Abre tu culo (negro) y se abrirá tu mente. Por Luys Coleto

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A cuenta del putrefacto sainete de la viruela del mono, el facherío hispano, presentes calendas, excitado, muy excitado, más que un mandril en celo, porque de supuestos y reales simios (dizque humanos) va la cosa. En vez de denunciar la nueva farsa vírica, venga, hala, a vincular todo con negros y, preferentemente, homosexuales.

Tras necesarias denuncias, se esconde la patita del lobo

En vez de apuntar a la luna, pues eso, el dedo (en el ano, claro). Cual dicterios contra funestas y liberticidas y totalitarias leyes feministas, de género y elegetebeí: tras la razonable denuncia de tal dementes e inhumanas legislaciones, se emboscan genuinos (y muy nutridos) homófobos y racistas. Nada nuevo bajo el sol, salvo el legalista y perfumado nuevo embozo.

Virus de la viruela del mono, otra farsa más para «resetear» el mundo. Como la astracanada Sida: el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) no existe al no haberse podido, cuatro decenios después, ni aislarse ni secuenciarse. La historia se repite, tan marxistoide todo: ora «tragedia», ora farsa.

De antisistema a 100% prosistema

Sodomitas, invertidos, transgresores, rompepatrias…Lo que tú digas, majo. Desobediencias sexuales, por ejemplo. Misionero, procreación en lontananza, ¿único horizonte erótico? Hogaño, obvio, vampirizados por el maltusiano y transhumanista y hegemónico discurso mainstream. Tontos útiles, sin más, negando la mismísima realidad (biológica, por ejemplo). Lo mismito que sucede con el despiporre de la inmigración masiva de las tres últimas décadas. Sustitución étnica, pues…Hacia el mestizo andrógino transhumanizado.Y más allá.

…Y el totalitario y fariseo zurderío, hasta hace un telediario, ídem de lienzo, igual de siniestramente homófobo (y más putero aún) que los diestros (¿diestros en hipocresías?). Como Morfeo, para salir de la Matrix cutre fachosa, sugerencia. En fin.

Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.

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