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Considero un deber, como jurista que soy, explicar a los lectores, si es que tengo alguno, el golpe de estado anticonstitucional que está perpetrando, en vivo y en directo, Pedro Sánchez, el traidor.
Va a suprimir del Código Penal de 1995 el delito de sedición, de forma que las futuras declaraciones unilaterales de “independencia” de Cataluña y el País Vasco, que se producirán pronto, les salgan gratis a los separatistas.
Este nuevo Conde don Julián, pretende abrir las puertas de la “independencia”, independencia subvencionada por España, faltaría más, a los golpistas catalanes, que ya proclamaron la república catalana en 2017, contando con la cobardía del PP, partido para ayudar al PSOE, ya que ambos partidos son las dos caras de la misma falsa moneda, el NOM, o gobierno mundial.
¿Y qué ha hecho el principal partido de la oposición…?
Pues publicar un tuit.
Acojonante.
Y a la vuelta de Feijóo del extranjero, hacer unas desaforadas declaraciones, con el rostro lívido, no sé si por el cansancio, que ya tiene una edad, los desajustes horarios, o porque no sabía que decir para no molestar al PSOE, explicando que: “Si algún llego a la presidencia del gobierno, derogaré la supresión del delito de sedición”.
Es decir, nada.
¿Conocen ustedes alguna ley aprobada por el PSOE que haya sido modificada o derogada por el PP…?
Yo, no.
Y creo que ustedes, tampoco.
Solamente Inés Arrimadas ha pedido una moción de censura, que tal y como establece el artículo 113, 2, de la Constitución, “deberá ser propuesta al menos por la décima parte de los Diputados, y habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno”.
En otras palabras, hacen falta un mínimo de 35 diputados, que de los partidos constitucionalistas solo tienen Vox y el PP.
Parece que Vox no está por la labor, y se contenta con hacer manifestaciones en las principales ciudades de España, que son pan para hoy, y hambre para mañana.
Mientras tanto Sánchez, y su fiel esbirro, Bolaños, siguen cumpliendo a rajatabla los mandatos de la logia mundialista, que quiere una España inerme, endeudada y dividida en varios pequeños estados, que no pinten nada, ni en Europa ni en el contexto mundial.
Las televisiones subvencionadas por el dictador, es decir todas, ocultan la realidad, al igual que “el putrefacto” y la práctica totalidad de los medios de prensa escrita…
Tan solo unos pocos medios digitales, entre ellos éste que lees, amigo lector, cuentan la verdad de lo que está sucediendo, y que cada uno saque sus propias conclusiones.
¿O es que ya estamos lelos…?
Pedro Sánchez está tejiendo su gigantesca tela de araña, que le va a mantener vitaliciamente en el poder, “okupando” todas las instituciones, teóricamente independientes, y que deberían servir como un eficaz sistema de contrapesos, para embridar el poder: la fiscalía general del Estado –ahora del gobierno-, el tribunal de cuentas, que en la práctica no controla nada, el instituto nacional de estadística, para falsear los datos, el instituto nacional de empleo, para “reducir” el paro, el defensor del pueblo, y como guinda del pastel la empresa Indra, que es la que controla el recuento electoral, para preparar el pucherazo, si preciso fuere.
Dudo mucho que Feijóo llegue algún día a la presidencia del gobierno.
Ni es oposición, ni ejerce como oposición.
Él sabrá a quien sirve, y quien es su Amo, pero parece claro que no es el pueblo español, ni el interés general de los españoles.
Así de claro.
Venezuela tiene a Maduro; Nicaragua a Ortega, y España a Sánchez.
Tres dictadores del siglo XXI, que se perpetuarán en el poder.
Las cosas claras, y el chocolate espeso.
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