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«Azaña fue un loco que llevó a España al desastre» (esto es una opinión), «Azaña fue el mejor político de su tiempo» (esto es otra opinión)… «Azaña fue el segundo presidente de la II República» (esto es un hecho).

«Franco ha sido el mejor gobernante que ha tenido España en toda su historia» (esto es una opinión), «Franco fue un tirano y un asesino» (esto es otra opinión)… «Franco fue Jefe del Estado entre 1939 y 1975» (esto es un hecho).

«Alfonso XIII fue el mejor Rey que ha tenido España» (esto es una opinión), «Alfonso XIII se cargó la Monarquía al aceptar la Dictadura» (esto es otra opinión)… «Alfonso XIII fue declarado culpable de alta traición y fuera de la ley por la República» (esto es un hecho).

Como ves, querido Merino, –me diría un día mi admirado Don Ramón Serrano Súñer–los ejemplos de diferencias entre opiniones y hechos son infinitos y podríamos remontarnos hasta los tiempos de Viriato. Lo que quiere decir que para entrar en la Historia, para escribir de acontecimientos o personajes históricos, hay que hacerlo sabiendo distinguir y separando con bisturí las ‘opiniones’ y los ‘hechos’, porque las primeras, aunque sean honestas, no dejan de ser opiniones, y los segundos, aunque nos duelan están ahí.

¡HECHOS!, Merino, ¡HECHOS!. Los hechos son sagrados, tienen que ser sagrados, porque sin hechos la Historia sería cualquier cosa menos Historia… y eso es lo que se han saltado a la torera muchos de los historiadores de hoy cuando escriben de lo que sucedió con Hitler para evitar la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial, al lado de Alemania, Italia y Japón (el EJE).

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                    Pues, justo lo contrario de lo que pretende la nueva Ley de la Memoria Democrática que estos locos quieren imponer por la fuerza. Quieren, se han propuesto, cambiar los hechos de la Historia de España para hacer otra Historia, su Historia… y eso, aprovechando la Dictadura que ya han impuesto, que todavía no será la Dictadura del Proletariado pero sí la «Dictadura Parlamentaria», de la que ya se curaba también en salud el gran Julián Besteiro.

                  ¿Dictadura Parlamentaria? ¿Y eso qué es? se preguntan los inocentes y cobardicas de la derecha, pues muy sencillo, que si yo tengo mayoría en el Parlamento puedo hacer lo que me dé la gana…y si tengo los tres tercios, hasta puedo cambiar de Régimen y  entonces sí implantar la Dictadura Comunista.

                O sea lo que hicieron el Lénin y el Stalin… ¿Y Troski? ¿Y ese quién fue? ¡Ese no existió, y si es necesario se borran de las fotos y de la Historia! ¡Lo que quieren hacer, o ya están haciendo,con Franco.

                 Y USTED ME HABLA DE LOS HECHOS  — exclaman a un tiempo los nuevos dictadores Pedro y PABLO–AQUÍ NO HAY MÁS HECHOS QUE LOS QUE NOSOTROS DIGAMOS.

 

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.