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José Pablo Victoria Wilches, colombiano de nacimiento y de nacionalidad española. Posee doctorado en Economía en los Estados Unidos y otro en Filosofía en España. Es catedrático universitario, senador y parlamentario del Congreso de Colombia, y pre-candidato a la Presidencia por el Partido Conservador de Colombia. Autor de múltiples libros denunciando la imperiofobia antiespañola(Cuba, 1898: La conjura del miedo; El terror bolivariano: Guerra y genocidio contra España durante la independencia de Colombia y Venezuela en el siglo XIX; El Día Que España Derrotó a Inglaterra…), deviene uno de los tres ponentes de las conferencias que tendrán lugar el próximo jueves 12 de octubre, día de la Hispanidad, en en el Centro Cultural Pablo Neruda de la localidad madrileña de Colmenar Viejo ( Cercanías Renfe, C-4b y autobús interurbano 722 desde la estación de Plaza Castilla). Cinco y media de la tarde.
– ¿Qué podemos esperar el próximo 12 de octubre en el Centro Cultural Pablo Neruda de la localidad madrileña de Colmenar Viejo?
Es una de las tantas oportunidades que hemos tenido para ir encendiendo fogones de interés en toda España y América para que se conozca la verdad de los hechos sucedidos durante la Independencia y las mentiras que la justificaron.
– Terror/genocidio bolivariano, la carnicería que Simón Bolívar desencadenó contra miles de indefensos o inocentes españoles. Explíquelo, por favor.
Bolívar carga con la inmensa responsabilidad de haber desatados los demonios en América porque él era un hombre culto e ilustrado en el buen sentido de la palabra. Digo esto porque sus actos lo delatan como un carnicero de marca mayor; lo retratan como un hombre prehistórico que usaba el terror para expulsar españoles y someter amigos. Fue un dictador toda su vida, como él mismo lo reconoce. Podríamos afirmar que no solamente traicionó a su legado familiar, sino que arrasó con todo lo que estaba en pie, como Atila lo hizo en Europa.
– ¿Y existirían ciertas analogías históricas entre el XIX y el XXI?
La peor analogía que puedo encontrar es que después de dos siglos de lavado de cerebro sobre las bondades de la Independencia y la maldad de los españoles, terminaremos nosotros expulsados de esas tierras por parte de sus indígenas, que hoy derriban estatuas, ¡porque nosotros somos los descendientes de los conquistadores!
-Grosso modo, el Foro de Sao Paolo y su vínculo con la Agenda 2030
Si el Foro de Sao Paulo se puede considerar como el sucesor del comunismo, la Agenda 2030 es su natural consecuencia, puesto que fracasado el comunismo en lo económico, busca tener algún éxito en su visión cosmológica de imponer la religión ecologista, montando el indigenismo del «buen salvaje» y la «teología de la liberación» como armas de destrucción social.
-¿Riesgos de denunciar justamente la falsaria leyenda negra y aplaudir, en el ínterin, cierta leyenda rosa? ¿De imperiofobia a imperiofilia?
Debemos evitar construir leyendas rosas en torno a los seres humanos o a los países; sin embargo, debemos señalar que España ha sido la única potencia imperial que construyó un imperio más espiritual que material, más intrínsecamente a ella incorporado que periféricamente adscrito a un ánimo pecuniario, toda vez que junto con la espada marchaba la cruz y junto con la diversidad lingüística peninsular, se amalgamó el propósito civilizador entre espada, cruz y lengua.
Espada, porque los mares eran libres y quienes por ellos navegaron hacia tierras desconocidas, debían cuidar sus propias vidas; cruz, porque tras ella venían por primera vez en la Historia el respeto a los Derechos Humanos, primeramente evocados y mandados en el codicilo testamentario de la reina Isabel La Católica, y porque la cruz también significaba el espíritu con que se inició la conquista de las almas, antes que la conquista de los territorios; lengua, porque nada une más a un pueblo que esa comunión sacrosanta de poderse comunicar sin barreras artificiales, sin babeles que dispersen a los hombres en riñas tribales y propósitos pequeños y discordantes.
– Catolicismo en América, ¿luces? ¿sombras?
Aquí también cabe una importante reflexión: que si España cimentó el catolicismo en América, también dejó un instrumento para preservarlo: el Concilio de Trento, que desde el papa san Pío V rigió la Iglesia desde el siglo XVI hasta el XX, concretamente hasta 1968. Es a partir de esta fecha que el Concilio Vaticano II comienza a derribar los muros que contenían el protestantismo y a alentar, mediante ciertas extrañas ambigüedades doctrinales, la teología de la liberación. Hoy la América española está invadida de sectas protestantes que se aprovechan de la ingenuidad de las gentes para convertirlas en contribuyentes del pecunio de los pastores, que poca caridad hacen con el diezmo que reciben. Es la nueva tragedia que nos acecha.
– ¿Quién dio más la puntilla al imperio español, los británicos o los franceses con su terror revolucionario?
Buena pregunta para tal vez formular una mala respuesta, porque la Historia no es sólo una sucesión de eventos aislados, sino que tiene vasos comunicantes a través de los cuales tienden a disiparse las responsabilidades. Entonces, si solamente de distinguir se tratase, podríamos decir que Inglaterra fue siempre nuestra enemiga en los campos de batalla y en la financiación de las independencias americanas; en cambio, Francia fue nuestra enemiga ideológica resumida en su estandarte de «libertad, igualdad y fraternidad», que poca libertad produjo y que sólo significó igualdad en la cuchilla y fraternidad en el odio. Ahora bien, ¿Cuál de los dos planteamientos hizo más daño? El de Francia, sin lugar a duda, porque allí se abrió la Caja de Pandora de donde surgieron todos los males de las independencias y los contemporáneos que nos aquejan.
¿Y el papel de la masonería transnacional?
El papel de la masonería surgió más venenoso de la guillotina francesa, pues todos los masones se coaligaron en mil logias, todas rivales entre sí, pero aliadas en un único propósito: derrumbar las monarquías católicas, hacer trizas la española y hacer ondear sobre todos los pabellones nacionales el gorro frigio de la muerte y de la destrucción…
…Gracias, Pablo
En fin.
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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Perfecto articulo, España lo tiene mal, no sabe decir la verdad ante tanto lavado de cerebro masónico contra ella. Bolivar ademas de traidor fue un asesino.