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Es erotismo contenido, pasión desbordada, fuego crepitante, latidos que marcan el compás al son del veneno que habita en cada uno de los leucocitos de la sangre deshilvanada. Es un viaje a lo más profundo de sí mismo. Salvador de almas… Eso es el flamenco…
El día 16 de noviembre del año 2010 en Nairobi (Kenia) la UNESCO declaró el flamenco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se celebra desde el 2011.
Andalucía es cuna del arte flamenco, es una de las manifestaciones culturales más relevantes, tiene su lenguaje propio, artístico, expresivo, conceptual.
Muchos profesionales piensan que en Andalucía el flamenco debería estar entre las materias obligatorias de estudio en el colegio.
El flamenco es un ejercicio introspectivo perfecto para entenderse a sí mismo, exteriorizar emociones, desplante y duende.
Algunos de los palos flamencos más reconocidos son: fandangos, alegrías, tangos, bulerías.
El flamenco ha dado grandes profesionales: Camarón de la Isla, Paco de Lucía, José Mercé, Carmen Amaya, Enrique Morente.
El flamenco tiene sus señas de identidad que lo caracterizan. Este arte está muy extendido en el mundo, es el caso de Japón, en el que sienten un amor inabarcable.
En el flamenco se dan cita diferentes influencias de diversos orígenes: musulmanes, griegos, romanos, gitanos. Esto es debido a las múltiples culturas que pasaron por nuestra tierra.
En sus comienzos se conocen como puntos importantes, de manera profesional: Jerez de la Frontera, Cádiz, y el barrio de Triana, en Sevilla, entre 1765 y 1860 está documentado.
En el principio se acompañaba sólo de las palmas, no con la guitarra.
La Edad de Oro del Flamenco está estipulada entre 1860 y 1910, empieza a acompañarse de baile y cante. El baile se convertirá en la parte más cautivadora.
El quejío capta el momento aferrándose al instante.
Sobre el escenario el dolor y el amor, el recuerdo y el olvido que enebran los nudos sin tiempo que labran su camino.
El flamenco está estrechamente vinculado al pueblo gitano, un digno representante es Joaquín Cortés, que entre otros reconocimientos, la UNESCO en 1999, lo nombró artista por la paz por su aportación a la preservación y promoción del patrimonio artístico del pueblo gitano.
El flamenco es algo más que un sentimiento, que un estado de ánimo, es una forma de vida…
Hay personas que ya nacen siendo artistas y predestinadas a destacar en el panorama flamenco, es el caso de Jesús Carmona.
Recuerda perfectamente que con tres años le hicieron una foto y él puso pose flamenca. Empezó a bailar a los seis. Jesús expresa sus sentimientos con el cuerpo, se emociona mucho.
Se encuentra inmerso en su séptimo montaje propio titulado: El salto, que el día 19 de diciembre se estrenará en el Teatro Lope de Vega (Sevilla).
Trata sobre la masculinidad y sus patrones de comportamiento, sus luces y sus sombras, y la ambiguedad que se cierne en torno a este tema.
No tiene miedo a mostrar sus emociones. En su baile convive la masculinidad y la feminidad presentes en cada uno de nosotros. A la hora de desarrollar su trabajo es poco tradicionalista, no le gusta la rigidez, no está pendiente de lo que puedan opinar…
Sobre las tablas son siete bailaores y tres músicos.
La pureza nace de la nada, de un suspiro, de una mirada…
Es un arte ancestral, que incorpora el hoy a la danza. Él desarrolla un tipo de baile poco convencional, que evoluciona desde la raíz del flamenco. Lleva tres años investigando para poner en pie este espectáculo.
Bailando ha recorrido medio mundo. Plasma sobre el escenario un trabajo muy concienzudo, gratificante.
También pone de manifiesto algunos rasgos de danzas de otras culturas.
Jesús también es coreógrafo. Es la vanguardia del flamenco…
Atesora un conocimiento exhaustivo de la cultura flamenca y una brillante trayectoria artística.
Entre otros reconocimientos posee:
-Ojo Crítico 2019.
-Premio Nacional de Danza 2020.
Tiene un hijo de 21 meses que es motivo de su inspiración.
La cultura en general atraviesa por malos momentos, como consecuencia de la situación sanitaria, y el flamenco es de los más afectados. La mayoría de los tablaos de toda España llevan cerrados desde el comienzo de la pandemia.
Locales de la veteranía de «Casa Patas» y «El Café de Chinitas» han cerrado definitivamente. Y otros como «Casa Rosa» y «Patio de la Morería» están al borde del abismo.
Debemos concienciarnos de que la cultura es segura y darle todo nuestro apoyo.
El flamenco es la encarcelada libertad que nada sobre unas lágrimas en llamas, que ejercen de redes que nos sostienen.
La luna se coloca los zapatos de tacón y comienza la autocombustión sobre los espejos del cielo, esperando la lluvia…
Sobre las tablas cada artista aporta creatividad dentro de la ortodoxia del flamenco, enriquecimiento, eso es evolución.
«El flamenco es una filosofía, una manera de pensar y sentir de todo un pueblo y su tradición histórica.» (Manolo Sanlucar).
Autor
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Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.
