristo.

Ante tal modo de pensar, se plantea lo siguiente: ¿y bajo qué razones se tiene por verdadera la supuesta creación de la Iglesia Católica por parte de Constantino? Se podrá ver que en el artículo que plantea tal tesis no hay cita alguna en la que se pueda apoyar tal tesis al respecto, por lo que planteo lo siguiente: ¿ qué pasaría si existiera una referencia a la Iglesia Católica anterior a la creación? Pues tal creación no podría ser verdadera por:

  1. Si hay una referencia a la Iglesia Católica antes que la Creación de la Iglesia Católica por Constantino, entonces tal creación constantiniana es falsa, pues no podría haber referencia a algo antes de una verdadera creación de aquello.

  2. Si hay una referencia de la Iglesia Católica como la Iglesia de Cristo antes de la creación de la Iglesia Católica por Constantino, entonces tal creación constantiniana es falsa, pues sería su creador y fundador Cristo mismo.

  1. La Iglesia Católica antes de Constantino

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Respecto a la referencia de la Iglesia Católica antes de la supuesta creación constantiniana, y no sólo la referencia, sino que es propuesta como la Iglesia de Cristo, es real y la encontramos en el s. II d. C., escrita en el 110 d. C. por Ignacio de Antioquía, el cual es nada más y nada menos que un discípulo directo de San Pablo y San Juan, que conoció a Bernabé y fue nombrado obispo de la Iglesia en Antioquía. Él escribe en su carta a los Ermisnenses:

«Ὅπου ἐὰν φαίνηται ὁ ἐπίσκοπος, ἐκεῖ τὸ πλῆθος, ὥσπερ ὅπου ἂν ᾖ Ἰησοῦς Χριστός, ἐκεῖ ἡ καθολικὴ ἐκκλησία.» (n. 8)

Hópu eán phaínētai ho epískopos, ekeî tò plêthos, hṓsper hópou àn ê Iēsoûs Christós, ekeî hē katholikḕ ekklēsía.”

Tal como se puede ver, las últimas dos palabras son καθολικὴ ἐκκλησία que se leen katholikḕ ekklēsía, y si traducimos al español: “Iglesia Católica”.

Tal como analizamos, de encontrar una referencia a la Iglesia Católica antes de la supuesta creación constantiniana, entonces la creación constantiniana es falsa ya que existía antes, y ya que hemos encontrado una referencia del 110 d. C. entonces hemos de sentenciar con mucha razón que la proposición de que Constantino creó la Iglesia Católica es falsa.

Si traducimos el texto completo nos daremos con una sentencia mayor:

«Donde aparezca el obispo, que esté presente la multitud, así como dondequiera que esté Jesucristo, allí está la Iglesia Católica.»

Antes de proseguir, sugiero la justificación de la traducción:

Ὅπου ἐὰν φαίνηται ὁ ἐπίσκοπος: «Donde aparezca el obispo» es una traducción precisa de esta parte de la frase. «Ὅπου» se traduce como «donde», «ἐὰν» se traduce como «si» o «dondequiera que», «φαίνηται» se traduce como «aparezca» y «ὁ ἐπίσκοπος» se traduce como «el obispo». Juntando estas palabras, obtenemos la idea de que se está hablando de la aparición o presencia del obispo en un lugar.

ἐκεῖ τὸ πλῆθος: «que esté presente la multitud» es una interpretación de esta porción de la cita. «ἐκεῖ» se traduce como «que esté presente» o «que esté allí», y «τὸ πλῆθος» se traduce como «la multitud». Esto sugiere que la presencia del obispo está relacionada con la presencia de la comunidad o la multitud, pero no de cualquier multitud, sino que hace referencia a los miembros de la Iglesia de Cristo guiados por el obispo.

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ὥσπερ ὅπου ἂν ᾖ Ἰησοῦς Χριστός: «así como dondequiera que esté Jesucristo» es una traducción adecuada. «ὥσπερ» se traduce como «así como», «ὅπου ἂν» se traduce como «dondequiera que esté», y «ᾖ Ἰησοῦς Χριστός» se traduce como «esté Jesucristo». Esto compara la presencia del obispo con la presencia de Jesucristo.

ἐκεῖ ἡ καθολικὴ ἐκκλησία: «allí está la Iglesia Católica» es una traducción precisa de esta última parte. «ἐκεῖ» se traduce como «allí está», «ἡ καθολικὴ ἐκκλησία» se traduce como «la Iglesia Católica». Esta parte de la frase plantea que donde está Cristo, está la Iglesia Católica.

Justificada la traducción que presento, hemos de fijarnos en dos detalles:

  1. La figura de Obispo ya existía en aquel tiempo, no fue creación de Constantino.

  2. La figura de la Iglesia Católica como la Iglesia donde está Cristo hace referencia a que la Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo, y si lo es, es creada antes de Constantino.

  1. Conclusión

El análisis y la evidencia textual del texto de San Ignacio, del año 110 d. C., nos lleva a una afirmación sólida: la Iglesia Católica no es una creación de Constantino y ni siquiera el título de obispo fue creado por él. Es más, con el texto ignaciano se confirma también que para los primeros cristianos la iglesia de Cristo es la Iglesia Católica.

No dejemos que nos cuenten nuestra historia, menos la de la Santa Madre Iglesia.

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Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Lo mejor de este artículo es el enlace al artículo que quiere refutar. Este último artículo, efectivamente, exhibe un titular que es literalmente falso pero el contenido es muy bueno y vendría a demostrar que bajo Constantino sí se gestó la Iglesia Católica tal y como la conocemos hoy en día en multitud de respectos clave tanto doctrinales como políticos, aunque existiese antes bajo una forma u otra. Por tanto, apuntar a la falsedad del titular del artículo referenciado es una victoria pírrica y su desglose de ese modus tollens y de esas premisas una impertinencia infantil. Hubiera bastado con mencionar el Concilio e Elvira. Más importante para la crítica del catolicismo sería ver cómo la enseñanza católica procede históricamente de la síntesis malabarística de un tal Paulo de Tarso y no de unas escrituras o de una revelación de otro tipo.

Hakenkreuz

El ateísmo no existe. No existen ateos por mucho que se desgañiten en decir que son ateos, lo que existe es soberbios narcisistas ególatras que no pueden soportar vivir sin saber que Dios solo hay uno, santísima Trinidad, y que no son ellos, aunque quisiesen recibir la misma adoración que recibe Dios, siendo el centro de la vida de toda la humanidad. Eso es la definición de ateo, el que no soporta no ser Dios.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Salmos 14: Dijo el necio en su corazón: no hay Dios. En eso estén de acuerdo católicos, musulmanes y Apolonio de Tiana. Es decir, de esa «creencia» (no es una creencia o no debiera serlo sino una comprensión de la realidad última) no se sigue la creencia en la Trinidad; que, por otra parte, habría que ver que significa realmente y más cuando el papel del Espíritu Santo es de lo más borroso.

Azul

«Id por todo el mundo y predicad la Buena Nueva a toda la Creación» ( Marcos 16,15).
«Y ellos salieron a predicar por todas partes,,,,» ( Marcos 16, 20)
Y ese es el origen de la Iglesia Católica..

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Salvo que el Evangelio no es un libro de historia, salvo para Testigos de Jehová u otros deshonestos parlanchines predicadores.

Hakenkreuz

La Santa Iglesia Católica Apostólica tiene su acto fundacional en Cesárea de Filipo, cuando el Señor, a la pregunta a sus apóstoles sobre quién creían ellos que era Él, callaron. Entonces Simón (Pedro) tomó la palabra para proclamar que Jesús de Nazaret es el Cristo, el Hijo de Dios vivo. El Señor bendice a Pedro porque esa revelación viene del Padre y del Espíritu, no de la carne (no es revelación mundana interesada o política), le confirma en su nombre (Cefás, Pedro) y afirma que sobre él, la piedra fundacional, edificará su Iglesia imperecedera, sobre la cual ni las puertas del infierno prevalecerán (por cierto, muchas de las decenas de miles de sectas protestantes ya se han extinguido, signo inequívoco de herejía plena). Ese es el acto fundacional de la Santa Iglesia Católica Apostólica, la de Jesucristo Nuestro Señor, totalmente diferente a la fundación de sectas herejes y cismáticas como las de Focio, Cerulario, Lutero, Calvino, Enrique VIII, Felipe IV el hermoso (de Francia), Marsilio de Padua, Wiclef, Hus, hansenitas, etc., por mucho que sus seguidores traten de engañar con otra falsa doctrina a los más incautos e ignorantes.
Además, el propio Señor afirma que el Reino será dado a otros pueblos porque los judíos no lo recibieron. Por eso su carácter de católica ya viene impreso en los mismos santos Evangelios. Esto es algo que suscitó dudas incluso en san Pedro, cuando inicialmente se resistía a bautizar al centurión Cornelio y tuvo que ser corregido por el Espíritu Santo Paráclito. Pero el carácter católico o universal de la Santa Iglesia de Jesucristo Nuestro Señor, la Católica Apostólica, ya viene confirmada por el propio Señor. Además existen una serie de cartas católicas de los apóstoles Santiago, Pedro, Juan y Judas Tadeo al final del NT que rubrican el carácter católico de la Iglesia, que no es otro que universal, pues la salvación y la redención es ofrecida a la totalidad de la humanidad, aunque por desgracia no pocos la desprecien encaminándose a su perdición eterna si no se arrepienten sinceramente.

Desafortunadamente, los ortodoxos, protestantes y anglicanos, cismáticos a conveniencia de intereses mundanos y políticos, han arrancado de sus biblias estas cartas fundamentales de la fe, pues a esos cismáticos separados de Dios no les interesa la Palabra de Dios, sino la instrumentalización mundana y política que de ella quieren darle (subjetivismo o relativismo moral), actuando así como los judíos fariseos viñadores homicidas, que instrumentalizaron el culto que el Señor les dio en heredad desde el éxodo por medio de Moisés, el cual instrumentalizaron (e instrumentalizan hoy) a su propia conveniencia, desobedeciendo a Dios e incumpliendo su Santísima Voluntad (véase capítulos 5, 6 y 23 del Evangelio de San Mateo, para constatar esa instrumentalización judaica de la Palabra de Dios a la que de ningún modo estaban ni están dispuestos a renunciar, incluso llegando a asesinar en la cruz a Dios mismo encarnado que se lo recordó en sus continuos enfrentamientos) . Por eso atacan a la Santa Iglesia Católica Apostólica, la de Jesucristo Nuestro Señor, con todo tipo de falacias, herejías y mentiras abyectas como ésta. Y más cuando cada vez es mayor la cantidad de personas normales e inteligentes que, con un acceso mayor al estudio del Nuevo Testamento serio, comprueban sin prejuicio o complejo alguno y con sencillez y humildad, que Jesucristo no tiene otra Iglesia que la que Él mismo fundó, la Católica Apostólica, y de la que quería su unidad como la gallina quiere reunir a los polluelos bajo sus alas, y no cismas por intereses mundanos y políticos provocados por los que ni conocen, ni aman, ni adoran, ni tienen santo temor a Dios.
Constantino, además, no fue cristiano en absoluto siquiera hasta el final de su vida, sino que se vio obligado a publicar un decreto de tolerancia religiosa en 313 para obtener apoyo militar cristiano (ante la evidencia inequívoca de una mayoría de población cristiana por aquel entonces en todo el Imperio), en sus luchas sucesorias para ser proclamado César.

Es una tendencia atea, necia y manipulada muy constatada y repetida hoy, identificar la Santa Iglesia Católica Apostólica de un modo exclusivista, a modo de institución, hacienda o dominio, con papas, cardenales, arzobispos, obispos, políticos, jefes de estado, reyes (como Constantino, p. ej.) y magnates, como si la Iglesia fueran ellos y nadie más y ellos y solo ellos tuviesen voz y doctrina, excluyendo de ella, como si nada tuviesen que decir o como si no contasen en absoluto, su Santísima Cabeza, que no es otro que su Fundador, Jesucristo, que sigue expresándose por medio de sus elegidos o por medio de la Santísima Virgen María, el Espíritu Santo Paráclito, que se manifiesta por medio de santos y místicos como antes lo hizo por los profetas, además de todo el rebaño del Señor, compuesto por miles de millones de fieles del presente y pasado (nuestra fe es fe de vivos, no de muertos) que conocen, aman y adoran a Dios de corazón, porque lo tienen como razón imprescindible y fundamental de vivir, además de innumerables santos, santas y mártires de todos los tiempos, que han sido guía y ejemplo entrañable para todas las generaciones de católicos y conversos, motores auténticos de mejora de toda la Iglesia con sus incomparables aportaciones, independientemente de la cruz, sufrimiento, crisis y persecuciones que hayan tenido que padecer y padezcan en la actualidad. La Iglesia Católica es cuerpo. Y su cabeza es Cristo, no un papa o un prelado, sino Cristo mismo. Se bautiza, se confiesa uno, se toma parte en el Sacrificio Eucarístico, se confirma uno, se administra la unción de enfermos, se contrae matrimonio o el orden de vida consagrada en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, no en el de Cefás, Pablo, Apolo o cualquier papa, prelado, rey, emperador, magnate o poderoso.

antonio parra galindo

No. La SRI es una creación merovingia de Carlomagno, trono y altar vayan unidos. Constantino IN HOC SIGNO VINCES creó la verdadera iglesia de Xto en consonancia con la tradición apostólica. El Vaticano es un centro de poder, que se arroga la representación de Cristo en la tierra y el papa de Roma no es más que un obispo si se quiere un primus inter pares, de carácter cismático con respecto a Constantinopla. La cosa se echa de ver con las prevaricaciones del actual obispo de Roma, un judío de la sinagoga bonaerense Derribos Bergoglio o don Pancho culo magno y cara de asno. Agente del NOM, responsable de la guerra de Ucrania que es una guerra contra el único estadista cristiano que queda en el mundo: Putin el calumniado por el nuevo orden judaico nazista sionista norteamericano

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Bien.

Geppetto

NO la Iglesia es de Dios Nuestro Señor
Pero que su difusion y estabilizacion en el Impero Romano fue cosa de Constantino es sin duda cierto

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