Navarra al pil-pil. Por Carlos Zarco

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Cuando Simón Gurtubay, comerciante vasco importador de bacalao sufrió un desliz en 1835 por el que inundó de este producto Bilbao, la ciudad que se encontraba sitiada por los carlistas, gracias a ello, se vio liberada del hambre por este excedente y qué con guindilla, ajo y aceite de oliva crearon la salsa pil-pil que es la onomatopeya del borboteo al cocinar a fuego lento.

Pasaba yo unos días en Navarra y mientras saborea un bacalao al pilpil y coincidía con la formación del gobierno de esta comunidad foral, que tiene toda la pinta de convertirse en una pedanía del país vasco, daba vueltas a la salsa y al gobierno.

Los acuerdos tanto del Gobierno Nacional como del foral han hecho que la vasconización de Navarra esté más cerca de un cuándo que de una posibilidad.

La constitución tiene muchos errores pero uno de los más importantes es la disposición transitoria cuarta en la que establece un procedimiento para la incorporación de Navarra al País Vasco. Este es uno de los muchos errores de la misma, por cuánto discrimina, una vez más, algunas comunidades autónomas de otras con tantos o más derechos. Así ambas castillas, la comunidad de Madrid, Cantabria, Murcia o la Rioja podrían o deberían haber tenido la posibilidad de formar la Castilla sin invenciones ni esfuerzos políticos por hacer desaparecer la misma, con su lengua de cientos de millones de hablantes, su variedad geográfica, su cultura propia, su pasado, su presente y su futuro y fundamentalmente su carácter aglutinador de España .

Pero volvamos a la Navarra donde desde el Partido Socialista Obrero español se incide en su desaparición, poco a poco pero sin pausa ni descanso y así va socavando ese concepto en el que Navarra también es España.

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Comenzaron incluyendo en la constitución del 78 este concepto minador de España, haciendo desaparecer Castilla y su idioma aglutinador dando, preeminencia al País vasco y Cataluña sobre el resto de las autonomías y ahora, cosa que veremos en los próximos años, la desaparición de Navarra, absorbida ya no solo en lo cultural, idiomático y político, cosa ya conseguida, sino en lo administrativo, económico y social .

La próxima capital del País Vasco será Pamplona, harán lo mismo que con Vitoria al hacerla capital del mismo, la vasquenizaron rápidamente y el resto ya caerá por su propio peso .

Sé que esto lo pensamos muchos, pero no vale con pensarlo, hay que decirlo y alto, el camino está marcado con el gobierno del partido socialista obrero español, aupados por Bildu, que no quiere nada a cambio, solo necesita tiempo y que Navarra se vaya cociendo en su propia salsa, eso sí, al pilpil.