16/05/2024 04:55
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1- Hace 500 años, completamente rodeada por el cruel y sanguinario imperio azteca (como lo estaba Berlín occidental de la Alemania del este), había un pequeño estado dirigido por un senado, un parlamento del que podía formar parte cualquier ciudadano, sin importar su origen, que se hubiera destacado en la defensa del país. Nos referimos a la fiel y valiente República de Tlaxcala.
2- ¿Por qué eran tan importantes para los tlaxcaltecas lo méritos militares? Tenochtitlan les hacía pagar muy caro su resolución de ser libres a cualquier precio, no les permitían comerciar con ninguno de los pueblos vecinos, además, varias veces al año los aztecas atacaban las poblaciones fronterizas con la finalidad de capturar miles de personas que luego sacrificaban en honor a sus dioses. Esta situación de amenaza constante hizo de la pequeña República insumisa, la Esparta mesoamericana.
3- Un buen día llegan a las puertas de la república guerrera hombres venidos de tierras muy lejanas, de piel blanca y cubiertos de metal, y aunque en un principio algunos de los jefes tlaxcaltecas desconfiaron de los extranjeros, terminaron convenciéndose de que eran la solución para terminar con el genocidio al que estaban sometidos por los mexicas, formándose así una poderosa alianza, de igual a igual, de poder a poder; una valiosa unión de igualdad, respeto y confianza mutua entre españoles y tlaxcaltecas.
4- Y gracias a ese pacto fueron los hidalgos y guerreros tlaxcaltecas la punta de lanza del ejército de Hernán Cortés, la guardia de corps de los españoles; fueron el escudo viviente que detuvo valiente, una y otra vez, las furibundas embestidas de decenas de miles de guerreros aztecas durante los 18 días que duró la batalla por Tenochtitlan. Los hombres y mujeres de Tlaxcala fueron la parte principal del ejército imperial que hizo posible el nacimiento de una Nueva España en el continente americano.
5- Pero no se detuvo aquí el importantísimo papel de los tlaxcaltecas en la construcción del imperio español en el nuevo mundo. Fueron los primeros que asumieron el cristianismo y lo llevaron allí donde se les encomendó asentarse. Además,  los hidalgos y guerreros de Tlaxcala integraron el grueso de las tripulaciones de Legazpi y de Urdaneta, fueron quienes hicieron posible y viable la conquista de Filipinas, permitiendo con ello la primera globalización. Muchos de los hidalgos españoles que empuñando roperas vencieron a las catanas samurai en la mítica batalla de Cagayán eran tlaxcaltecas. También encabezaron el ejército imperial que unió a la corona española todo el norte de México, incluidos los inmensos estados de Texas y Nuevo México (de los EUA), inclusive, formaron parte de la expedición, que comandada por Pizarro, venció al imperio Inca, anexando así el Perú al imperio español.
Conclusión: amigos, disculpad que hoy me haya tomado la libertad de rendir homenaje al pueblo valiente que se fundió con el nuestro para hacer posible aquel gran empeño de unir dos mundos y para hacer realidad la noble meta de extender un Imperio de progreso, cultura y civilizacion por las tierras de América.
¡GLORIA ETERNA A LA REPÚBLICA DE TLAXCALA!.
¡VIVA ESPAÑA!

Autor

Hernan Perez Ramos
Hernan Perez Ramos
Hernán Pérez Ramos es un acertado analista sociopolítico caracterizado por su laconismo sustancial que brinda una comprensión diáfana de las situaciones que revisa en su apartado de ÑTV ESPAÑA: Análisis a vuelapluma.

Es un experto en Raíces Biológicas de los comportamientos humanos y autor de un libro con una nueva teoría de la evolución humana.

 
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Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Muy cierto todo pero hay una faceta desconocida de esta república para la mayoría. Resulta que, según algunos autores, es posible que Tlaxcala hubiese podido haber sido incorporada al Imperio Mexica pero éste decidió no hacerlo porque Tlaxcala no tenía riquezas que ofrecer en tributos y para los mexicas era mejor tener cerca del centro de su imperio una reserva de guerreros que capturar en sus guerras floridas, así un lugar próximo donde su juventud pudiera continuar con la tradición guerrera mexica, en lugar de darse a la molicie. Lo curioso es que puede ser que haya habido un cierto acuerdo tácito o secreto entre los dirigentes del Imperio Mexica o de la Triple Alianza y los dirigentes de Tlaxcala; lo que explicaría que estos últimos asistiesen disfrazados de mexicas al sacrificio ritual de guerreros tlaxcaltecas capturados por los mexicas.

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