Las apariciones ovnis de Fatima. Por Claire Gruie

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En Cova da Iria, el 13 de mayo de 1917, Lucia, Jacinta y Francisco (los niños son más fáciles de manipular porque carecen del filtro de racionalidad de los adultos) vieron dos fuertes relámpagos y una bola de luz posada sobre una encina. El 10 de marzo, dos meses antes, se había publicado en un periodico portugues, el anuncio de la aparición de la entidad “Stella matutina”captado en sesiones espiritistas por dos grupos ocultistas en Oporto y Lisboa. Lucía dos Santos confesó que anteriormente había vivido experiencias extrañas: en 1915, ya seres angelicales les daban una comida parecida a la comunión que los dejaba en trance. Los videntes vieron caer piedras de unos árboles, fenómeno paranormal que los asustó mucho. En 1916, se les apareció “El ángel de la paz” igual que en Garabandal para prepararlas. El ángel les producía akinesia y parálisis, dejándoles sin fuerza alguna, incapaces de caminar o hablar. De hecho en Fátima por estas fechas, se observaron varios objetos voladores y cayó “una lluvia de filamentos blancos de sustancia desconocida”, llamados en medios ufológicos «cabellos de ángel» que aparecen generalmente tras un avistamiento ovni.
La dama medía 1,20 m de altura, vestía una extraña vestimenta blanca-dorada, acolchada y cuadriculada, que le llegaba a la rodilla (moda escandalosa). Llevaba una capa blanca y sujetaba una bola luminosa a la altura del pecho que los creyentes identifican con el corazón de María. Hablaba sin mover los labios, por telepatía hipnótica mientras los presentes podían oír un zumbido de abeja igualmente registrado en los encuentros en la tercera fase. Se desplazaba sin mover los pies, bajando desde El Aeroplano por una rampa o haz de “luz coherente”(sólida) que luego retraía. En la sexta y última aparición, el 13 de octubre, durante la mal llamada “danza del sol”, el principal protagonista fue un disco magnético plateado brillante, que desprendía rayos de luces multicolores y giraba rápidamente sobre su propio eje. Llevaba 3 seres en su interior (fueron descritos erróneamente como la Sagrada Familia. Uno de ellos extendió el brazo, lo que fue interpretado como la bendición de San José). A continuación, el disco se lanzó en picado y en zig zag sobre la multitud, emitiendo un calor intensísimo. Ese día, las nubes cubrían por completo el cielo y el sol no era visible. La luz del disco no dañaba los ojos cuando se miraba fijamente. El 13 de octubre de 1917 fue exactamente 33 años después de la aparición de Satanás al papa Leon 13 (el 13 de octubre de 1884), fecha aniversario de la captura de los templarios, el 13 de octubre de 1307. León 13 contó cómo, al terminar una misa, vio demonios, oyó sus blasfemias y burlas al igual que la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la iglesia y llevar a todo el mundo al infierno, todo esto si le dejaba 100 años para actuar.
Francisco murió en 1919 y Jacinta en 1920, resultado de las mortificaciones y prolongados ayunos (sin agua en pleno verano), como expiación para conseguir la conversión de los pecadores.
Nuñez Formigao, canónigo que estuvo dos meses en Lourdes fue designado para anotar todo lo que ocurriera en Cova da Iria. En 1921, Lucía fue desterrada cerca de Oporto, enclaustrada y silenciada por el obispo de Leiria: Jose Correia Da Silva, que supervisaba su correo (no pudiendo la vidente escribir nada sin licencia). Influenciada a partir de 1927 por sus confesores jesuitas, se vio vigilada y escoltada permanentemente (no podía decir su nombre ni de donde era). Ellos manipularon los datos, cambiaron fechas y anularon las primeras observaciones de los videntes. En 1929, el padre jesuíta Jose Bernardo Gonçalves, director espiritual de Lucia dio orden de quemar el Tercer secreto.
En realidad, Fátima es obra de los jesuitas y de la nobleza negra (casa de Saboya). Cuando los Templarios fueron perseguidos y quemados, se refugiaron en Portugal. Su cuartel general estaba localizado en Tomar, a 22 kilómetros de Fátima. En Lisboa se construyó la primera casa jesuita del mundo. Sabiendo que la Compañía de Jesús es la continuación de la empresa templaria, se entiende mejor su obsesión de control en las apariciones y su conservación de los documentos originales del Tercer Secreto. Una pequeña iglesia fue fundada en Fátima por la reina de Portugal Mafalda de Saboya, esposa del fundador del reino portugues Alfonso Enriquez (1185). En 1385, el militar aristócrata Nuño Alvares Pereira pasó por Fátima donde predijo un gran milagro. En 1926, las apariciones sirvieron políticamente para hacer posible y afianzar el salazarismo en Portugal.
En 1940, Pio 12 aprobó las apariciones. En 1950, durante 3 días sucesivos el 30 y 31 de octubre y el 1 de noviembre, la visión de la danza del sol se repitió para el papa al dirigir su mirada, desde los jardines vaticanos hacia el sol. El 1 de noviembre fue curiosamente el día que el papa proclamó el dogma ex cátedra de la Asunción de la Virgen. No por casualidad, Eugenio Pacelli recibió la ordenación episcopal del Papa Benedicto 15 en la Capilla Sixtina el 13 de mayo de 1917, día de la primera aparición de Fátima. Después de 1950, se sustituyó a la verdadera Sor Lucía (que fue quizá asesinada por saber demasiado) y se puso a la impostora Sor Lucía número 2 que murió en 2006. En cuanto a Juan 23 (así como el cardenal Ottaviani) leyó el Secreto en 1959, acostumbrado a los ovnis desde su encuentro con un ser extraterrestre en su residencia de verano, en compañía de su asistente Loris Capovilla. Los dos hombres se arrodillaron delante del ser de las estrellas e incluso Juan 23 tuvo una conversación de 20 minutos con él. Quizá le venía a avisar como lo hizo la “virgen” en Fátima: “Hasta San Sebastián de España” que ella estaba por volver a aparecerse en Garabandal. El jesuita Corrado Balducci apasionado de ufología y demonología no quiso avisar al mundo de la correlación entre los dos fenómenos. Trabajando de la mano del masón Zacarías Sitchin, no debería sorprendernos.
En cuanto a Juan Pablo II, sufrió un atentado el 13 de mayo de 1981 por parte del turco Ali Agca (Fátima, hija de Mahoma, se casó con su primo Ali en 623) . La hora de los disparos fue 17:19 es decir 1917 al revés. El 13 de mayo de 1982, el papa fue a Fátima y el sacerdote español Juan María Fernández y Krohn lo atacó con una bayoneta de 35 centímetros. Los dos seguramente a sueldo de la propia masonería eclesiástica con el fin de otorgar más credibilidad a las apariciones.

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En resumidas cuentas, observamos cómo se construyó la teología mariana fatimista alrededor de un evento ufológico piloteado por ángeles caídos. Con un turismo religioso que deja 10 millones de euros al año, que atrajo hasta Hillary Clinton y mantiene la imagen de Dios cual implacable castigador-vengador (únicamente ofendido por los errores de Rusia) y de Nuestra Señora, cual profeta de desgracia que nos reprende, y amenaza con catastrofistas amonestaciones.