Xavier Arzalluz Antia en alusión a ETA declaró que unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces. Xavier Arzalluz porfió toda su desperdiciada existencia para que su actividad política, basada en la tibia hipocresía de quien no empuñando armas impulsaba la inspiración asesina para conseguir objetivos independentistas, recogiese las nueces después de que ETA agitase el árbol sanguinario de una Euskal Herria libre asesinando en tiempos de la democracia a 1.000 personas durante décadas, sembrando el terror de una disconformidad organizada con tiro a la nuca, bombas lapa y cuanta cobardía les asegurase la huida después de asesinar por la espalda a sus indefensas víctimas. Xavier Arzalluz habrá comprobado que dedicar toda una vida a un hermoso pedazo de tierra en un orbe finito inmerso en un Universo en expansión es una soberana insensatez que sólo se descubre, demasiado tarde, cuando hay motivos sobrados para revolverse en una tumba. Porque la conciencia es un don, un preciado tesoro en vida para quien la posea, una oportunidad para quien la merezca. No siendo de lo peor el hipócrita Arzalluz, el efímero iluso, alguno pensará que brinca de contento al saber que su amado PNV recogió las nueces de ETA gracias a que Pedro Sánchez terminó de sacudir el árbol de la discordia; ¿brincando allá donde unos y otros protagonistas de estas codicias desalmadas van a desembocar cuando confiadamente crean haber culminado con la suciedad terrena sus ambiciones para luego descansar en paz? No. No hay descanso para Arzalluz y no lo habrá para los orquestadores y encubridores del asesinato ni para los manipuladores de la historia. Sánchez se revolverá en una tumba aún más profunda, abismada el alma hacia el infierno de la incertidumbre con el último suspiro, junto a los criminales a los que ha premiado.
Los resultados de la elecciones vascas demuestran que los votantes indecisos, incapaces entonces de apoyar un proyecto político construido sobre inocentes asesinados, se han justificado en el voto por el blanqueamiento que el PSOE ha hecho de los representantes de ETA. Por conveniencia y codicia, además de por la herencia genética que el socialista de hoy en día lleva en la mala sangre emulando a los forajidos del pasado. Si alguien tenía entonces algún impedimento para apostar por los herederos del terrorismo, desde La Moncloa prostituida han transformado el supuesto cargo de conciencia en una normalidad política, depositando papeletas manchadas con sangre indeleble e invisible para el relativismo moral. Ya nada impide apoyar al asesino si éste está justificado. Así de sencillo es engañar a las consciencias más débiles.
Entonces ETA era ETA y mantenía unas raíces políticas con apariencia de reivindicación pacífica no sin evidenciar que se trataba de los mismos. El PNV celebraba con simulada contrición pública cada paso que el terrorismo avanzaba dejando las huellas sangrientas de una meta conjunta. Todo quedaba en casa. Por entonces la sociedad española era libre e igualitaria, se procuraba un consenso pacífico aun con el exabrupto nacionalista; y era tal el arriesgado placer de la democracia esgrimir argumentos tan dispares como antagónicos que al final lo aprovechó el partido socialista para sacar rédito oportunista y terminar de sacudir el nogal para que el nacionalismo conjunto, el denominado radical y no menos radical ala peneuvista, alcanzaran sus objetivos con la práctica de un cambalache que sólo un sinvergüenza sin conciencia podía habilitar transformando La Moncloa en un comercio de servicios indecentes. Cuando Sánchez accedió al poder de modo torticero, seguía el plan en las sombras iniciado por Zapatero de anatematizar la España normalizada y santificar a sus enemigos con pactos ocultos. Santificar no sin antes blanquear la violencia y transigir mediante el disimulo y el engaño, el poder a los antaños asesinos hoy contentados después de un largo bagaje de mentiras públicas, pactos secretos y oscurantismos que remontados hasta hace veinte años apuntan hasta las oscuras tramas del 11-M, donde unos y otros participaron en un juego macabro de trileros para confundir a la sociedad que, en tropel y estimulada por una matanza, convirtió en presidente de Gobierno al miserable Zapatero. De hecho, ETA debe al hoy desenmascarado bolivariano, el cumplimiento de la hoja de ruta pactada que implicaba la demonización paulatina de la España democrática, de la ejemplar Transición cuando lo parecía, y de cuanto devenía después de la época franquista, desvirtuando la convivencia y tachando como origen dictatorial décadas de convivencia que la banda terrorista azotó, estando hoy en día justificada moralmente la violencia que desató en un sociedad pacificada que las nuevas generaciones han olvidado.
La inescrupulosidad y la ignorancia de los jóvenes manipulados; la ingeniería política y social desplegada desde La Moncloa desarmando el Estado de Derecho y la ausencia de los exiliados por la violencia rutinaria y la hostilidad latentes, han brindado un impulso a Bildu en lo que es un hito más de la culminación de los planes socialistas para aprovechar las disensiones a su favor, poniendo como precio la desintegración territorial. Cataluña espera la oportunidad conjunta. El sembrador de cizañas Arzalluz debe de estar aplaudiendo con las orejas desde el infierno, recogiendo sus nueces envenenadas. Vender el alma al Diablo durante la vida terrena tiene precio después de muerto. A los otros los esperan terminada la escenificación de los triunfos y las glorias efímeras. Vanidad de vanidades y sólo vanidad. Qué mala es la ausencia de conciencia, la gran triunfadora de las elecciones vascas.
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LAS ELECCIONES VASCAS HAN SIDO UN FRAUDE. LA EMPRESA INDRA HA AJUSTADO EL RESULTADO A LA CONVENIENCIA Y DICTADOS DE SANCHEZ. LOS PARTIDOS POLITICOS ESTAN AMORFINADOS Y NO SE DAN CUENTA DE NADA.
UN EMPATE ENTRE PNV Y BILDU, HUELE QUE APESTA, PARA PODER SEGUIR EN LA MONCLOA. NADIE HACE NADA. NO SE IMPUGNA PARA AUDITAR LAS ACTAS REALES CON LOS RESULTADOS Y SACAR LAS CONSECUENCIAS Y LLEVAR A LO PENAL ESTO.
SALUDOS
Prohibido hablar de Pucherazos Soros-Indra. El próximo viernes se dan los escrutinios generales provinciales, actos públicos que según la ley electoral son el único lugar donde se puede conocer el resultado de las elecciones. Los que vayan a este acto comprobarán que no se suman los votos de las actas de las mesas junto aunque no se lo crea así es y puede comprobarlo personalmente yendo. Podrá comprobar que este gobierno vasco es ilegal