21/11/2024 18:05
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El pueblo calla mientras nos ganan la partida con nuestras propias armas democráticas. 
 
La expresión ideológica puede encerrar malvadas intenciones de proyectos de rupturas sociales, dinamitar la paciencia del sentido común y negar las posibilidades humanas. Acorralar la supervivencia de muchos es la estupidez de unos pocos. Aunque la idea se sustente en romper un país en beneficio propio. Al final el resultado va ser el mismo, confrontación e indignación generalizada. El efecto dominó nos perjudica a todos. Imposible entender que el vicepresidente segundo de un gobierno de España, Pablo Iglesias, afirme en sede Parlamentaria que, ‘el problema de la vivienda en España no es la ocupacion ilegal de viviendas, sino los precios de los alquileres’. Al parecer desconoce, o le interesa olvidar, que se estima que hay cien mil viviendas ocupadas ilegalmente en España, que mantienen a mafias y arruinan a familias enteras. Él tiene 24 guardias civiles en la puerta, otros vecinos tienen que ir a trabajar, o comprar el pan y sus casas se quedan indefensas.
 
Además añade Iglesias Turrión, poniendo en su boca palabras de un supuesto juez, que no ha visto nunca la ocupación de un particular, ‘todas son viviendas vacías de bancos ‘, afirma. Se trata de un claro desprecio a la ‘okupacion ilegal’, además de incentivar y alentar a estos personajes amigos de lo ajeno. Atenta contra la propiedad privada y provoca conflictos vecinales, pero logra su objetivo, además de crispar, se auto-estima y complace, sigue en su ruta hacía la descomposición social para que impere ‘el podedismo’. No se enterará del daño que originan las mafias de las ocupaciones ilegales de viviendas privadas hasta que okupen su baluarte de Galapagar. 
 
El ser humano es capaz de lo mejor y lo peor. En este caso, se emplean las capacidades para crear distancia, rencor y destruir la paz cotidiana. Cuando una obra se rompe, sólo por hacer daño o alcanzar un vil e infame objetivo, tenemos dos opciones; o saltas por los escombros o comienzas a reconstruir. Existe una tercera probalidad, es lamentarte constantemente. En psicología se dice qué actitud y aptitud, siendo parecidas, son diametralmente diferentes. Lo ideal es activalarlas las dos, sobre todo en tiempos de adversidades. En la vida estamos expuestos al fracaso, más cuando dependemos de un colectivo. El éxito depende exclusivamente de la persona, pero no nos sirve. Es necesario el protagonismo y la participación de la auténtica Soberanía Popular y supervisor de nuestros representantes: El Pueblo.
 
Ahora es la hora de gritar al unísono. Nos están ganando la partida con nuestras propias armas: La Constitución. 
¿De quién depende la Fiscalia?, del Gobierno. Pues ya está !!. Se cargan la división de poderes, pactan y acuerdan preveer la aprobación de los Presupuestos del Estado con HB Bildu, crean leyes disuasorias sobre ‘sus memorias históricas’ y olvidan otra parte de la Historia, enaltecen a los terroristas, amparan a los separatistas, manejan las instituciones a sus antojos. Manipulan incluso el CIS del socialista José Félix Tezanos para preguntar sobre República o Monarquía, en una clara intención de ‘poner en solfa’ al Rey en plena Monarquía Parlamentaria Democrática. Además, se permiten hacer pedagogía (apologia informativa) a través de los medios televisivos, radiofónicos y prensa escrita, pagados con los impuestos de todos los españoles, de lo contrario vetan, discriminan y compran voluntades desde las arcas públicas. Nos torpedean con nuestra propia pólvora, adquirida a pulso entre todos/as. Y el pueblo calla. 
 
Es la democracia quizá el sistema político menos lesivo. Se supone que sus leyes defienden el derecho del pueblo, la soberanía del pueblo y pone a disposición de la ciudadanía el control de sus gobernantes. Esto significa, que la comunidad está obligada a interceder cuando considere que sus principios cómo personas, o/y colectivos mayoritarios, se invaden estrepitosamente por idearios políticos e intereses personales destructivos. Y es lo que está ocurriendo en España, pero al mismo tiempo es lo que no sucede. La ciudadanía continúa apamplinada, adormecida y sin cumplir con su obligación soberana de exigir sus derechos. Y es que nuestro país es un pueblo bipolar. Las dos Españas por lo siglos de los siglos. Habrá que hacer un esfuerzo de comprensión unánime, coherencia generalizada y aunar voces que griten, ¡¡ Basta ya !!
 
¡¡ El Pueblo es Gobierno !!

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