El Jardín de San Carlos en La Coruña: historia de un abandono total. Por Eugenio Fernández Barallobre

Si ha habido un rincón en La Coruña propicio para soñar, un rincón donde reflexionar sobre la realidad trascendental de la vida, un rincón donde dejar volar la imaginación, un lugar de obligada visita para los forasteros ese ha sido siempre nuestro incomparable jardín de San Carlos, el viejo “jardín botánico” como le conocemos familiarmente los coruñeses.

Hoy, lamentablemente, este hermoso rincón, uno de los enclaves más románticos y entrañables de la Ciudad Vieja, permanece cerrado al público. Con anterioridad, en enero de 2022 sus puertas se cerraron para iniciar una reforma, concluida se reabrió hasta que en mayo del 2023 volvió a cerrar sus accesos, luciendo en el exterior de la verja, desde entonces, un cartelón que reza: “Cerrado temporalmente mientras realizamos trabajos de saneamiento en el arbolado”.

Todo comenzó en 2015 con la llegada al gobierno municipal coruñés de aquella pestilente “marea” de sucio chapapote que inundó, de forma incompresible, la ciudad. De repente, aquella colección de sectarios incompetentes, los que venían a “cambiarlo todo”, eliminaron, todos ufanos, el uso de pesticidas, plaguicidas, raticidas, etc., ya que dañaban, según decían, la “salud del planeta” -ya estamos hartos de este mantra de la pijoprogresía siniestra- y todo ello provocó el inicio del fin de muchas especies arbóreas, especialmente en el jardín de San Carlos, que se vieron atacadas por diferentes plagas que les provocaron daños irreversibles.

También, de aquella suerte, las ratas, al igual que las cucarachas y otros bichos, lo que aquellos descerebrados llamaban “fauna urbana”, comenzaron a campar a sus anchas sin que nadie les pusiese coto.

En 2019 comenzamos a sacudirnos el yugo de aquellos dictadorzuelos comunistoides para dar entrada a otros de la misma especie: los socialistas, que resultaron ser fieles continuadores de la desastrosa política de sus antecesores, con la alcaldesita y toda su troupe al frente, y la situación, lamentablemente, en poco o en nada cambió.

Entretanto, el deterioro en el jardín de San Carlos alcanzaba niveles a cada paso más alarmantes, hasta el punto de verse en la necesidad de echarle la llave para evitar contratiempos y algún incidente a los visitantes y así se encuentra en la actualidad, “sine die”.

¿Trabajos de saneamiento en el arbolado? Ninguno, sabemos de buena tinta que tales trabajos se limitan a algún que otro operario que, de vez en cuando, acude al jardín a limpiar las hojas y ramas caídas de los, cada vez, menos árboles que quedan en pie. Eso y poco más. Bueno, eso y un vallado perimetral que han colocado a los pies de los lienzos de la vieja fortaleza sobre la que se asienta el jardín para evitar que alguna de las piedras que los componen se precipite sobre la cabeza de algún viandante ya que, incluso, el amurallamiento exterior del jardín se encuentra en un avanzado estado de deterioro.

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Hubo dinero para que la alcaldesita se lo gastase convirtiendo el otrora magnífico paseo marítimo en una suerte de velódromo por el que, ni siquiera los días de sol radiante, transitan bicicletas y patinetes suficientes que justifiquen aquella obra destinada, según dijeron, a “humanizar” aquella parte de la ciudad; sin embargo, no lo hubo para acometer las obras de conservación y mantenimiento del viejo jardín de San Carlos, como tampoco lo hubo para mejorar el, cada día más impracticable, enlosado de la Ciudad Vieja.

La Coruña, en general, sigue en caída libre. Veremos a ver lo que sucede con la calle de San Andrés que también la alcaldesita pretende “humanizar”, como más tarde hará con los Cantones si alguien no le para los pies en su senda de hacer, a cada paso, más impracticable la ciudad.

No podemos esperar demasiado de la tibia oposición que, probablemente, se dedica a otros menesteres y no al de poner a la alcaldesita y a su troupe contra las cuerdas cada día, como sería su obligación.

Entretanto, el gobierno municipal a cada paso contrata más asesores sin duda para paliar la incompetencia manifiesta de los integrantes de ese gobierno incapaz, siquiera, de resolver de una vez por todas el grave problema de la recogida de basuras.

En cualquier caso, los únicos culpables somos los coruñeses ya que somos quienes los mantenemos en sus puestos.

Eugenio Fernández Barallobre

Autor

Eugenio Fernández Barallobre: José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:

"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).

Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".