21/11/2024 19:34
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Esta farsa vírica ha sido concienzudamente planificada por innúmeros motivos. Cum Fraude mostró la patita a finales de abril con todo cristo secuestrado en sus hogares. Sin doblez alguna aseveró categórico que « esta emergencia mundial tiene como efecto acelerar cambios que ya se estaban poniendo en marcha desde hace ya años. El cambio hacia nuevas formas de trabajo no presencial, con la introducción del teletrabajo. El cambio hacia formas de producción y consumo compatibles con la respuesta a la emergencia climática. El cambio acelerado a la digitalización y automatización. El cambio hacia formas de gobernanza mundial para hacer frente a amenazas que son también globales, como hemos visto esta pandemia. Pero ha llegado una sacudida mundial que ha acelerado todos estos cambios que veníamos registrando”.

Ha llegado, dice. Provocáis, precisa. Llegan, por lo visto, a través de sopas de murciélagos, los acelerones históricos. El transhumanismo en lontananza. Descojonación, el coronacircus. Magníficamente diseñada, la falsidemia, con el avatar de la nueva subnormalidad, da una vuelta de tuerca a nuestra esclavitud. Tratados como ganado perfectamente prescindible, o como niños subnormales, nos han saqueado, todavía más, nuestra libertad, han destrozado la economía de nuestras familias y ciudades, nuestros afectos y amores. Ruina y deshumanización. Hacia el transhumanismo y más allá. Y encima aplaudimos. Payasos. Demasiada estupidez e indignidad.

Mentira, miedo, sinsentido

Es perfectamente plausible que la mayoría de la peña aún siga creyendo en la existencia de este bicho. La programación mental ha sido (y es) brutal, la tortura psicológica atroz. El psicoterrorismo militar de falsa bandera ha funcionado. La forma del razonar actual no se inspira en el sentido común, el método científico o la libertad de pensamiento, sino que se basa en asumir lo que nos muestran, preferentemente en las cajas tontas, y en lo que nos impone el cada vez más despótico principio de autoridad con sus dos columnas axiales: mentira y miedo. Ambos ininterrumpidos.

Junto al gran Roge, eximio merengón, con el que coincido en tantas cosas, lanzo una serie de preguntas que, por supuesto, nadie nunca responderá. Y mucho menos la gentuza que nos gobierna, legislativa o médicamente. ¿Alguien se puede creer honestamente este cuento chino en el que se ha realizado un totum revolutum que no se sostiene desde ningún punto de vista, violando sistemáticamente el más elemental sentido común por la infinidad de incongruencias, sinsentidos y contradicciones?

Todo deviene irracional sinsentido total y absoluto, y cuando algo no obedece a ningún sentido o criterio es porque resulta completamente falso. Es de primero de Lógica. Aristotélica, preferentemente.

¿Asintomático?

Uno. Este virus – el denominado Sars- Cov- 2, en principio causante de la inexistente covid 19 – no se ha podido ni aislar ni secuenciar. Y no sólo éste, sino ningún virus. Y mucho menos de la familia de los coronavirus. Y a día de hoy tampoco se ha podido demostrar empíricamente el contagio de ningún tipo de virus. ¿Se han verificado los postulados de Koch para este virus (o cualquier otro virus), o es que estos postulados no se aplican específicamente a este patógeno?¿ Entonces de qué coño estamos hablando?

Dos. ¿Por qué no se dan a todas horas el número de muertos por gripe en el mundo de hace 2 años (más de 650.000)? Los cuales dejan en ridículo las cifras de muertos causados «por» este virus falso. ¿Y las cifras de muertos del INE que evidencian que otras temporadas gripales (2005, 2017 y 2018) fueron bastante peores que esta?

Tres. Si hubo un repunte de muertes este año con respecto al pasado, entre finales de marzo y principios de abril, ¿nos esclarecerán las verdaderas causas? Al menos que nos recuerden que en otros abriles pasados (2005 y 2018) murió más gente en España.

Cuatro. ¿Para cuándo van a decir que los test basados en la PCR son un puñetera estafa (de los test “rápidos” de antígenos/anticuerpos, mejor no hablar)? Su propio descubridor, Kary Mullis, premio nobel en 1993, ya elucidó que no servían para detectar carga viral (y, súbita y misteriosamente, fallece «accidentalmente» en agosto de 2019)?

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Cinco. ¿Por qué ha sido la primera vez en la historia de la medicina que se ha secuestrado domiciliariamente a toda la población sana con la excusa del patético paradigma de enfermos asintomáticos? ¿También somos enfermos asintomáticos de los billones de virus, bacterias y patógenos que forman (y sostienen y vivifican) nuestro cuerpo?

Seis. ¿Desde cuándo un enfermo no cursa síntoma alguno?

Siete. ¿Desde cuándo un virus tiene una sintomatología tan amplia y diversa, la cual ha ido mutando e incrementándose para poder adaptarlo al coronavírico embuste bajo la penosa excusa de que era un virus desconocido?

Ocho. ¿Cuándo van a ofrecer la correlación, casi causalidad, existente entre los vacunados de la gripe de esta temporada y los «infectados» por la covid?

Nueve. ¿Cuándo nos van a informar que la vacuna de gripe para esta temporada ha sido modificada, y con qué motivo?

Diez. ¿Cuándo van a darnos los datos que correlacionan los países más «infectados» con los países más vacunados?

Once. ¿Qué sectores son los más vacunados y que, curiosamente, también son los más «infectados»? Ancianos y sanitarios. Los ancianos cascan, la mafia sanitaria casi inmortal.

¿Eutanasias de Estado?

Doce. ¿Expondrá alguien cómo se manipulaban deliberadamente los certificados de defunción? ¿Cuándo nos van a explicar que había precisas directrices de tratar como coronavirus cualquier patología semejante que entrase a través de la puerta de cualquier hospital? Incluso soltando pasta fresca por cada muerte certificada por la fantasmal covid- 19. Hasta 39.000 dólares en Usa. Ya nadie moría por otras causas. Ni muere, parece.

Trece. ¿Por qué se ha tratado esta enfermedad con fármacos diferentes – destacadamente, remdesivir, dexametasona e hidroxicloroquina – que lo único que han estimulado es el agravamiento de los síntomas, incluso apresurando ciertas muertes?

Catorce. ¿Y por qué se han tratado estos síntomas con protocolos no probados, uso de respiradores por ejemplo, que lo único que ha provocado ha sido el desgarramiento pulmonar y matar a la gente más debilitada?

Quince. ¿Se han practicado planificadas eutanasias de Estado, con la connivencia de todos los politicastros y mengeles, por acción u omisión? ¿Alguien tendrá las santas bolas de indicar con qué porquerías fumigaron los siniestros militares de la ume en las residencias de ancianos? ¿Aluminio y/o mercurio como las vacunas hechas con células de bebés abortados?

¿Autopsias?

Dieciseis. ¿Cuándo nos van a decir que más del 80% de los muertos han sido ancianos muy longevos en sus residencias sin apenas atención médica, morfinados a tutiplén, mientras los centros de atención primaria se encontraban cerrados o bajo mínimos?

Diecisiete. ¿Cómo es posible diagnosticar esta enfermedad por teléfono, como se ha hecho con hartísima frecuencia, con los mismos síntomas que cualquier otra gripe estacional?

Dieciocho. ¿Cómo es posible que la inmensísima mayoría de muertos «por» covid-19 sean personas con gravísimas patologías previas?

Diecinueve. ¿Por qué no se ha practicado ni una sola autopsia o al menos no se tiene constancia de ello?

Veinte. ¿Por qué no sale algún honesto galeno a denunciar la aberración que supone llevar una mascarilla que no te protege de ningún virus y que lo único que ocasiona es más enfermedad, ansiedad y más problemas respiratorios? Además de chunguísimos problemas psicológicos. ¿Cómo es posible que el uso de mascarilla sea obligatorio al final de la falsa pandemia con temperaturas extremas y no lo haya sido durante plena falsa pandemia?

¿Sars-Cov-2 cuando quieren decir gripe estacional?

Veintiuno. ¿A qué carajo viene la paranoia de limpiar todo con lejía (incluso salfumán) que lo único que hace es disminuir nuestro sistema inmunitario? ¿Y de dónde viene la paranoia de los bozales, puro control mental y social, hasta el punto de hacerlos obligatorios?

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Veintidós. ¿Por qué no se dice que muchos hospitales ya estaban colapsados en enero y febrero, como suele suceder otros años, ante el enorme brote de gripe y neumonía? Brote, astutamente facilitado por cambios tan extraños e insólitos de temperaturas producidos durante el invierno pasado. ¿Provocados por la modificación artificial del clima, la geoingeniería de los chemtrails, la fumigación de los cojones?

Veintitrés. ¿Por qué no se dice que ya no hay apenas casos de gripe o neumonía desde que comenzaron con esta puta paranoia y que todo era considerado coronavirus? A pesar del enorme brote de gripe precedente. ¿Cuando llegue el próximo «brote» estacional, habrá gripe o todo será covid, o es que el covid ha acabado con la gripe y resto de enfermedades respiratorias? ¿Nadie sucumbirá de gripe? ¿Se ha evaporado para siempre la gripe? Curioso. ¿O, más bien, lo llaman Sars-Cov-2 cuando quieren decir gripe estacional? Gentuza.

Veinticuatro. ¿Por qué no aclara de una santa vez que llevan decenios destruyendo y malbaratando nuestra salud? ¿Por qué no salen a decir que lo más importante en el cuerpo humano para esquivar enfermedades es mantener su alcalinidad? La importancia de la vitamina D del sol, la razonable oxigenación, la buena nutrición con alimentos frescos y el ejercicio sensato.

Veinticinco. ¿Por qué el discurso de la Organización Mafiosa de la Salud, y por ende de los gobiernos sometidos a Gates, sobre la manera de transmisión de este virus tan peligroso ha ido cambiando continuamente?

Veintiséis. ¿Por qué no se mencionan los efectos de la implantación masiva de la tecnología 5G cuyos síntomas de ausencia de oxígeno en las células coinciden precisamente con los casos más comprometidos?

Veintisiete. ¿Por qué no se dan las exactas cifras de suicidios en todo este tiempo? ¿Se van a proporcionar los rigurosos guarismos del aumento de divorcios y violencia doméstica en este tiempo cuando se reanude la actividad judicial? ¿Alcoholismo o drogadicción?

¿Bozales, vacunas y dignidad?

Veintiocho. ¿Se van a dar las cifras de afectados por hipoxia y otras enfermedades provocadas por el uso continuado del bozal? ¿O también se van a meter en la buchaca de la covid-19, tal el chichi de la Bernarda en el que todo entra?

Veintinueve. ¿Y la implantación de una vacuna genética obligatoria, con o sin chip, con el burdo pretexto de la “terrible” pero falsa enfermedad?

Treinta. ¿Algún político o médico que se vista por los pies, conteste alguna de las preguntas anteriores y desvele, al menos, parte del putiferio teatrero? Sería de agradecer.

En fin

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.