20/09/2024 00:58
Getting your Trinity Audio player ready...

Ante este grave reto de futuro, lo vital es situarse, comprender dónde estamos. No especular ni manejar datos con perspectiva optimista. Estamos donde estamos. Estamos en otro tiempo, porque el anterior lo hemos perdido, y no es cuestión de filosofar diciendo que la vida pasa como pasa el río. Porque lo que define este tiempo es la pérdida de lo que se poseía, del daño que ha recibido todo lo que era nuestro, y no del pasar inevitable que en el tiempo nos acontece.

    Más allá de la situación económica a la que nos vemos abocados, el reto de Europa como civilización está en que sea capaz de defender su modo específico de existir y de ser. Esto es, defender su cultura que por tener un sentido trascendente no es algo informe, ajena a su sabiduría ancestral. Así pues, necesita una síntesis del fraccionamiento que se ha hecho de sus valores que no ponga en peligro, su humanismo y ni su impulso creativo. De lo que se deduce, que Europa debe volver a la cultura de la verdad, de la verdad de las cosas, de la verdad de la historia y de la verdad del hombre en su existir. Debe volver a la soberanía fundamental que posee. 

    San Juan Pablo II advirtió que el progreso de la humanidad “no se mide tanto en términos de conquistas tecnológicas como, más bien, con el patrón de la sensibilidad moral alcanzada por sus componentes”.   

    Pero además, este reto civilizador debe acometerlo en el contexto de un fenómeno de inmigración que no puede seguir siendo un factor en la reducción de la población europea, que según los datos más optimistas está en el 40 % en comparación con 2000-2010.

LEER MÁS:  Elecciones Generales Octubre “El Correo de España”: Tezanos no andaba tan equivocado. Por Julio Merino

    Y es que, la magnitud del fenómeno migratorio ha transformado profundamente los perfiles de la sociedad europea. Europa, y particularmente España con un 11 por 100 de población extranjera de todas partes del mundo con relación a su población total, presentan un nivel de multiculturalidad que distorsiona gravemente nuestra identidad étnica y cultural hasta un extremo suicida.

    Si Europa quiere sobrevivir como civilización tendrá que medir este impacto de deconstrucción, porque según los últimos estudios, en 2018, por primera vez en la historia de Europa, las personas de 65 años o más, superaron en número a los niños menores de cinco años. Mientras que para 2050 se proyecta que la India supere a China como el país más poblado del mundo y que la población de África Subsahariana se duplique con un crecimiento de 99 %. Llegando el planeta a los 9000 millones de habitantes, cuyo crecimiento se concentrara en India, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Tanzania, Indonesia y Egipto, que serán los países con mayor incremento de población. Y por lo que respecta a Oceanía, excluyendo Australia y Nueva Zelanda, crecerá un 56 %; África del Norte y Asia Occidental, un 46 %; Australia y Nueva Zelanda, un 28 %; Asia central y meridional, el 25 %; América Latina y el Caribe, alrededor de un 18 %; Asia oriental y suroriental un 3 %; y Europa y América del Norte, apenas un 2 %.

    Por ello, en esta cuestión, el reto es doble. Por una parte, impedir entrar a estas gentes en forma y modo que sea necesario, que medios y capacidad hay sin tener que llegar a extremos hirientes. Y por otra, ser conscientes de que estas gentes necesitan urgentemente nuestra ayuda, nuestro apoyo y nuestro saber. Y aunque de acuerdo que ya les hemos dado bastante, no nos cansemos de seguir dándoles, siendo que es bien sabido que QUIEN DA, RECIBE.  

LEER MÁS:  El Orgullo como esperpento, y Juan Vázquez de Mella como el gran marica, gay o trans de España. Por Pablo Gasco de la Rocha

    Y junto a todo esto, algo fundamental, actuar contra las organizaciones y las personas que viven de la inmigración, ONG´S y asistentes legales, a quienes hay que someter a estricta vigilancia sin descartar procesar y condenar a altas penas de privación de libertad como cooperadores necesarios a una invasión que de no frenarse, nos llevará la ruina… Por lo que respecta al Papa y a Cáritas, lo que venimos diciendo otras veces: NI CASO. 

 

 

 

  

Autor

Avatar
Pablo Gasco de la Rocha