Octubre y Milicia de María (II) Sólo con Ella seguiréis siendo Benemérita y Benedicta Guardia Civil. Por Daniel Ponce Alegre

Según constante y antiquísima Tradición de la Santa Iglesia, la Virgen María, estando aún en carne mortal (antes de ser asumpta al Cielo, y Coronada como Reina y Señora de todo lo Creado) se apareció desde Éfeso a Zaragoza al Apóstol Santiago, el Mayor (hijo de Zebedeo) que había partido hacia Hispania a finales de los años 30 del S. I.

En enero del año 40, Santiago llega a la ciudad de César Augusta, hoy Zaragoza, y allí se le aparece la Virgen, a orillas del río Ebro. 

Nuestro Amado Patrón Santiago oyó voces de ángeles que cantaban »Ave Maria Gratia Plena» ante la Presencia de la Madre de Dios sobre una columna. 

Este es el motivo por el que esta Advocación Mariana (la más antigua de todas) es conocida como De la Columna o Del Pilar.

Nuestra Madre y Reina, con Su Aparición, quería confortar y fortalecer la acción misionera y vacacional del Apóstol Santiago (dadas sus dificultades con los pueblos íberos) que recibió la Misión de Evangelizar el extremo europeo más occidental, Hispania o Tarsis, hasta el »finisterre». Cuando finalizó la Visión, allí quedó el pilar o columna que aún hoy se conserva.

La Virgen María pidió amorosamente al Apóstol que allí le edificase una iglesia a Ella y a Su Hijo, alrededor de dicho pilar:

Esta Capilla es el primer Templo Mariano de la Cristiandad y después de diferentes transformaciones se ha convertido en La Basílica de Nuestra Señora del Pilar.

El Papa Pío XII, en 1958, se refiere a Ella como »Benemérita Reina de la Hispanidad» haciendo referencia a Su Título de »Bien Venida y Bendita». Este es el motivo por el que la Guardia Civil, Institución cuyos orígenes y raíz son anteriores al Duque de Ahumada (Reyes Católicos y la Santa Guardia de caminos como antes ya hacía la Militia pro Pacem) adquiere el Título de La Benemérita.

En la actualidad, la Guardia Civil, a diferencia de otros cuerpos policiales desacralizados, hace girar su »acción vacacional y misional» sobre Su Patrona. 

Misas por Ella y por Su Protección han dado comienzo las Festividades de Su Día por toda la Hispanidad.

Sin embargo, hay un peligro que no sería Justo por nuestra parte ocultar:

La »laicización masónica» del Cuerpo y la desacralización del mismo y de su Vocación o razón de ser. 

La presencia de »columnas con forma de obelisco» sobre las que se deposita la corona a los caídos nos introduce en la traición a la Patrona y al Hijo, Jesucristo Rey, y nos acerca a esas ceremonias luciferinas que hemos visto estos años en la Plaza de Oriente »por los caídos del COVID» (recordemos que DIVOC es un demonio talmúdico) con presencia de Felipe VI y las FAS.

Como conclusión, decir:

María Inmaculada, y su Advocación de El Pilar, nos ama y protege, y espera nuestra lealtad, como la espera el Hijo, y de manera más especial de aquellos que la tenemos como Patrona, hispanos en general y Guardia Civil en particular. 

Nunca lo olvidemos y recordemos su Promesa:

»Mi Protección a la Hispania, y a los que bajo Mi Manto se protegen, será la más inquebrantable de todas las Columnas».

¡¡¡ Viva La Benemérita !!!