Envío a propósito este breve artículo antes de saber los resultados de las elecciones vascas. Para decir, primero, y muy claro, que VOX, sean cualesquiera los frutos obtenidos, ha llevado a cabo en las Vascongadas una campaña aguerrida y valiosa, ejemplar en numerosos aspectos; y que la mayoría de sus militantes, que están dando la cara en lugares y momentos peligrosos, jugándose incluso la vida, algo que debiera abochornar a cualquier Estado, y más a aquél que se autodenomina democrático, son dignos de la mayor admiración, del mayor agradecimiento y del mayor respeto. Porque son los únicos políticos del espectro parlamentario que llaman crimen al crimen y asesinos a los asesinos, exponiendo su vida, como digo, y la de los suyos. Y, segundo, que, con ser suficiente todo ello a nivel individual, no lo es a efectos de grupo político.
VOX -no sólo en estas elecciones-, al denunciar la corrupta actualidad, no nos habla de sus causas. Se limita a relatarnos su amor a la patria y a reprochar a la casta política de la Transición sus actuaciones, pero sin remontarse a las raíces, deslizándose como una equidistante entelequia por los orígenes del deterioro democrático. No cuestiona las carencias de la Carta Magna, ni las de otras leyes básicas; ni la marmórea figura del Rey; ni la venalidad institucional que asfixia al conjunto, especialmente a la Educación, a la Justicia y a las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Y no quiere saber nada de ese ominoso antifranquismo sociológico que las autoridades democráticas de la Transición han inoculado en la muchedumbre, tal vez porque le da pavor defender al franquismo, un brillante período sin el cual hoy España estaría definitivamente perdida. Y con este vacío en su facultad discursiva se equivoca absolutamente, porque sólo desmontando esta argucia ideológica y esta estrategia política, se podrá regenerar el tejido social, ya que es en ella, principalmente, en la que los traidores se sustentan, y con ellos el Sistema en sus disolventes objetivos nacionales.
Sin embargo, no cabe duda de que VOX sigue siendo un referente para los espíritus libres en la actual coyuntura, pues además de ser el único partido parlamentario con un discurso patriótico, es capaz de expresar sus proclamas con valentía y vigor. De ahí que reciba los boicoteos, las iras, las amenazas y las agresiones de la casta partidocrática, es decir, de hispanófobos, apátridas y uropeos. Y que las reciba con estoica entereza, sin un paso atrás, algo que en ciertas regiones de nuestra patria y en estos sombríos tiempos de matones protegidos por el Estado tiene un mérito incuestionable.
No se merece, pues, de momento, el rechazo sin matices de los españoles prudentes, sino su ayuda vigilante, para que se perfeccione y encuentre el camino del verdadero progreso que precisa España. VOX sigue siendo, aún, una esperanza. Y esa esperanza necesita el apoyo mayoritario para saber si era verdad o era ficción.
Autor
- Madrid (1945) Poeta, crítico, articulista y narrador, ha obtenido con sus libros numerosos premios de poesía de alcance internacional y ha sido incluido en varias antologías. Sus colaboraciones periodísticas, poéticas y críticas se han dispersado por diversas publicaciones de España y América.
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Correcto: «No cuestiona las carencias de la Carta Magna, ni las de otras leyes básicas; ni la marmórea figura del Rey; ni la venalidad institucional que asfixia al conjunto, especialmente a la Educación, a la Justicia y a las Fuerzas Armadas y de Seguridad… no quiere saber nada de ese ominoso antifranquismo sociológico que las autoridades democráticas de la Transición han inoculado en la muchedumbre… le da pavor …»
Este es el problema: vox es un actor más y muy fiel al sistema de democrácia liberal y del régimen de 1978, es uno más de esta «cosa nostra». y lo defenderán siempre a cualquier precio. Que nadie se haga ilusiones. No se puede combatir la enfermedad combatiendo sólo algunos amargos frutos y diciendo que el árbol y demás de sus frutos están muy bien y son muy buenos. El árbol está podrido desde la raíz, más aún, desde la semilla y quienes lo plantaron eran aún más corruptos y destructores que la propia semilla y sabían muy bien lo que hacían: plantar las semillas de la ira y la destrucción.
Estimado Jesús Aguilar Marina :
Este País es como la cangrena, está encangrenado en su 80%. y ya no tiene solución, ya sabe Vd. la única solución que tendría, pero eso no va a llegar, porque está lleno de cobardes y esto va al abismo. Los políticos no tienen la culpa, la tiene quienes los votan.
Un abrazo muy cordial
España es una franquicia más dentro del anglosionismo, y si no se acaba con el sistema entero, no se puede cambiar una de sus partes.
Lleva toda la razón al afirmar que la defensa del Franquismo a todos da pavor, pero VOX en este asunto debe ser beligerante y defender la «VERDAD HISTÓRICA», que es la de todos.
La historia no puede votarse a mano alzada ni legislar sobre ella, pues el resultado es una «LEY BASTARDA»…. al pan, pan y al vino, vino.
Lo indignante es el sometimiento de los historiadores ante un poder ideologizado, que por vergüenza o miedo, no quieren que aflore la verdad.
El «autoritarismo» de FRANCO llevó a ESPAÑA a ser la octava potencia industrial, hoy la industria está desmantelada, esto es un ejemplo.
La simple comparación de ese régimen con la mierda actual que nos lleva a la ruina es INDECENTE.
El complejo de VOX en este asunto no puedo entenderlo.
Soy militante de VOX y puedo decir sin temor a equivocarme que la mayoría de los que participamos en los whatsapp de simpatizantes de VOX ( hay grupos de 4-5000 ) reconocen lo que vengo diciendo.
Sr Abascal, ser cauto a estas alturas no tiene sentido… para toda esa mugre política usted es un «fascista» igual que yo…… Los subvencionados se deben a quienes les pagan