Si quienes gustan de criminales y los eligen y reeligen supieran que los agravios de éstos habrían de caer sólo sobre sus cabezas de sectarios electores, se guardarían bien de escogerlos. Pero saben que la cochambre que los seleccionados van a generar con sus delitos se extenderá por la totalidad del tejido social, arruinando la convivencia y la patria. Los votan porque, como el arquetipo del envidioso resentido, prefieren sacarse un ojo si al vecino le arrancan los dos. Esa es la naturaleza de estos sufragistas nacidos del infierno. Y por culpa del rencor que corroe las almas de una buena parte de la muchedumbre, el chirriar de dientes lo sufrirá la ciudadanía entera.
En esta contemporaneidad nuestra tan amarga, a aquél que desea que las cosas funcionen bien, que España sea una nación unida, libre y en progreso, que la justicia sea justa, los educadores virtuosos, los intelectuales honestos y los dirigentes incorruptibles, a esa persona, digo, todos los vagos y maleantes al unísono, es decir, toda la escoria, toda esa variopinta canalla formada por depravados, pesebristas, corruptos, odiadores, sectarios y tontos útiles, toda esa gentuza, toda esa repulsiva morralla incapaz de vivir en la excelencia, tiene la consigna y la pulsión innata de tildarle con el epíteto de fascista, franquista o ultraderechista. Y si la chusma vil le acusa de ello, la persona así calificada ha de deducir, por mera lógica, que tal apellido ha de llevarlo como una distinción favorable.
Porque pide justicia para los criminales de todos los colores, es ultraderechista.
Porque ama la verdad y la belleza, es ultraderechista.
Porque ama la vida y está contra la cultura de la muerte, es ultraderechista.
Porque defiende la Cruz, la propiedad privada y la libertad, es ultraderechista.
Porque no cree en la ley del embudo de los falsos demócratas, es ultraderechista.
Porque desea la unidad de su patria, España, y defiende sus símbolos y tradiciones, es ultraderechista.
Porque declara que la Transición, o el Régimen del 78, junto con su Constitución, han sido una farsa y una trampa, es ultraderechista.
Porque trata de alcanzar la virtud y la excelencia, es ultraderechista.
Porque defiende la religiosidad natural del ser humano, es ultraderechista.
Porque defiende el humanismo cristiano, la cultura y la tradición occidental, un código de principios, la familia…, es ultraderechista.
Porque reclama una educación con textos y enseñantes doctos e íntegros, es ultraderechista.
Porque abomina de nuestros políticos corruptos y traidores, es ultraderechista.
Porque denuncia la hipocresía de los instalados y de sus seguidores, es ultraderechista.
Porque afirma que las instituciones se han convertido lamentablemente en los pilares del Sistema, es ultraderechista.
Porque aborrece las matanzas de nasciturus y la degollina de todos los inocentes, es ultraderechista.
Porque anhela un mundo con leyes justas que se cumplan, calles seguras y enaltecimiento al esfuerzo, a la abnegación y a la prudencia, es ultraderechista.
Porque advierte que los depravados están tratando de mancillar a la infancia y abusar de ella impunemente, como bestias sodomitas y enfebrecidas, es ultraderechista.
Porque dice alto y claro que la tiranía LGTBI es perversión, insania, esterilidad y muerte, es ultraderechista.
Porque sostiene que legislar contra la memoria, contra los sentimientos y contra la vida es el colmo de los extravíos, es ultraderechista.
Porque no ve ni lee los infundios, las insidias y las desinformaciones que los medios de comunicación venales han decidido que vea y lea, es ultraderechista.
Porque no acepta inactiva ni indolentemente las injusticias y los abusos de poder, es ultraderechista.
Porque reacciona ante los desafueros que diariamente acontecen a su alrededor y los cuestiona y recrimina, es ultraderechista.
Porque no forma parte del rebaño, de cualquier colectivo sumiso y tembloroso incapaz de defender la realidad frente a sus impugnadores, es ultraderechista.
Porque no se pone camisetas pacifistas ni luego va con ellas a propagar odios, incendiar símbolos y sembrar destrucciones, es ultraderechista.
Porque sabe que el buenismo, el pensamiento débil y lo políticamente correcto son falacias adormecedoras y humillantes, es ultraderechista.
Porque grita «Gibraltar español», defiende una hispanidad proverbial, aboga por blindar nuestras fronteras y reivindica nuestra neutralidad activa y arbitral en los asuntos exteriores, es ultraderechista.
Porque está convencido de que los amos del Sistema y sus lacayos son indecentes, codiciosos y genocidas, es ultraderechista.
Porque no tiene miedo a defender en público todo lo anterior, que son sus convicciones, es ultraderechista.
No me espanto de que en el mundo haya necios, pandilleros, cogetrapos, ni gañanes de concejo; tuercebotas, perroflautas, buscayernos, pijoprogres, uranistas…, mas votantes socialistas, rojos visa y lameculos peperos es cosa que no comprende mi longevo entendimiento. Dar papeles a una urna, y decir: «¡Róbame, Pedro!». ¡Por la mula de Belén, que están locos, son canallas o coexisten como puercos!
Autor
- Madrid (1945) Poeta, crítico, articulista y narrador, ha obtenido con sus libros numerosos premios de poesía de alcance internacional y ha sido incluido en varias antologías. Sus colaboraciones periodísticas, poéticas y críticas se han dispersado por diversas publicaciones de España y América.
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Llevo siendo llamado «ultra» por mis amigos, enemigos, familiares, vecinos, compañeros de colegio, de universidad, de trabajo, en mi ciudad, en mi pueblo… Toda la vida. ¡¡Y me importa un rábano!!
ESE ES EL GRAN PROBLEMA DE ESPAÑA «LA CHUSMA». ES COMO LA MIERMA MAS PUJTREFACTA CON HEDOR INSOPORTABLE.
¿Y qué? ¿Se molesta alguien que le acusen de ultraderechista?¿No tiene uno que regocijarse con que le llamen ultraderechista, significando lo que significa y viniendo el calificativo de quien viene?
Ultra extrema derecha es el movimiento armado militar, luego no político ni democrático, ya extinto en todo país para desgracia del mundo entero, surgido como respuesta de buena parte de la población (nunca mayoritaria) de defensa frente al intento de los marxistas (socialistas y comunistas) de extender e imponer con VIOLENCIA su dictadura roja, los errores del comunismo y el socialismo por toda la faz de la tierra por medio de terror sindical o político corrupto y degenerado en extremo, revoluciones violentas y sangrientas, como en Rusia, por medios de golpes de estado, también como en Rusia, guerras civiles revolucionarias (como en Rusia, Alemania, Finlandia, Hungría y otros países, incluida España en los años treinta del siglo pasado), frentes populares con toda la izquierda y parte de la derecha colaboradora (Francia y España), populismo genocida (Méjico, Cuba, Venezuela…), infiltración gramsciana (en casi todos los países, incluido USA y UK) y la propaganda de agitación y odio embustera sin tope (que envenena a cientos de millones).
La ultra extrema derecha fue el freno efectivo al comunismo mientras pudo frenarle cuando otros que debieron hacerlo antes no lo hicieron. La ultra extrema derecha no fue un conjunto de partidos políticos, sino ejércitos verdaderos armados e instruidos, solo que fieles a la causa, no a la nómina como los ejércitos democráticos, todos ellos de funcionarios y mercenarios a los que solo les interesa el dinero. La extrema ultra derecha fue el freno a un mal definitivo como se nos enseñó por medio del mensaje de Fátima y de santa Faustina Kowalska, nacido en Rusia en 1917, y desgraciadamente extendido como la lepra de la tierra en las almas de incontables, del mismo modo que también fue un freno a satanás y sus vástagos durante ocho siglos en España y seis en Tierra Santa y el sureste de Europa, freno que encarnaron los cruzados contra el falso profeta Mahoma y sus engañados fieles por millones. Para nadie en su sano juicio y mentalmente equilibrado y sano, puede ser la ultra extrema derecha un motivo de vergüenza, sino de reconocimiento, independientemente de los crímenes o errores que sus miembros hubiesen cometido en los excepcionales tiempos de guerra (que no de paz).
Ahora va a resultar que si el demonio y sus vástagos nos acusan de ir a misa, tengamos que avergonzarnos de ello en virtud de tantísimo maricomplejotes. Debería ser una honra tener antepasados y familiares que tomaron las armas por Cristo y su Iglesia, por su patria y no por Rusia o la URSS de Stalin.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la Justicia (Cristo), porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados seréis cuando os persigan, calumnien, injurien y digan toda clase de mal contra vosotros, pues grande será vuestra recompensa en el Reino de los Cielos…
La ultra extrema derecha: (la militar y de verdad, no la de ahora, pura filosofía e intelectualidad pasiva para pasar el rato en seminarios y no en campos de entrenamiento militar), el Requeté la Legión, los Regulares y millones de católicos fieles en frentes y retaguardia lucharon por evitar que la Santa Iglesia Católica Apostólica desapareciese de España como desapareció en el siglo V de la tierra de San Agustín de Hipona, allá por los años treinta del siglo pasado, como era su deber de cristianos fieles. ¿Quién se tiene que avergonzar ante el Juicio Final por venir, los que lucharon por Cristo y los suyos o los que lucharon en contra y los que se escondieron cobardemente?¿Quién salvo Europa entera, no solo la mitad occidental, de caer bajo las cadenas, el terror, la muerte y la bandera roja de la hoz y el martillo de Stalin?¿La derecha conservadora de Churchill?¿La derecha conservadora de De Gaulle?¿La derecha conservadora de Eisenhower?¿La izquierdita socialdemócrata de Franklin Delano Roosevelt?¿Quién? ¿O es que estamos todos tontos, drogados, fumados, amariconados, idiotizados, etc., para ya no reconocer lo que son hechos, que no opiniones? Porque siempre se ha repetido la cantinela soviética de Stalin y sus cómplices que que «los nazis fueron muy malos asesinando a 6 millones de judíos, homosexuales, gitanos y otras razas en cámaras de gas», pero no se ha calculado cuantos centenares de millones de europeos de varias generaciones y de otros continentes resultaron liberados de esclavitud soviética con el esfuerzo bélico contra el Comunismo que quería extenderse por todo el planeta (así lo mandaba el judío Karl Marx y el no menos judío de sangre Lenin), como hoy China no capuchina quiere hacer lo propio con la complicidad de USA y la UE, sus cómplices y aliados.
Defender la Santa Iglesia Católica Apostólica, a sus ministros, religiosos y religiosas (8000 asesinados por los rojos solo en España), a sus fieles (más de 70000 asesinados en chekas, paseos, fosas comunes, Paracuellos, etc.), como hizo la ULTRA EXTREMA DERECHA en exclusiva, en España y en Alemania y en Europa entera, es defender la Palabra de Dios y sus mandamientos (caridad) como la defendieron en el pasado los cruzados de todas las épocas. Es una Causa Santa y Gloriosa. Le pese al infierno entero y a sus puertas que las tenemos encima.
Y defendió a la Iglesia la llamada «ultra extrema derecha», nacionalsocialistas de la Legión Cóndor enviada por Hitler, los Viriatos portugueses y los fascistas del CTV enviados por Mussolini, incluidos, contra la izquierda genocida entera al servicio de Stalin, la judiada, la masonada, la democracia angloparlante pro Stalin, la democracia francesa, el Méjico del genocida anticristo Cárdenas y la madre que parió a todo el que odia a Cristo, sus ministros y sus fieles, con la cobardía vomitiva y complicidad pasiva de las acaudaladas o no derechas de España (CEDA, Renovación Española, Radicales, UR, PNV, etc.). Y eso va a Cristo el día de su Juicio se ponga quien se ponga como se ponga. La verdad puede ser censurada con implacable persecución, borrada de todo libro o medio, pero no deja de ser verdad jamás. Y, hoy, no ha desaparecido ni una ni otra estirpe, la de la mujer y la de la serpiente, el trigo y la cizaña, aunque la perversa es mayoritaria («los buenos serán suprimidos», nos advirtió la Virgen María en Fátima) hasta que Dios ponga fin, quiera que sea pronto, a tanto latrocinio y compense la paciencia de los santos y justos, fieles a la verdad, que aún quedan y sufren con la cruz a cuestas.
El perfil del bolchevique socialista, comunista, marxista tipo Piotr Stalinchez:
1- Ateo cerril y desorejado. Anticlerical y asaltacapillas incendiario. Destructor de patrimonio milenario católico en potencia o de hecho. Si por ellos fuera no habría catedrales, ni conventos, ni monasterios, ni ningún patrimonio que tanto turismo sano trae a cada nación.
2- Con odio inextinguible a todo lo bueno y santo, empezando por Jesucristo y su Iglesia, la Católica Apostólica y sus santos y santas. Su principal objeto de odio son los católicos, los únicos que no han apostatado bajo su hechizo.
3- Criminal, delincuente y ladrón irredento. Partidario de sus colegas presidiarios por todo tipo de delitos y crímenes, su masa social. Por eso son tan partidarios de excarcelar a los suyos, terroristas y violadores a la cabeza.
4- Ególatra, narcisista y pervertido, además de violador (colectivización de la mujer comunista). Para ellos no existe nadie salvo ellos. Psicópatas sin excepción. El dolor ajeno les trae sin el más mínimo cuidado.
5- Pedófilo y pederasta en un porcentaje creciente con la propagación de la pornografía a todo ámbito (comercial inclusive), por eso apoyan la legalización de la violación de menores «con su consentimiento» (es decir, extraído bajo terror rojo y amenazas). Se han infiltrado incluso en la Iglesia Católica haciéndose pasar por curas para desacreditarla perpetrando escándalos, pero ya han sido desenmascarados. Por eso ahora no quieren luz sobre el asunto.
6- Narcotraficante y consumidor de todo tipo de drogas. Preferencia por la marihuana mientras no han robado aún mucho. Luego le dan a la cocaína y a la heroína cuando su botín se lo permite.
7- Guarro de solemnidad. NO se ducha ni con orines encima. Aspecto lamentable y penoso.
8- Viste que da asco verle o verla. Típico perroflauta. Preferencia por calzado tipo Churruca de los pescaderos y fruteros de antes, ahora modernos (trekking, le llaman ahora). No se cambia de ropa en semanas. Llevan piercings y tatuajes para ser el centro de atención, pues están necesitados de estima y admiración, como el demonio. Llevan camisetas de grupos de música pervertidos y degenerados, drogados y delincuenciales incitadores del odio a la juventud.
9- Biciflauta fundamentalista de apártese el peatón que la acera es progresista ya y el peatón contamina mucho (hasta que a alguno le de por llenar de clavos las aceras por donde pasan bicis). No respetan norma cívica alguna.
10- Ecologista dictatorial del cambio climático, eso sí, a base de porros y litronas y basura por todos lados tras la manifa verdi roja. No condena a su «paraíso» chino o cualquiera comunista ultra contaminador, al que no se quiere ir a vivir, curiosamente. Prefieren vivir en Galapagar, como los ricos, y con servicio incluido (sirvientes).
11- No es capaz de hablar sin palabras soeces, guarras y de odio. Los insultos a toda persona decente son constantes y no admite la más mínima crítica bajo amenaza y acusación victimista de «delito de odio» contra el rojo. El asesino victimista. No tiene otro discurso que el del odio. Son hijos de satanás.
12- Les encanta la pornografía, cuanto más guarra y degenerada mejor. No sería de extrañar que organizasen orgías y propagasen todo tipo de enfermedad de transmisión sexual. Más guarros y cerdos imposible. De hecho, son los responsables máximos de su mundial propagación, pues consideran que la pornografía es libertad y que su prohibición es «represión». En cambio censuran todo mensaje en favor de la santa castidad y persiguen a los que procuran ayudar a volver a la naturalidad a los homosexuales reconciliandoles con Dios.
13- Mienten hasta callados. La mentira continua es su vida. Sin mentiras morirían. Además, han logrado un éxito enorme al inmunizar a miles de millones de personas respecto a la mentira, llegando a acostumbrar al mundo entero a la mentira continua, como si vivir fuera mentir.
14- Acusan como satanás del modo más inmisericorde cualquier error ajeno, eso que ellos cometen de continuo. Su corrupción ilimitada la justifican y silencian. La ajena la airean hasta la afonía.
15- Rechazan cualquier evidencia, los hechos, lo que todo el mundo sabe, las pruebas, la verdad. Califican de «fake» todo lo evidente a ojos vista que no conviene a su credo de odio progre rojo. Censuran como comisarios de prensa implacables.
16- Anteponen la vida y actos de su perro o perra, con los que mantienen una relación muy estrecha en no pocos casos, a la de cualquier otra persona. Para ellos, los animales tienen más «derechos» que los seres humanos. Son animalistas y muy animales, pues de humanos cada vez les queda menos.
17- Aunque recurren a la ciencia y la tecnología como argumento, no suelen tener ni puñetera idea de las mismas. Solo hacen uso de la ciencia y la tecnología como argumento político. Sus títulos universitarios han sido concedidos por razón de política, dañando la reputación de los títulos de los honrados y la meritocracia. Copian y plagian trabajos y tesis doctorales. Amedrentan tribunales universitarios y dan golpes de estados universitarios para imponer su dictadura en las universidades, destruyendo la reputación de sus títulos.
18- Solo convencen con sus engaños y seducciones a los mas débiles mentales e incapaces de pensar y reflexionar, sus víctimas predilectas. El sentido común le es totalmente ajeno. Sus mecanismos de engaño son cada vez más evidentes a cada vez más población. Por eso se afanan en lograr sus fines lo más pronto posible, para no dar tiempo a la reacción.
19- Son implacablemente totalitarios. Su afán fundamental es que la verdad no se sepa jamás. Viven en la oscuridad debido a su proceder, a sus obras, y quieren silenciar toda voz conforme a la verdad. Son censores como comisarios implacables. Si por ellos fuera, solo existirían sus medios rojos, como en la URSS. Y todo el que publicase algo contra ellos, sería encarcelado y hecho desaparecer.
20- Describen el infierno como un «paraíso» escondiendo sus miserias tras un celoso telón ópaco. Odian la libertad como consecuencia de su odio a la Verdad. Son liberticidas incorregibles. Llegan incluso a prohibir la movilidad, como se hizo en la URSS, para controlar la población en su totalidad. Su ideal es un estado policial con gente drogada y esclavizada.
21- Son totalitarios. Todo el mundo piensa como ellos y el que no lo hace es un anómalo, Todo el mundo es progresista y el que no es reo de hoguera o de tortura química. Todo el mundo sabe que el comunismo es la verdadera democracia. No toleran a los Alexander Solzenytsin de turno. Tratan de acallar toda voz discordante a base de complejos, prejuicios, ataques a la reputación y a la fama. Han logrado que todo el mundo en España reniegue cobardemente de Franco, nada menos. ¡Ay de los cobardes! Por los mártires que no renegaron de Cristo, ¡ay de los cobardes! en España.
22- Son soberbios en grado metastásico. Para ellos no hay Dios, ni patria (el rojo no tiene patria), ni rey (son republicanos soviéticos), ni otra ley que la que dicte el soviet del «pueblo». Entre ellos no hay respeto alguno, como cabría de esperar. Se asesinan en purgas en cuanto caen en desgracia. Se dividen ellos también pues buscan la división de otros. Mueren a espada porque matan a espada.
23- Son corruptos hasta lo vomitivo. Todo lo que tocan lo corrompen. Aceptan sobornos. Buscan puestos a dedo que ni siquiera pueden desempeñar mínimamente. Practican todo tipo de cohechos, son policiales y chantajistas. Su vida es sembrar cizaña y terror rojo. No son, ni han sido capaces jamás de crear una empresa rentable. Jamás son capaces de predicar con el ejemplo.
24- Son violentísimos. Para ellos, llegar al poder justifica el genocidio, el engaño masivo y el matar en masa a millones de inocentes: «más vale matar a cien inocentes a que escape un culpable» decía una de sus lideresas parafraseando a sus amos del Kremlim.
25- Tergiversan todo valor humano. Al bien lo llaman mal. Al mal lo llaman bien. Son contra evangelizadores. Su cine, su teatro, su prensa, sus revistas y sus medios digitales son un estercolero y basurero sin fondo.
26- Son aborteros totales. Llaman al genocidio del no nacido: «interrupción voluntaria del embarazo», aunque no soportarían la «interrupción voluntaria de la vida de los abortistas».
27- Son partidarios de la eutanasia. De hecho, donde los han padecido, la han practicado con profusión y de modo obligatorio y sin consentimiento, cumpliendo las advertencias que sobre los atentados contra la vida acarrean según nos advirtió la santa Madre Teresa de Calcuta, a la que ningún rojo ha osado jamás imitar.
28- Por supuesto, son partidarios de la eugenesia, del encargo de bebes probetas como si fuera mascotas, de la manipulación de embriones y de todo tipo de salvajadas contra natura.
29- Son enemigos mortales de la familia (el rojo no tiene familia, a la que califica «institución burguesa» como su judío ideólogo). Son enemigos mortales de la mujer, a la que no dudan en violar y colectivizar. Sus entusiastas suelen ser prostitutas, lesbianas y concubinas de muchos y esposas de ninguno (frecuentemente maltratadas por sus concubinos varones). Son enemigos mortales de los niños y niñas, a los que tratan de escandalizar y pervertir desde la primera infancia, incluso en los colegios e institutos en los que han logrado acceder como docentes del mal.
30- Son enemigos mortales de la felicidad. Odian que la gente sea feliz, se case, tenga hijos sanos y de la vida cristiana de toda la historia. De hecho, aspiran a «transformar» a su modo infernal todo el orden natural.
31- Manipulan la historia a su propia conveniencia ideológica, aunque los hechos les denuncian con contundencia. Son expertos en propaganda embustera y saben tocar la fibra emocional de los débiles.
32- Su odio a las personas consagradas (monjas, frailes, sacerdotes) y a los fieles que acuden a misa, llega al ridículo punto de denunciar a los párrocos por el sonido de las campanas, que atormenta lo que les queda de alma ya embaucada por el demonio.
33- Son totalmente incapaces de pedir perdón, de arrepentirse y de hacer penitencia por sus incontables crímenes y delitos. Viven para hacer el mal.
34- Siembran cizaña de continuo: enfrentan trabajadores con empresarios, hombres con mujeres, hijos con padres, ecologistas con no ecologistas, unas razas contra otras… Su supervivencia depende del odio continuo, pues la paz le es insoportable.
35- Son materialistas fanáticos. Afirman que Dios es una ilusión infantil, que la religión es el opio del pueblo (como el vodka lo era en la URSS o la droga en Venezuela), que Dios frena el progreso, que Dios es el hombre para el hombre, que Dios impide la felicidad, etc. Incluso se han infiltrado en la Iglesia con sus teólogos de la «liberación», es decir, del comunismo.
36- No esperan nada más allá de la muerte, de ahí el miedo con el que viven esclavos. Para ellos no hay ni cielo, ni purgatorio, ni infierno. Afirman que todo eso es cosa de supersticiosos, retrógrados, carcamales, trogloditos, cavernarios, reaccionarios, etc.
37- No quieren ni oír hablar de santos y santas, pues les atormenta fuertemente la verdad. Cada vez más.
38- Son los mayores esclavistas de la historia de la humanidad. Nunca los obreros y trabajadores fueron tan salvaje, total y terroristamente sometidos que en los países donde los bolcheviques se hicieron con el poder.
39- Apelan a los «derechos de los trabajadores», cuando ellos los liquidaron implacablemente en su régimen rojo esclavista a base de torturas, encarcelamientos, deportaciones, fusilamientos, ametrallamientos, reclusiones en gulags, etc.
40- Por supuesto, son racistas extremos. Nadie ha asesinado más por razones de raza que los bolcheviques y los rojos en general. Eso sí, como el demonio, siempre acusan a otros de sus propios crímenes interminables. Han exterminado minorías, han suprimido todo tipo de costumbres que no sean las de culto a sus líderes.
41- Por supuesto, jamás han respetado propiedad ajena, ni vida, ni derecho, ni libertad alguna. Es como si fueran encarnación del mal absoluto.
42- Odian vivir del sudor de su rostro. Prefieren que otros trabajen esclavizados para ellos. Les gusta el lujo, la juerga revolucionaria, el saqueo, el trincar y arrampar con todo lo ajeno. Eso sí, que nadie toque su botín.
43- Son hedonistas al máximo. No tienen autocontrol alguno. No se dominan. Para ellos la vida es todo capricho del momento. Les encanta el oro y los diamantes. En realidad tienen más afán de riquezas que nadie en el mundo. Por eso odian en extremo y más que a nadie a los que eligen una vida de pobreza, castidad y obediencia a Dios enclaustrados. Esa vida les deja en plena evidencia frente al mundo entero.
44- No obedecen otra disciplina que la de sus partidos marxistas a base de terror, pues sin terror no hay rojos.
45- El patriotismo le es odioso. Especialmente en España, nación católica por excelencia. Por eso odian los sentimientos patrióticos. Eso sí, fomentan el nacionalismo secesionista más que nadie, incluso más que los mismos secesionistas regionales.
46- Hablan, como Lenin, de Estado plurinacional, es decir, de una Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Por supuesto que las naciones les importan un rábano salvo para saquearlas.
47- Repiten su supuesta defensa a la democracia hasta que les sangra la lengua. Para ellos la democracia es el sistema de Stalin en el pasado y el de China actualmente. Pero los muy `jodíos¨, aunque odian a España, no se van a país progresista alguno. Y mira que tienen donde elegir. Al fin y al cabo, los rojos no tienen patria. ¿Por qué no se van, si España está llena de iglesias y procesiones católicas?
48- Todo lo evalúan en términos de opresores y oprimidos, eso sí, callan que los mayores opresores de la historia son ellos y sus ideas.
49- Denuncian el hambre en los niños del «tercer mundo», pero en sus regímenes son los mayores infanticidas de la historia.
50- Gozan de la simpatía de incontables no marxistas de derecha conservadora y liberal, que han sido los responsables cómplices históricos de su triunfo mundial.
51- Rechazan los toros porque los toros son un arte español y ellos odian a España, aunque vivan en ella y no tengan las agallas a rechazar su nacionalidad. Eso sí, comen filetes de ternera como campeones recomendando públicamente la dieta vegetariana o incluso vegana (peligrosamente mortal). Dicen rechazar los toros por lo del maltrato animal. Eso sí, toman medicinas que han sido probadas en cobayas sin ningún escrúpulo. Además animan a todo el mundo a «vacunarse» y amenazan con hacer la vida imposible al que no se «vacune». Eso sí, si la tal «vacuna» no vacuna de nada y la gente se muere de ictus, cánceres, turbocánceres, cardiopatías cada vez más extrañas y numerosas y todo tipo de males, denunciando a las autoridades sanitarias, los mismos que amenazaron al no «vacunado» ahora dicen que la tal «vacuna» no era obligatoria. Como para fiarse de esa piara de asesinos en masa todavía impunes.
52- No pueden soportar que se rece en público. No soportan las cruces en lugares públicos rememorando gestas de buenos españoles, con sus nombres inscritos en ellas. La Santa Cruz del Valle de los Caídos es como una puñalada en su orgullo y encrespa su odio. Arden de deseo de repetir el fusilamiento del Sagrado Corazón de Jesús de 1936, esta vez con la piedad del Valle y su Cruz, la más alta del mundo. Quieren dinamitarla, como dinamitaron el Alcázar sin lograr su rendición, porque un católico español no se rinde jamás.
53- Amenazan de muerte de modo impune y agreden a todo aquel que les hace daño con sus libros. No les queda ya intelectuales que les den la razón salvo los que se venden a ellos por dinero. Sus tesis en todo orden están ya muy trasnochadas y superadas. Se aprovechan de los más ignorantes.
54- Si no abortan a sus hijos, les pervierten ya desde la más tierna infancia. Por supuesto, los mantienen alejados de Cristo y de la Santísima Virgen María y los envían a colegios progresistas, donde les lavarán el cerebro sin solución alguna.
55- A lo más que llegan es a formar «parejas de hecho», es decir, concubinatos temporales hasta que se cansen. Están dominados por sus ombligos y entrepiernas. La violencia íntima es su realidad cotidiana en sus relaciones. Por supuesto que no conocen más amor que el que profesan por sí mismos, su vanidad. El o la otra son objetos de usar y tirar y ante la menor queja una buena paliza. Por eso ellas son tan feministas.
56- Incitan a la violación de las mujeres de verdad, especialmente las católicas.
57- Defienden los regímenes más salvajemente criminales de la historia de la humanidad. Aparte de la URSS («amigos de la URSS») y los países comunistas del este europeo mientras duró su sangriento cautiverio rojo, Corea del Norte, Vietnam, Laos, Camboya, China, Cuba, Venezuela y todos los genocidas «latinoamericanos» (españoles de América,no).
58- Su cultura es similar a la que tiene Nicolás Maduro, el payaso bolchevique caribeño que afirmó que Cristo había sido crucificado por el imperio español. Solo ven televisión, canales rojos, por supuesto. Su nivel de lectura daría risa. Y su comprensión lectora es paupérrima. En realidad les cuesta escribir sin faltas de ortografía. Lo pasan mal cuando tienen que elaborar un informe. Sería conveniente ver su escritura, especialmente la de sus líderes rojos.
59- Por supuesto, como compañeros de trabajo son lo peor de lo peor. Aparentan compañerismo, pero son egoístas extremos a más no poder. No ayudan al prójimo, se escaquean todo lo que pueden (si son enlaces sindicales ya ni trabajan, especialmente si son funcionarios elegidos a dedo o con oposición fraudulenta, es decir, sin examinar siquiera y con tribunal corrupto favorable). Cargan a los demás con sus tareas. Someten a sus compañeros y compañeras a acoso sexual y a terror sindical, amenazándoles con no «defenderles» en ninguna causa si no se suman a sus no pocas veces disparatadas exigencias laborales. Llegan tarde al trabajo de modo impune. Salen del trabajo los primeros. Tienen más descansos que nadie. Amenazan a los jefes con denunciarles si les «presionan» para trabajar más. La calidad de su trabajo suele ser muy mediocre en el mejor de los casos. No atienden con corrección teléfonos ni correos electrónicos. Son más una carga para la empresa que un activo.
60- Han llevado al suicidio a miles de personas en todos los países en los que han tenido poder. Son los mayores fomentadores de todo tipo de depresiones, ansiedad, enfermedades mentales y trastornos. Donde hay rojos no hay paz posible. Es como estar acompañado de satanás mismo. De hecho, ellos no ocultan su odio a Dios y su ateísmo militante y hostil a todo lo que Dios y los suyos significan.
61- Llegan incluso a arrebatar a los padres y madres la custodia de sus hijos. Fomentan la destrucción personal de los niños y niñas con la transexualidad inducida por ellos. Corrompen a los menores en las aulas con pornografía que llaman «educación afectiva».
62- Recurren al victimismo cuando son sorprendidos en sus macabros abusos a menores y otras personas con taras físicas y psíquicas. Suelen decir que el pederasta es un «enfermo», cuando niegan que los lgtbi+ lo sean, por ejemplo. Promueven la ideología de género, es decir, el odio al hombre, la familia, la maternidad, la paternidad, los niños y la sana vida hogareña, algo que le es totalmente ajeno.
63- Promueven y defienden a ultranza la okupación, con las gigantescas consecuencias perversas que tiene para los mercados de vivienda y para la emancipación de los jóvenes honrados y la formación de familias. ¿Quién va a facilitar una vivienda en alquiler si hoy no se puede uno fiar de ningún inquilino, si cualquiera puede ser un okupa de casa gratis por la cara defendido por jueces, policías, leyes y gobiernos? Alegan falta de vivienda que ellos mismos han provocado con tanta inseguridad jurídica restringiendo la oferta a las de peor calidad y peor cuidadas con un alquiler prohibitivo. Cuando se construyen nuevas viviendas de promoción pública, su okupación perjudica a los demás vecinos que han pagado honradamente su piso y que ahora tienen un piso de menos valor que la mitad del que tenía recién comprado. Destruyen valor, boicotean promociones privadas, arruinan ayuntamientos. Constriñen el mercado de vivienda perjudicando a toda la población que ya no les traga y que les va a aplastar como esto siga así. Perjudican gravísimamente a los jóvenes honrados. Alegan el derecho a la vivienda, pero no quieren irse a vivir a pueblos deshabitados los muy mafiosos señoritos, luego lo único que quieren es casa gratis y lo más lujosa y céntrica posible. Destrozan impunemente el inmueble que ocupan sin preocuparse del vecino de al lado o de debajo y la comunidad. Además, llenan de narcotráfico el inmueble que okupan, ruidos, suciedad, basura, daños a buzones, contadores de luz y agua, amenazas a vecinos, violencia armada, delincuencia, etc., con su típico carácter psicópata de importarle absolutamente nada los demás vecinos víctimas de ellos y amparándose en sus bastardos jueces prevaricadores y leyes satánicas que les defienden.