12/04/2025 18:25

La cabeza de la procesión del Tránsito, en la mañana del Viernes Santo

La Semana Santa de 1931, última de la monarquía alfonsina, se celebró entre los días 29 de marzo, Domingo de Ramos, y 5 de abril, Domingo de Resurrección.

Para los que lo ignoren, conviene señalar que al año siguiente, 1932, tras haberse proclamado la República el 14 de abril del año anterior, los desfiles procesionales de la Semana Mayor fueron suprimidos, en un gesto más que elocuente de cómo se las gastaba aquel régimen pernicioso que, ahora, quieren blanquear unos cuantos.

Como muestra de lo que se avecinaba, una especie de aviso a navegantes, aquel último año de la monarquía, en los días previos a la celebración de la Semana Mayor había corrido el rumor de que grupos de revoltosos de izquierdas tratarían de reventar estas celebraciones. Algo a lo que, finalmente, no se atrevieron.

Aquella Semana Santa comenzó, como es tradicional en nuestra ciudad, a las siete de la tarde del Viernes de Dolores, saliendo de la iglesia de San Nicolás la venerada imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de gran devoción en La Coruña, especialmente desde que los coruñeses volviesen la vista hacia Ella durante la epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1854.

La procesión fue acompañada en todo su recorrido por miles de fieles y muchos de los inmuebles del itinerario se adornaron con colgaduras.

Abría la comitiva la Guardia Civil a caballo, a la que seguía la Banda de las Escuelas Populares Gratuitas. Dos largas filas de fieles acompañaban al Guion-insignia de la Cofradía, escoltado por un Comandante de Infantería de Marina y otro del Arma de Infantería, que antecedía a la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

Tras ella, la presidencia de las damas y representaciones de las entidades religiosas que antecedían a la presidencia oficial, en la que figuraban las primeras autoridades de la ciudad.

El brillante cortejo procesional lo cerraba, como era tradicional por estas fechas, un piquete del Regimiento de Infantería “Isabel la Católica”, con banda de cornetas y tambores y música.

La siguiente cita procesional nos lleva al Domingo de Ramos. Aquella mañana, desde la Grande Obra de Atocha, partió la procesión de las palmas que recorrió el barrio de las Atochas, concitando gran presencia de fieles y de público en general.

A las seis de la tarde de ese mismo día, partió, de la VOT de San Francisco, la procesión del Nazareno, en la que figuraba, además del paso titular, el de la Dolorosa, acompañada por un numeroso grupo de files.

Esta procesión, que recorría las calles de la Ciudad Vieja, con gran devoción y recogimiento, era otro de los clásicos de nuestra Semana Santa.

El cortejo lo cerraba un piquete del Regimiento “Isabel la Católica”, con Banda y Música.

La “Verónica” en la procesión del Tránsito

La siguiente cita procesional se produjo a las siete de la mañana del Viernes Santo, con la salida de la iglesia de San Nicolás de la procesión del “Tránsito”, también conocida como del “Encuentro”; sin duda, la más vistosa de cuantas salían en La Coruña por aquellos años, siendo la única en la que figuraban, desde 1927, cofrades encapuchados, algo inusual en nuestra ciudad por aquellas fechas.

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El desfile procesional salió a las calles, ante gran expectación, pese a lo inseguro del tiempo, haciendo la lluvia acto de presencia, como se observa en las imágenes que ilustran estos comentarios, con los suelos del Cantón Grande mojados tras haber caído un chaparrón momentos antes de su salida desde la iglesia parroquial de San Nicolás.

Esta procesión describía un largo itinerario que la llevaba por diferentes calles de la Ciudad Vieja, retornando al centro por la calle Real, Cantón Grande, Santa Catalina y San Andrés para regresar, finalmente, al templo de San Nicolás.

Abría la marcha la Guardia Civil a caballo, a la que seguía la Cruz de guía y la imagen de la “Verónica” y tras ella, la Banda montada del Regimiento 3º de Montaña.

Los tradicionales lutos, arrastrados por jóvenes Exploradores, daban paso a la “Sentencia” y al clarín anunciador de las tres caídas del Señor que precedían el paso de “Jesús con la Cruz a cuestas”, escoltado por Guardias Civiles con uniforme de gala.

Seguía la imagen de San Juan y, tras ella, la Banda de la 8ª Comandancia de Intendencia que precedía al paso de Nuestra Señora de los Dolores, alumbrado por señoras y señoritas vistiendo la clásica Mantilla Española y escoltado por Guardias Civiles.

Cerraban el desfile la Banda de los Exploradores y una Sección de la 8ª Comandancia de Intendencia.

Pese a lo temprano de la hora de salida de este cortejo procesional, la concurrencia del pueblo coruñés fue enorme, como se aprecia en ambas fotografías en las se observa a los Guardias Civiles a caballo y a varios Guardias de Seguridad a pie, con su uniforme de invierno de 1925.

Ese mismo día, a las cuatro y media de la tarde, con un tiempo primaveral, partió, de la Orden Tercera, la procesión del “Santo Entierro”, contando con la presencia de numerosas autoridades y representaciones.

La procesión del Santo Entierro en la calle Damas

En este desfile participaron, en esta ocasión, tan solo las imágenes de la “Sagrada Urna”, escoltada por Gastadores del Regimiento de Infantería, y “Nuestra Señora de la Soledad”.

En el cortejo figuraban representaciones de las Asociaciones y Órdenes religiosas, comisiones militares, la Corporación municipal bajo mazas y las primeras autoridades de la ciudad.

El desfile procesional lo cerraba una Compañía del Regimiento “Isabel la Católica” con Banda y Música.

La prensa de la época refiere que la Guardia Municipal estrenó, en esta procesión, su nuevo uniforme. Creemos que se refiere al que adoptó, como prenda de cabeza, un nuevo salacot blanco de pincho que hemos visto en alguna fotografía de estos años.

A la conclusión de la procesión del “Santo Entierro”, de la Orden Tercera, partió la procesión de la “Soledad”, conocida en La Coruña, como la de “Os Caladiños”.

La imagen de Nuestra Señora, acompañada por muchas mujeres, luciendo la tradicional Mantilla española, contando con la presencia de las esposas de las primeras autoridades, recorrió las calles de la Ciudad Vieja. La comitiva procesional la cerraba un piquete del Regimiento de Infantería “Isabel la Católica”, por entonces de guarnición en la ciudad.

Así fue aquella concurrida Semana Santa coruñesa de 1931, la última de la monarquía.

Pocos se podían imaginar que tan solo menos de diez días después, unas simples elecciones municipales, que no legislativas, que ni  siquiera ganaron los partidos republicanos y de la izquierda, darían entrada al nefasto período de la II República, que se iniciaría con la quema de conventos e iglesias y con la prohibición expresa de la celebración de las manifestaciones populares de la Semana Santa.

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Un periodo desastroso, con merma de libertades y de derechos, que muchos pretenden blanquear a base de ocultar la verdad y que culminaría con una penosa guerra civil de la que fue único responsable el sanguinario Frente Popular, surgido de las elecciones fraudulentas de febrero de 1936.

Eugenio Fernández Barallobre

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).

Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
"En el silencio de la noche. Relatos Relatos frente al fuego" (SND Editores 2024)
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