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Aún no se habían apagado del todo los ecos de los graves sucesos acaecidos en la ciudad entre los días 19 y 23 de enero anterior, en que La Coruña se paralizó consecuencia de la huelga revolucionaria iniciada en Bilbao por elementos del partido comunista lo que provocó que, desde la Base Naval de Ferrol, se remitiese al puerto coruñés al Cañonero “Dato”, cuando de nuevo, en abril siguiente, el buque fondeó en la bahía, aunque en esta ocasión por un motivo lúdico: la celebración del primer aniversario de la proclamación de la República. Una nueva forma de Estado que había irrumpido tras unas elecciones municipales -que no legislativas- cuyo resultado, cuando menos, generó muchas dudas con relación al escrutinio final y sobre todo a la legitimidad de un cambio de régimen tras unas elecciones a Ayuntamientos que los republicanos tan solo ganaron en las grandes ciudades. En cualquier caso, ese es otro asunto que no es el que nos ocupa en esta ocasión.
Llegados los días centrales del mes de abril, La Coruña se preparó para la celebración del primer aniversario de la proclamación de la II República, organizando una serie de actos de carácter militar, social y popular para conmemorar la efeméride.
Todavía debía estar latente en el corazón de muchos coruñeses el recuerdo de aquella tarde del 14 de abril del año anterior cuando, como señalaría tiempo después un periódico local “… a eso de las cinco de la tarde, pasaba por la calle Real una manifestación populachera y carnavalesca, flameando las primeras banderas del morado intruso y luctuoso que presidió los sangrientos destinos de la fugaz república española…” y más adelante añadía, “… así sucedió que el 14 de abril infausto, los introductores de la república “española”, no teniendo una canción propia que entonar, coreaban, a voz en grito, la revolucionaria y liberaloide “Marsellesa”…”
Sea como fuere, el régimen republicano estaba en vigor y correspondía conmemorar su primer año de vida y así se hizo en aquella primavera de 1932.
Como en otras ocasiones, La Coruña se preparó para la celebración organizando una serie de actos que comenzaron el día 13 si bien, ya desde el día 12 se inició la instalación de iluminaciones artísticas en los edificios oficiales más representativos de la ciudad y en el Cantón Grande, a la altura del Obelisco dedicado a Linares Rivas, se instaló la tribuna de Autoridades para presenciar algunos de los actos a celebrar.
En cuanto a las iluminaciones, la prensa local señala que, en la fachada de la parte posterior del Gobierno Civil, situado en el edificio del Teatro Rosalía de Castro, se dibujó, con bombillas eléctricas, una gran bandera republicana, en cuyo centro resaltaba la leyenda: “14 de abril”; por su parte, el Palacio de Justicia, en la plaza de Galicia, se iluminó con grandes reflectores, en tanto que el Palacio Municipal se adornó con una vistosa iluminación de colores.
En otro orden de cosas, en esta misma fecha se anunciaron sendos banquetes, uno promovido por la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA) y otro por la Asociación de Magisterio. De igual modo, la Reunión Recreativa e Instructiva de Artesanos anunció la celebración de un acto “político-pedagógico” en sus instalaciones de la calle de San Andrés.
La Columna de desembarco del Crucero “Libertad” desfilando en La Coruña
Los festejos comenzaron en la mañana del día 13 con el lanzamiento de bombas de palenque anunciadoras del inicio de la celebración y esa misma tarde, en todos los cines de la ciudad, hubo sesiones especiales para la grey infantil.
A las siete de la tarde se encendieron las iluminaciones especiales que adornaban, además de los edificios ya señalados, la Diputación Provincial, Banco de España, Delegación de Hacienda, Casino de Clases, Casino Republicano y del partido radical, Banco Pastor, Cine Savoy, Club Náutico, Asociación Patronal, Escuela Normal de Maestras y Cámara de Comercio.
Por su parte, el Cañonero “Dato”, que ya se hallaba fondeado en la bahía, encendió su iluminación. También las Sociedades Recreativas instalaron colgaduras y encendieron sus iluminaciones exteriores, en tanto que las representaciones consulares hicieron ondear sus respectivas enseñas y los tranvías se adornaron con banderitas.
Aquella misma noche, tras inaugurar la vistosa iluminación que adornaba el Palacio Municipal, se celebró, en la plaza de María Pita, una animada verbena contando con el concurso de la Música del Regimiento de Infantería que concluyó con el lanzamiento de una sesión de fuegos artificiales.
El día 14, fecha en la que ya se encontraba surto en la bahía el Crucero Ligero “Libertad”, enviado desde Ferrol para sumarse a estos actos, comenzó con las dianas de las diferentes Bandas y Músicas de los Cuerpos de la guarnición -Infantería, Artillería e Intendencia-, así como otras de carácter civil habidas en la ciudad.
A la once de la mañana, se celebró, en la plaza de María Pita, una revista militar que concluyó con el desfile de las fuerzas participantes ante las Autoridades situadas en la tribuna del Obelisco.
En esta parada, al mando del Coronel del Regimiento de Infantería nº 8, tomaron parte dos Batallones del Regimiento de Infantería nº 8, con Bandera, Banda, Escuadra de Gastadores y Música; un Grupo de tres Baterías del Regimiento de Artillería Ligera nº 16, con Estandarte, Escuadra de Batidores y Banda de Clarines; el Parque de Artillería Divisionario nº 8; una Compañía del 2º Grupo de la 4ª Comandancia de Intendencia; una Compañía del 4º Grupo de la 1ª Comandancia de Sanidad Militar; una Sección de Carabineros y una Sección a pie y otra caballo de la Guardia Civil.
La fuerza que participó en el desfile en la Plaza de María Pita
Junto a ellos, la columna de desembarco del Crucero “Libertad”, compuesta por 200 hombres, que desfilaron con un cañón y ametralladoras, y la Sección del Cañonero “Dato” que causaron sensación entre el pueblo coruñés.
Concluido el desfile, se celebró una recepción en el Palacio Municipal a la que siguió un banquete ofrecido a las Autoridades, entre las que se encontraba el General de Brigada Francisco Franco Bahamonde, jefe de la 15ª Brigada de Infantería con su Cuartel General en La Coruña.
A las cuatro de tarde, en el Campo de Riazor tuvo lugar la final del campeonato de fútbol entre Unidades de la guarnición que enfrentó a los combinados de Artillería e Intendencia
A las diez de la noche, desde la plaza de María Pita, partió la Cabalgata alegórica, abriendo la marcha Batidores de Artillería con farolas a los que seguía la Banda de Trompetas a caballo del Regimiento de Artillería Ligera nº 16; tras ellos, la carroza de la Diputación con una alegoría a un carro romano, acompañada de la Banda del Hospicio; detrás la carroza de la Fábrica del Gas y Electricidad, Aguas y Tranvías, a la que seguían Soldados con farolas dando paso a la carroza de las Sociedades recreativas, a la de Obras del Puerto y otras, acompañadas por Bandas de Cornetas y Tambores y Soldados portando farolas. Cerraba la cabalgata la Banda y Música del Regimiento de Infantería nº 8 que acompañaba a la carroza del Ayuntamiento.
Al llegar al Cantón Grande -rebautizado por la República como de Porlier- se incorporó a la comitiva una gran farola portada por Soldados que, debido a su enorme peso, tuvo que ser abandonada unos metros después.
Durante el trayecto que recorrió la Avenida de la Marina y los Cantones, las Bandas y Músicas interpretaron, en varios puntos, la Retreta Militar. Como colofón, a las doce de la noche se arrió la enseña republicana del edificio del Palacio Municipal, dando así por concluida la celebración.
Como solía ser habitual en este tipo de celebraciones, en los acuartelamientos de la plaza se ofreció un rancho especial a la tropa, entregando a cada Cabo una gratificación de una peseta y cada Soldado cincuenta céntimos.
La guarnición vistió de gala y como plaza artillera que era La Coruña, al toque de diana, al mediodía y a la puesta del sol, efectivos del Parque de Artillería dispararon las 21 salvas de ordenanza. Por su parte, los dos buques de la Armada surtos en la bahía se engalanaron reglamentariamente y desde sus cubiertas se dispararon igualmente las salvas de ordenanza, mostrando durante la noche un alumbrado extraordinario, especialmente el Crucero “Libertad” que, junto con el Cañonero “Dato”, proyectaron sus potentes reflectores sobre la ciudad, otra costumbre muy tradicional en este tipo de celebraciones cuando en ellas se contaba con la presencia de Unidades de la Armada.
Unidades de Artillería desfilando en La Coruña en un aniversario de la República (ARG)
En cuanto a los dos buques participantes en estos actos, señalar que, el Crucero “Libertad” (ex “Príncipe Alfonso”) procedía de la llamada “Ley Cortina”, autorizando su construcción el 11 de julio de 1922, en la factoría de la S.E.C.N. de Ferrol. El buque fue entregado a la Armada el 20 de septiembre de 1927.
Con un desplazamiento a plena carga de 9.330 tn.; su eslora alcanzaba los 176,6 m., con una manga de 16,6 y 9,3 de puntal. Disponía de ocho calderas Yarrow y cuatro grupos de turbinas Parsons que movían sus cuatro hélices, con una potencia de 83.000 cv. que le permitía un andar de 34,4 nudos. Montaba ocho cañones Vickers de 152 mm., cuatro antiaéreos de 101 mm. y doce tubos lanzatorpedos de 533 mm., además de otras piezas menores. Su dotación era de 566 hombres.
El “Libertad”, posteriormente rebautizado como “Galicia”, fue dado de baja el 9 de enero de 1970, prestando servicios, desde 1965, en el C.I.A.F. (Centro de Instrucción y Adiestramiento a Flote) de Cartagena.
Por su parte, el Cañonero “Dato”, perteneciente a la clase “Cánovas del Castillo” e integrada también por el “Canalejas”, todos ellos bautizados en honor a los Presidentes del Consejo de Ministros vilmente asesinados por la ultraizquierda -el coruñés Eduardo Dato fue asesinado el 8 de marzo de 1921 en Madrid por la mano criminal de los anarquistas-, tiene su origen en la Ley de Escuadra de 1915, contado con un presupuesto total para la ejecución de la serie de 9.000.000 pts.
Construidos en la factoría de Cartagena de la Empresa Nacional de Construcciones Navales (S.E.N.C.), la quilla del “Dato” fue colocada en abril de 1922, siendo entregado a la Armada en mayo de 1925.
Con un desplazamiento de 1.335 tn., contaba con una eslora de 77 m., 10,23 de manga y 3,42 de calado. Su dotación era de 140 hombres. Disponía de dos turbinas Parsons y dos calderas Yarrow que le proporcionaban una fuerza de 1.700 cv y un andar de 15 nudos.
Estaba armado con cuatro cañones Vickers de 101 mm. y otras piezas menores.
Como curiosidad señalar que, al igual que sucediera con alguna otra serie de buques de nuestra Armada, para distinguir sus perfiles, se disponía de unos zunchos pintados sobre una de las chimeneas. Así el cabeza de clase, el “Cánovas del Castillo”, no llevaba ninguno; el “Canalejas”, uno, y el “Dato”, dos.
El Cañonero “Dato” tendría oportunidad de escribir la más gloriosa página de su hoja de servicios tan solo cuatro años después.
En julio de 1936, se encontraba en aguas de Ceuta, adscrito a las Fuerzas Navales del Norte de Africa, y al producirse el Alzamiento, su Comandante, el Capitán Manuel Súnico Castedo, opta por unirse a él, desobedeciendo las órdenes del gobierno del Frente popular que le conminan a bombardear Ceuta. Días después, el 5 de agosto, el “Dato” sale del puerto ceutí escoltando, en unión del Torpedero 19 y del Guardacostas “Uad Kert”, al “Convoy de la Victoria” en su paso del estrecho de Gibraltar. En esta difícil misión de escolta se vio en la necesidad de repeler al Destructor frentepopulista “Alcalá Galiano” al que puso en fuga con su artillería, obligándolo a refugiarse en el puerto de Málaga y permitiendo, con ello, que las tropas del Ejército de Africa desembarcasen en la península.
El Cañonero “Dato” fue dado de baja en julio de 1953.
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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