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Alejandra Salinas es la directora de la Fundación Contemplare. Con una larga trayectoria profesional en el sector financiero, hace varios años decidió poner su experiencia al servicio de monasterios y conventos. Desde la cabaña de Aravaca, que es la sede física y la tienda-muestrario de Contemplare, coordina el trabajo continuo con más de 120 monasterios en España y busca nuevas vías para expandir la ayuda y llegar cada vez a más comunidades.
¿Cómo nace la Fundación Contemplare y con qué finalidad?
La Fundación Contemplare nació cuando varios laicos coincidieron en su deseo de poner su experiencia profesional al servicio de la vida monástica, para ayudarles a mantenerse y, sobre todo, para dar a conocer su riqueza. España es la primera potencia mundial, con más de 700 conventos y monasterios en activo y 8.000 monjes y monjas que sostienen la Iglesia sin hacer ruido. Así que Contemplare nació como un puente entre ellos y el mundo. Precisamente para que ellos puedan dedicarse a su vocación del ora et labora, mientras nosotros les quitamos las cargas. O lo intentamos, claro. Aquí venimos del sector financiero, del marketing, del periodismo, de la universidad… Una es empresaria, otra es química, y de ahí en adelante, todo tipo de perfiles. Pero lo que nos une es que todos, en algún momento, nos hemos enamorado de la vida monástica o hemos tenido la experiencia profunda de acompañarles de cerca, y creemos que vale la pena dedicarnos a ellos aunque no hayamos tenido esa llamada como vocación personal.
¿Hasta que punto ven providencial que se hayan juntado personas tan diversas y de tantas ramas profesionales en una Fundación para ayudar a los monasterios?
¡Todo es providencial! Es Dios quien va por delante.
¿Por qué los monasterios, que tienen sus productos como medio de sustento, necesitan de asesoramiento para dar a conocerlos y venderlos con eficacia?
Nos gusta pensar que somos sus brazos al otro lado del muro, que hacemos de “Marta” para ayudar a “María”. Ellos siguen viviendo exactamente igual que siempre, del fruto de su trabajo, pero son sus necesidades las que han cambiado con los siglos: por ejemplo, ahora tienen que pagar la cuota de la seguridad social como autónomos. ¡Todos y cada uno de ellos! Y eso supone un gasto fijo que, en los monasterios con boom de vocaciones, asciende a una cantidad mensual importante. Además, claro, de las facturas de luz o de agua, etc. Y la calefacción sigue siendo carísima, aunque la usen racionadamente y en zonas concretas.
Hace ya muchos años, cuando nos pusimos en marcha, lo primero que hicimos fue preguntarles en qué les podíamos ser de utilidad o qué era lo que les gustaría recibir de nosotros. Y prácticamente en el 100% de los casos nos respondían que, por favor, les ayudáramos a vender sus productos. Y así es como empezamos a aplicar nuestros conocimientos en banca, en packaging, en comunicación, o en logística, por poner algunos ejemplos. Todo lo que vaya surgiendo, en definitiva. Y si no sabemos, nos remangamos y buscamos soluciones, o la Providencia nos manda a la persona adecuada. No falla. ¡Y nunca hay dos casos iguales! Lo nuestro tiene mucho de servicio, claro, pero también de creatividad.
¿Cuántos monasterios hay aproximadamente en España y con cuantos trabajan? ¿Cuál es la riqueza espiritual y cultural que se atesora bajo sus muros?
Los últimos datos oficiales de la Conferencia Episcopal Española contabilizan 712 monasterios en toda España. Y en el mundo entero hay unos 2.500 donde hay comunidades vivas y activas. ¡Pero ahora mismo se están construyendo varios, también en España! Esto no para. Para explicar brevemente la riqueza que atesoran, nos gusta recurrir a Benedicto XVI, que lo definió de una forma muy gráfica: “La vida contemplativa es el pulmón espiritual de la sociedad”. La mayoría se rige por la Regla de San Benito, que hace ya 1.500 años especificó en qué consiste esta forma de vida y uno de los puntos en los que más insistía, de hecho, era que “los monjes tienen que vivir del fruto de su trabajo”. Por eso, sus productos son de una calidad extraordinaria, porque ellos rezan mientras amasan el mazapán, por ejemplo, o con las pinceladas de las figuras de artesanía van recitando jaculatorias. Y cuando tejen ropita de bebé están encomendando al niño que lo va a usar o el embarazo de su madre. ¿Cómo no van a ser tan únicos?
Para que el religioso se pueda dedicar en exclusiva a las cosas de Dios necesitan ayuda en lo material, desde la asistencia médica a cosas domésticas que no siempre pueden cubrir los religiosos (fontanería, electricidad etc)…¿Cómo suplen ustedes estas necesidades?
Al ir conociendo a los monasterios, que siempre es una relación forjada a fuego lento, muy de tú a tú, con visitas, con calma, con mucho discernimiento, pues poco a poco vamos descubriendo también las necesidades concretas que van teniendo: una furgoneta, una templadora de chocolate, una persona que les ayude a elegir entre varios presupuestos de reparación… Puede tratarse de arreglar unas humedades del techo o de aprender a informatizar las facturas, por ejemplo.
Además de ayudar a los monasterios a difundir y vender sus productos, tienen una doble vertiente, dar a conocer al mundo los encantos de la vida monástica…¿Cómo puede ayudar a muchas almas el ejemplo de estos monjes y monjas alejados del mundanal ruido?
La doble vertiente es una constante diaria. Muchas veces, buscando otra cosa –que puede ser la compra de unas flores preservadas, pongamos por caso- se propician encuentros inimaginables. O gente que trabaja para nosotras y se encuentran de bruces con una realidad que desconocían cuando de repente van a un monasterio a recoger un encargo con la furgoneta; pues de ahí surgen peticiones de oraciones, o se encienden luces que no estaban “previstas”. Hemos tenido encuentros casuales o comerciales que se acaban transformando en un voluntariado, o en una relación personal con un convento en concreto. O aparecen por internet buscando algo que regalar y al final piden información para un retiro monástico. Es que lo que nosotros propiciamos son esos encuentros con los contemplativos, pero luego de tantas situaciones desconocemos los frutos, o porque no los vemos, o porque lógicamente quedan en la intimidad de los encuentros. Es un misterio y no nos pertenece.
Pero, sin duda, esta es nuestra forma de “acercar” al mundo a la vida contemplativa: los hombres y las mujeres hoy están sedientos de silencio y de contemplación, de trascendencia, y no es inalcanzable.
Háblenos de la campaña de Navidad y los mercados monásticos…¿en cuántas ciudades están y con qué productos?
Esta Navidad o, mejor dicho, este Adviento 2024 estamos en tres sitios físicamente. El principal, por su envergadura y por la importancia desde el punto de vista del patrimonio, es la Casa de la Panadería en la Plaza Mayor de Madrid. Ahí nos podréis encontrar en la II FERIA DE PRODUCTOS MONÁSTICOS del 11 al 15 de diciembre en horario ininterrumpido. Son más de 80 monasterios y tenemos todo tipo de productos gourmet, los dulces navideños llegados de todos los rincones de España, los patés, los quesos, mermeladas, aceites, etc. Y además la artesanía: belenes, ángeles, coronas de Adviento, tallas y todo tipo de medallas y rosarios. Con mención especial a la cosmética, que incluye desde jabón seco para el pelo hasta un quitamanchas para la ropa que hacen los cartujos y funciona que no veas en las telas blancas.
Después, para los que nos conocen “de toda la vida”, seguimos como siempre en el centro comercial ABC Serrano, un clásico madrileño, del 5 al 20 de diciembre.
Y fuera de Madrid, repetimos también en el casco histórico de Oviedo con ocho casetas de madera y una disposición muy especial enclavada en pleno camino de Santiago. Por eso, en la capital asturiana, este mercadillo navideño se llama “Mercado de Navidad El Camino”. Ahí estamos del 5 al 22, mañana y tarde.
¿Por qué han elegido el lema: Mucho más que dulces?
Cada año intentamos sorprender con un aspecto inédito para que vengan nuevas personas que se sientan intrigadas o busquen algo único. En pasadas Navidades presentamos, por ejemplo, los helados gourmet hechos en el obrador de un monasterio de clarisas. O los panettone, que arrasaron en las últimas ediciones. Y esta vez hemos querido recordar al gran público que no solo hay dulces en los monasterios, aunque por supuesto que son los mejores y seguimos trayendo toneladas de mazapanes, turrones, polvorones, yemas, hojaldrinas y demás. Pero lo que buscamos es abrir la mirada, pensar en vinos, en patés, en quesos, leche, aceite de oliva o cerveza trapense. Porque todo eso también lo hacen intramuros. Y se trata de ayudarles todo el año, no solamente con los productos típicos navideños. O sea, nuestro mensaje en realidad pretende ser: “Compra sus dulces ahora, pero ayúdales también el resto del año, que en los tornos se venden muchas más cosas”.
¿De qué manera se puede colaborar con ustedes, para que sigan dando la mayor ayuda posible a nuestros monasterios?
En la página web de la Fundación Contemplare proponemos tres formas de ayudar y colaborar: suscribirse al envío de la “Caja San José”, que es una entrega mensual por un precio fijo, en la que los clientes reciben combinaciones distintas de los más de 900 productos de alimentación que tenemos en la tienda. Así los monasterios saben que cuentan con un ingreso fijo, y eso les da también tranquilidad. Pero hay otra figura, mucho más importante, que es la de los custodios: pueden ser personas individuales, pero también familias, colegios, grupos de amigos… que se comprometen a rezar por un monasterio en concreto, a velar por sus necesidades o a visitarles una vez al año. Eso establece un vínculo personal que después deriva en experiencias vitales de todo tipo. Y claro, la tercera ayuda que proponemos es hacerse voluntario de la fundación, porque aquí siempre hacen falta manos y saberes de lo más dispar.
De todas formas, lo más sencillo y lo más eficaz es rezar por la vida monástica y, no lo voy a negar, hacer un pedido de vez en cuando. Que para eso nuestra web funciona como el “amazon” de los monasterios españoles, y todos los días del año. Puedes juntar todo lo que se te ocurra en un mismo pedido, y te llega del convento a casa en 48 horas. Por cierto, un llamamiento final a los que aún no han encargado sus cestas de Navidad: los encargos personalizados de las empresas se suelen programar con meses de antelación, pero en Fundación Contemplare tenemos combinaciones variadas de distintos precios que garantizan un regalo original y exquisito. ¡Aunque te hayas rezagado, aquí estaremos!
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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