17/09/2024 07:57

Si bien han sido muchos los pensadores que han teorizado sobre la realidad, en relación al tema que en este artículo nos ocupa resulta particularmente relevante el planteamiento de Immanuel Kant. Así, el filósofo prusiano en su “Crítica de la razón pura” estableció la distinción entre el noúmeno o la “cosa en sí” y el fenómeno o la “cosa para nosotros”. Con la expresión la “cosa en sí” Kant se refiere a la realidad independiente de cualquier tipo de representación derivada de la experiencia sensible, siendo por ello incognoscible para el ser humano. Por su parte, la “cosa para nosotros” es para Kant la apariencia que adoptan los objetos que componen la realidad al ser percibidos por nuestros sentidos, constituyendo por ello el campo de conocimiento humano.

Dentro de nuestro fenoménico campo de conocimiento nos encontramos con la realidad físico-química estudiada mediante el método hipotético deductivo por las llamadas ciencias naturales, con la finalidad de obtener un conjunto de conocimientos racionales, ciertos y probables mediante la observación y la experimentación, de tal forma que las teorías científicas elaboradas son capaces de explicar la realidad fenoménica y hacer predicciones en relación a futuros eventos.

A su vez, dentro de nuestro campo de conocimiento nos encontramos con las ciencias sociales, las cuales, mediante análisis psicométricos, encuestas demoscópicas y técnicas cualitativas de investigación, nos permiten adentrarnos en el proceloso mundo de la estructura y costumbres de la sociedad en sus más diversos aspectos. Dentro de las ciencias sociales nos encontramos con la ciencia política, la cual tiene por objeto de estudio la estructura, organización y funcionamiento del poder, así como su relación con la sociedad civil. Obviamente, la posibilidad de variaciones sustanciales en relación a cada uno de los aspectos anteriormente mencionados determina la existencia de distintos sistemas políticos, entre los cuales cabe destacar en la actualidad el liberalismo, el comunismo y el socialismo del siglo XXI. Así, desde un punto de vista antropológico el liberalismo apuesta decididamente por la libertad individual, mientras que tanto el comunismo como el socialismo son esencialmente colectivistas; a su vez, desde el punto de vista económico el liberalismo se muestra a favor del libre mercado, el comunismo defiende la economía planificada y el socialismo aboga por el estatalismo asistencialista; finalmente, desde el punto de vista político el liberalismo respalda la democracia representativa, el comunismo propugna la dictadura del proletariado y el socialismo acaba por desarrollar lo que se ha dado en llamar democracias iliberales, básicamente caracterizadas por la celebración de elecciones manipuladas, eliminación del Estado de Derecho, supresión de las libertades civiles y ausencia de medios de comunicación independientes.

Dado que la adhesión a una u otra forma de sistema político depende en gran medida de planteamientos meramente subjetivos, cabe establecer las bondades de cada forma particular de régimen político en función de los resultados cosechados en el ámbito socioeconómico en los distintos países donde cada uno de ellos ha triunfado. Así, en los países liberales todos los indicadores socioeconómicos señalan que la libertad y la prosperidad constituyen sus principales señas de identidad. Por su parte en lo que hace referencia a los países comunistas baste decir que han causado, bien mediante los asesinatos en masa o bien mediante la hambruna provocada por sus políticas, la muerte de más de 100 millones de personas. Finalmente, aquellos países donde ha triunfado el socialismo del siglo XXI se han extendido como la pólvora tanto la opresión como la miseria. Así, por ejemplo, en la Cuba castrista, según un informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, prácticamente el 90% de los cubanos viven en una situación de pobreza extrema, razón por la cual no debe extrañar que Cuba se haya convertido en un enorme prostíbulo del que resulta prácticamente imposible huir. Por su parte, en la Venezuela del binomio Chávez-Maduro más del 50% de la población vive en una situación de pobreza, razón por la cual alrededor de 7 millones de personas se han visto en la necesidad de abandonar el país durante la última década.

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España, desde la llegada al poder de Pedro Sánchez, parece seguir la senda de las dictaduras latinoamericanas, de tal forma que actualmente, según los datos publicados por Eurostat, un 26% de la población esta en situación de pobreza o riesgo de exclusión social, convirtiéndose en el tercer país de la Unión Europea con mayor número de pobres, viéndose tan solo superada por Rumanía y Bulgaria. Obviamente estos demoledores datos han llevado al psicópata monclovita, grotescamente impulsado por sus ansias de poder, a intentar imponer en el seno de la sociedad española un relato esencialmente falsario mediante la manipulación de la realidad observada, para de esta forma promover un estado de opinión entre la ciudadanía favorable a sus propios intereses, por deplorables que estos puedan llegar a ser. En definitiva, puede decirse sin temor a equivocarse que P. Sánchez pretende matar el dato mediante el control del relato.

Así, el Gobierno socialcomunista tras colonizar las instituciones del Estado y poner a su servicio los medios de comunicación públicos, ahora pretende controlar también a los medios de comunicación privada mediante la promulgación de una orwelliana “Ley de regeneración democrática”, que en realidad no es otra cosa que una ley de degradación de la libertad. En este sentido cabe señalar que los principales objetivos de dicha ley son, por un lado, censurar a todos aquellos medios que pretendan informar a la ciudadanía de los desmanes cometidos por el gobierno socialcomunista y la familia presidencial y, por otro lado, recompensar a aquellos otros medios que aplaudan sus iniciativas por descabelladas que están sean y contribuyan a desprestigiar a los principales líderes políticos de la oposición y a desacreditar a todos aquellos jueces que se atrevan a juzgar las tropelías presuntamente cometidas por el entorno familiar del autócrata monclovita.

En consonancia con estos sórdidos objetivos, en un soporífero discurso en el Congreso de los Diputados plagado de mentiras y falsas acusaciones dirigidas a todo aquel que se opone a sus espurios deseos, P. Sánchez fue desgranando cada una de las medidas que piensa tomar para implementar tan antidemocrático plan. Así, en primer lugar, señaló la creación de un fondo de 100 millones de euros a cargo del Estado para favorecer la digitalización de los medios de comunicación, lo cual no deja de ser la excusa perfecta para comprar la voluntad de los medios y de esta forma convertirlos en entidades especializadas en la defensa a ultranza del entramado sanchista, por más que la actuación de sus miembros sea incompatible con las más mínimas normas de decencia. A su vez, en segundo lugar, vino a decir que con la finalidad de acabar con los bulos informativos crearía una suerte de Ministerio de la Verdad, compuesto por un grupo de censores nombrados por el propio Gobierno socialcomunista, pudiendo por ello inferirse sin necesidad de análisis exhaustivos que lo que en realidad subyace a este intento censor es la pretensión de amordazar a los medios de comunicación beligerantes con la deriva totalitaria y corrupta emprendida por P. Sánchez. Por lo tanto, en conclusión, solo cabe afirmar que todo el supuesto plan de regeneración no constituye otra cosa que un intento de control y manipulación de los medios de comunicación, así como un ataque frontal a la libertad de expresión y de información, a pesar de estar ambas amparadas tanto por la Constitución Española (artículo 20) como por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (artículo 11).

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De hecho, ya hemos podido observar cómo los medios de comunicación afines al sanchismo llevan tiempo desarrollando una campaña de acoso y derribo contra los jueces que están investigando tanto a la esposa como al hermano de P. Sánchez, por considerar, sin conocimiento de causa, que las acusaciones son infundadas en ambos casos. Sin embargo, los hechos son contundentes y en relación a Begoña Gómez resulta evidente que sus amistades peligrosas, su turbios negocios y su desmesurada ambición la han llevado a ser imputada como presunta autora de sendos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, debiendo añadirse a ello la denuncia interpuesta por la Universidad Complutense de Madrid por apropiación indebida. Por lo que respecta a David Sánchez nos encontramos con que la Diputación de Badajoz le concedió a dedo un puesto de coordinador de los Conservatorios de Música, dándose la particularidad de que, a pesar del jugoso salario que recibía, el “hermanísimo” tuvo a bien abstenerse de trabajar -como ha demostrado fehacientemente la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil- y aminorar su carga fiscal empadronándose en Portugal, no debiendo por tanto resultar extraño que tan maliciosa actuación haya provocado el que actualmente se encuentre investigado judicialmente por tráfico de influencias, malversación y fraude fiscal. Todo lo expuesto justifica plenamente el que cuando pienso en el entorno familiar del psicópata monclovita me vengan a la memoria las peripecias de Rinconete y Cortadillo tan maravillosamente narradas por Miguel de Cervantes.

Para terminar, no puedo estar más de acuerdo con el despectivo gesto que Dani Carvajal dedicó a P. Sánchez en el acto de recepción de la selección española de futbol en el Palacio de la Moncloa, ya que dicho gesto escenifica a la perfección el profundo desprecio que buena parte de la ciudadanía siente hacia ese tarado mental que desgraciadamente dirige a día de hoy los destinos de la nación española.

Autor

Rafael García Alonso
Rafael García Alonso
Rafael García Alonso.

Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Medicina Preventiva, Máster en Salud Pública y Máster en Psicología Médica.
Ha trabajado como Técnico de Salud Pública responsable de Programas y Cartera de Servicios en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegando a desarrollar funciones de Asesor Técnico de la Subdirección General de Atención Primaria del Insalud. Actualmente desempeña labores asistenciales como Médico de Urgencias en el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Ha impartido cursos de postgrado en relación con técnicas de investigación en la Escuela Nacional de Sanidad.
Autor del libro “Las Huellas de la evolución. Una historia en el límite del caos” y coautor del libro “Evaluación de Programas Sociales”, también ha publicado numerosos artículos de investigación clínica y planificación sanitaria en revistas de ámbito nacional e internacional.
Comenzó su andadura en El Correo de España y sigue haciéndolo en ÑTV España para defender la unidad de España y el Estado de Derecho ante la amenaza socialcomunista e independentista.
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