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Cabeza y cojones. Deterioro neurológico y esterilización. A fuer, sin ir muy lejos, de enfermedades autoinmunes, además espectacular incremento de casos de cánceres (sobre todo, resurgimientos tumorales) y muertes súbitas. Y la joya de la corona del tecno-matarratas transgénico de nombre «vacuna» covidiota para idiotas: el corazón. Pericarditis, miocarditis, arritmias, anginas de pecho, trombosis venosas e infartos, por las nubes. Y cada vez más autopsias e informes lo siguen confirmando. Los coágulos de sangre y las «fibras elásticas» continuamente observadas parecen coincidir con lo que ven los embalsamadores cuando preparan los cuerpos para su entierro.
Un caso histológicamente probado de pericarditis
Un estudio publicado en el número de noviembre de 2022 de la Legal Medicine titulado An autopsy case report of aortic dissection complicated by histiolymphocytic pericarditis and aortic inflammation after COVID-19 mRNA (Un informe de caso de autopsia de disección aórtica complicada con pericarditis histiolinfocítica e inflamación aórtica después de la vacunación de ARNm COVID-19), nos explicaba detallada y científicamente cómo un hombre japonés, sin ninguna enfermedad previa, murió dos semanas después de la tercera dosis del raticida covidicio.
Otro caso, también en Japón
Un segundo caso nipón ha sido publicado en Thrombosis Journal con el título Histopathologically TMA-like distribution of multiple organ thromboses after the initial dose of the BNT162b2 mRNA vaccine (Comirnaty, Pfizer/BioNTech): an autopsy case report. Traducción: Distribución histopatológicamente similar a TMA de trombosis de múltiples órganos después de la dosis inicial de la vacuna de ARNm BNT162b2 (Comirnaty, Pfizer/BioNTech): informe de un caso de autopsia.
Los nudos hechos: una mujer de 72 años que recibió la primera dosis de la kakuna de ARN mensajero de Pfizer y murió dos días después. Y la autopsia reveló múltiples microtrombos en el corazón, el cerebro, el hígado, los riñones y las glándulas suprarrenales. Los trombos eran CD61 y CD42b positivos y se localizaban en los vasos sanguíneos, principalmente en la cara pericárdica del miocardio y en la región subcapsular de las glándulas suprarrenales; sus diámetros eran de aproximadamente 5-40 μm.
Macroscópicamente, fue también detectada una hemorragia miocárdica. La histopatología de la distribución característica del trombo (que difiere de la del síndrome hemolítico y urémico y de la coagulación intravascular diseminada) sugería que la fisiopatología subyacente deviene semejante, cuando no idéntica, a la de la microangiopatía trombótica (MAT).
Y, obviamente, sobra casi decirlo, la mujer japonesa carecía de historial previo de coágulos sanguíneos antes de haber recibido la timovacuna de Pfizer…
…Y así, decenas y decenas de estudios e informes que les pongo a continuación. En fin.
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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