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Escasas calendas ha les expliqué detenidamente la farsa de las dos últimas inexistentes variantes covidicias: Delta más Ómicron, masónico ojo que todo lo ve. Ahora brota otra cepa fake (¿variante de un inexistente virus con su mendaz covid-22 a cuestas ), Centaurus, hondo significado espiritual. Centauro, híbrido humano-caballo. Mitología griega, obvio. Más bien lo de siempre, a nadie engañan ya, firma y rúbrica: inhumano y letal transhumanismo. De hombre caballo a hombre máquina, pues. El demente proyecto humano 2.0.
Ortega y Gasset
Nuestro compatriota, Ortega y Gasset, brillante en tantos aspectos, pero necio tecnólatra, acuñó feliz vocablo: centauro tecnológico. Centauros ontológicos, en parte seres naturales, en parte extranaturales. Artificiales, mejor expresado. Diríase que nuestra especie se ha hecho a sí misma culturalmente, y en cierta medida también biológicamente, por medio de la técnica y es en la citada «sobrenaturaleza» creada mediante ella donde en realidad habita el sapiens sapiens («medía porción de él está inmersa, desde luego, en la naturaleza, pero la otra parte trasciende de ella», Meditaciones sobre la técnica, Ortega y Gasset, 1939).
De todas maneras, imprescindible recordatorio: la filosofía de la técnica de Ortega –original y sugerente como es – resulta a la postre vana, ya que está lastrada por una antropología (como toda la contemporaneidad) hondamente anti-naturalista, profundamente negadora de esta axial parcela de la realidad.
Varios decenios después de Ortega, otro gran filósofo, Peter Sloterdijk, lo bautiza como antropotécnica: velocísimo desarrollo tecnológico, en especial de las biotecnologías y las tecnologías de la información y de la computación: hacia un nuevo ser humano, hacia un hombre nuevo, tan comunistoide el asunto: cyborg.
Xenofeminismo, educación y timovacunación covid
Y asunto decisivo, el transhumanismo, memento Donna Haraway, tanto para el xenofeminismo (una vez superados el feminismo clásico y el transfeminismo/queer) como para la funesta educación presente (anejando sumisión, adoctrinamiento y estupidización): el también filósofo José Antonio Marina, en su tiempo estimable autor, hoy irremediablemente echado a perder.
Último libro, pues, lastimoso: El proyecto Centauro: La nueva frontera educativa: Un modelo para los próximos 30 años. El nombre “Proyecto Centauro” es inspirado, según Marina, por Gary Kasparov: “el ajedrecista del siglo XXI será un centauro de cabeza humana y cuerpo virtual«.
Digamos que para la psicótica élite transhumanista, a la vez que transhumanizadora (timovacunas covidicias mediante), la denominada Inteligencia Centauro, intersecciones polímatas mediante, se sintetiza en el siguiente sumatorio: biología + memoria (personal y virtual) = Nueva Humanidad.
…Inhumano todo, y puro detritus. Intelectual y moral. En fin.
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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