Del reiki y convertir su casa en un templo budista a ser una virgen consagrada al servicio de la Iglesia. Por Javier Navascués

El reiki no es contrario a la doctrina católica. Otro asunto distinto es que los catetólicos vean con recelo como su Iglesia no controla el flujo de beneficios que las personas pueden obtener de la práctica y la sabiduría de las tradiciones milenarias del Oriente. Es como condenar la acupuntura, la macrobiótica, el ayurveda o el yoga. El reiki no es más que imposición de manos en el fondo. El catetolicismo ignora el origen de muchas de sus creencias también. Por ejemplo, Masaru Emoto ha demostrado empíricamente cuáles son las bases naturales, mágicas o preternaturales del agua bendita.

El catetolicismo ha entrado en pánico porque la crítica cultural, arqueológica, literaria de la religión, la religión comparada, la mitología, la historia de la religión también, demuestran que la doctrina católica es tan sincrética como cualquiera de las doctrinas y prácticas que lo precedieron. El catetolicismo prefiere ignorar las grandes virtudes del budismo real -no el de las locas del coño de la Nueva Era- y la tremenda similitud entre la ética cotidiana budista y la ética cotidiana cristiana. Manipular los sentimientos y la ansiedad de las personas débiles y desorientadas parece ahora ser una forma de inducir «conversiones».

El Catolicismo —-ignoro qué querrá usted decir con «catetolicismo»—- cuya grandeza intelectiva jamás podrá ser aprehendida por un papanatas de su calaña, hace muy bien en repeler e incluso condenar la práctica del reiki entre sus adherentes, por la mera razón/hecho de que dicha práctica, privada de su sustrato simbólico y espiritual (propiamente oriental) es contraproducente e incluso tóxica para los occidentalitos reblandecidos y apóstatas, privados de cualquier conato trascendente con los mundos tradicionales del Oriente.

Digamos que el catetolicismo puede ser definido a partir del conjunto de las actitudes y las características propia de un importante subconjunto del conjunto de los católicos. No todos los católicos son catetólicos pero muchos, por desgracia para ellos, sí lo son. Son catetos y católicos, del mismo modo que los españoles eramos «católicos, feos y sentimentales» en palabras del Marqués de Bradomin. La grandeza intelectual del catolicismo les es ajena. Es más, puestos a ello, les repatea que esa grandeza no sea sino una adaptación a regañadientes de la grandeza filosófica pagana y de la superioridad intelectual congénita de los europeos, no de la ralea semítica. La supuesta o real grandeza intelectual de las sociedades cristianas no le debe nada al judaísmo del que Vds. creen ser una secta, aunque sí lo sean a un nivel superficial y exotérico. La grandeza mística y moral del cristianismo entronca con las religiones griegas de misterio. Una Iglesia que ha ido perdiendo el conocimiento de sus raíces esotéricas, que está agarrotada y enfangada en la represión del disidente, que está instalada en la manipulación psicológica de masas mediante dispositivos simbólicos, que deriva su poder de la instrumentalización del resentimiento de los «humildes» y que es responsable directa por la represión intelectual en su ámbito de dominio a partir de un cierto momento histórico no puede reclamar grandeza alguna intelectual porque ésta sólo se adquiere en buena lid y en la libre confrontación de ideas. La Iglesia Católica tiene la culpa de su propia decadencia y de haber arrastrado al ateísmo a las masas modernas y posmodernas por culpa de ese mal sabor de boca que deja la repetición inconsciente de malas artes y consignas arteras.

Un papanatas, para su información, es el que cree a ciegas lo que le cuentan; incluso uno que es de la opinión del primero o del último que llega o, si no, de su querido yb cómodo entorno. No habrá podido percibir eso en mí. Es más, si se fija, si se quiere fijas, lo último de lo que se me puede acusar es de, precisamente, papanatas. Por tanto, no conoce el significado de los términos con los que se atreve o padece de un cierto desorden cognitivo y de déficit de atención. Si fuera yo un papanatas, eso no cambiaba en modo alguno la veracidad o la pertinencia de lo que digo, con lo que también estaría incurriendo en una falacia ad hominem. Para poder argüir que no aprehendo esa grandeza, diga primero qué tesis o qué dogma o qué doctrina yo no he comprendido o aprehendido. No es mucho pedir. Se llama decencia intelectual. Se llama debido proceso. Se llama disputatio y confrontación de ideas, que es lo único que puede dejar en evidencia al incompetente y errado, no un decreto personal promulgado desde su taburete.

El catolicismo no condena el reiki. Ciertos católicos -catetólicos-, por su cuenta y riesgo, sí lo hacen pero no deja de estar mal que quieran, con toda su soberbia, elevar su opinión personal y sus fobias a la categoría de dogma o de pretensión oficial de la Iglesia. Una Iglesia verdaderamente universal no niega la realidad espiritual de otras tradiciones. Una iglesia verdaderamente universal hace de Tonantzín, diosa madre, una imagen de la Santa Virgen María. El reiki no es nunca perjudicial y le reto a que muestre casos comprobados metódica y metodológicamente de daños causados por esa práctica. Podrá ser más o menos efectiva. Por supuesto, cobardemente, elude la cuestión análoga de la, por ejemplo, acupuntura. ¿Se atreverá a decir que la acupuntura «privada de su sustrato simbólico y espiritual (propiamente oriental) es contraproducente e incluso tóxica para los occidentalitos reblandecidos y apóstatas, privados de cualquier conato trascendente con los mundos tradicionales del Oriente»? ¿Se atreverá? Aparte de que esa ristra de palabras tampoco tiene mucho sentido.

Por último, aunque podría seguir, Vd. no sabe lo que es la apostasía, habla para idiotas de su rebaño drogado o se lo inventa a conveniencia. Para la doctrina católica, el apóstata es una persona bautizada que hace una declaración formal de apostasía en su parroquia o por otros medios. No es una persona que se interesa por otras espiritualidades y otras prácticas. A la iglesia católica la han adelantado por la derecha hoy en sociedad y todo lo relacionado con la salud o santidad corporal procede de tradiciones espirituales paganas u orientales para su mayor desesperación. La guinda tóxica ya es el Cerdoglio como esbirro de la farmafia judeosatánica.

A ver, en el Extremo Oriente, cada cierto tiempo, sale un maestro que crea escuela, con su propio nombre, partir de lo que se daba antes que él. Hay artes marciales «nuevas» como también hay un budismo zen basado en el chan chino de mucho antes y, en el caso del reiki, en el peor de los casos, sería un refrito de ideas anteriores. En el mejor de los casos, sería una nueva síntesis con un componente principal que sería lo que siempre fue en China el qi (气) o el prana en la India.

El duodeno no tiene nucleótido.

https://dle.rae.es/papanatas

Satánicos son los que obran en contra del orden natural creado por Dios, no los que se valen de él para efectuar las curaciones que los catetólicos no pueden efectuar y mucho menos la mierdicina convencional.

No he dicho nada «plañidero». Una vez más, sale por peteneras con un vocabulario impertinente y una acumulación gratuita de improperios.

Si fuera Vd. un verdadero cristiano, respondería en otros términos.

Soy tan contrario a la masonería como el que más, por cierto. Una vez más, responde en piloto automático y hasta convulso, como si el poseído fuera Vd..

Mequetrefes como Vd. son los que han hecho de la Iglesia hoy un cascarón vacío. Su violenta cerrazón es el cáncer de la sociedad española. Es el tipo de tirano que reacciona soliviantado contra todo el que le incitaría a reflexionar sobre sus propios motivos y sobre sus propios presupuestos. Es como cuando el obispo de Madrid se presentó en una librería de Argüelles, con la Policía Nacional de Franco, a cerrarla porque vendían libros de teosofía… Ese es su odio a la libertad de pensamiento; un odio que se multiplica cuanto más articulada está la postura contraria. Vds. no están sino hecho del mismo material cretino podemita pero en versión reaccionaria.

Bla bla bla bla bla

Aprenda a ser más elocuente y a contribuir una mísera idea siquiera a un intercambio organizado y productivo de ellas; si no para mayor ilustración de la sociedad, al menos, por respeto propio para no dar vergüenza ajena y ser así una carga emocional para la sociedad. Edúquese.

No he hecho nada de este espacio salvo expresar una opinión propia que contrasta vivamente con las que mantienen cierta fauna española. Por supuesto, para el bien común. De doctrinario, nada. A ver, ¿qué doctrina sería esa? Una crítica no es, por sí misma, doctrina alguna y mi crítica no es el resultado de presupuestos doctrinales.

Eso sí, es Vd. inferior. No es que yo sea «egomaniaco» sino que, escocido como ha salido, no le queda más que recurrir a un patético mecanismo de defensa psicológico y «percibir» a su interlocutor como lo que no es para poder salvar su propia imagen a nivel consciente. Es una proyección y una reducción de la disonancia cognoscitiva. En España hoy está muy mal visto llevar razón y expresarse bien. Sujetitos como Vd. que no pueden confesarse a sí mismos el origen de sus motivos y sentimientos van a acusar a la desesperada a los que les superan en seguridad y reflexión de fondo de ser lo que no son.

Una vez más, no conoce el significado de los términos con los que chapotea en su balbuceante ira: no hay parodia en sus palabras.

PS. (…)