Angela Merkel confirma cómo la OTAN diseñó la farsa bélica ucraniana. Por Luys Coleto

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Ains, la funesta socialdemócrata Ángela Dorothea en Der Spiegel. Apretada síntesis, entonces. Ucrania perdió su soberanía con el golpe de estado CIA en febrero de 2014. Desde entonces solo ha servido para exterminar rusos en el Donbás y preparar la siguiente “hazaña” bélica de la terrorista OTAN. Mientras, se armaba a Ucrania para la eventual guerra contra Rusia, por eso se bombardeó el Donbás con tanta impunidad. Y, desde luego, el pufo bélico ha puesto frente al espejo, entre otros, a Alemania, que depende del gas ruso, los negocios con China y de sus decisiones por “libre” en una Europa étnica y racialmente cada vez más reemplazada.

Prosigue Angela

Alemania y Francia eran, en principio, los garantes del acuerdo de Minsk de 2016. Ahora rebuzna nuestra húmeda Dorothea que solo fue una estratagema para ganar tiempo para que Ucrania se preparase para la guerra. Los ukroccidentales, digamos.

Un ejemplo a vuela teclado: en 2008 ya se había declarado que Georgia y Ucrania “llegarán a ser miembros de la OTAN”, esa banda criminal. Eso sí, memento putinesca atrocidad Krysha.

Putin, como todos, en el ajo del Gran Reinicio

Y Putin, obvio, en el criminal ajo: tan FEM (¿la mujer de hierro, la mandona de Europa, admite que hicieron engañar a Putin «el ingenuo», un macabro y siniestro espía de la KGB para que «cayera en la trampa» de invadir a Ucrania: ains, bendita ingenuidad, te ocurre por elegir planificado bando)…

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Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.

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