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Hasta la actualidad se han celebrado 51 Congresos Eucarísticos Internacionales y el último tuvo lugar en Cebú en el año 2016, con el lema “Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria”. El siguiente debería haberse celebrado en Budapest el 2020, pero por causa de la pandemia el Papa lo retrasó hasta septiembre de 2021.

    Para aquellos que ignoran lo que un Congreso Eucarístico Internacional les informo que es una reunión convocada por el Papa para dar culto a la Eucaristía y orientar la misión de la Iglesia Católica en el mundo. Un Congreso Eucarístico es, ante todo, una fiesta de toda la Iglesia de Cristo, en torno a Él, presente en la Eucaristía. La Iglesia es convocada a reunirse para agradecer al Señor el tesoro más grande que le ha dejado: la Sagrada Eucaristía. Se congrega de todas partes para reflexionar en torno al misterio eucarístico, para celebrarlo, para adorarlo y para renovar con entusiasmo su compromiso evangelizador en el mundo contemporáneo.

    En nuestra Patria se han celebrado tres: el de Madrid en 1911, el de Barcelona en 1952 y el de Sevilla en 1993 con la presencia en su clausura de San Juan Pablo II.

    Hoy, queremos recordar el aniversario del que fue el 22º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Madrid el 12 de junio de 1911. Las crónicas hablan de aquella apoteosis eucarística que se dio en la Plaza de la Armería y de la Consagración de España a Jesús Eucarístico en el Salón del Trono del Palacio Real con la presencia de un jovencísimo Alfonso XII.

     En este Congreso resonó por primera vez el más famoso himno eucarístico o marcha triunfal sosegada en castellano, dedicado al Corazón de Jesús titulado: “Cantemos al amor de los amores” del agustino de Carrión de los Condes, Padre Restituto del Valle Ruiz y del músico vasco, nacido en Zumárraga, don Juan Ignacio Busca Sagastizabal, que lograron una canción sencillamente genial que no pasa por estar por encima de modas, gustos y épocas, que traspasando fronteras es el canto religioso más conocido y repetido sin solución de continuidad, en España y en todos los países hermanos de Hispanoamérica al concluir la ceremonia de Adoración al Santísimo. Habiéndose convertido en el Himno de la Adoración Nocturna Española y en el que litúrgicamente se empleamos el pueblo de Dios para alabar, adorar y bendecir al Señor sacramentado y testimoniar nuestra fe.

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     Es muy aconsejable que los niños aprendan este himno tradicional para poder compartir el canto con sus padres en la iglesia y en la familia.

    También recordamos que a finales del mes de junio 2019 se celebración en el Cerro de los Ángeles de la renovación del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Motivo, más que suficiente, para los que no pudimos asistir a dicho acto, nos unamos en privado a esa renovación cantando este himno eucarístico cuya letra dice así:

 

Cantemos al amor de los amores

Cantemos al Amor de los Amores

cantemos al Señor,

Dios está aquí, ¡venid adoradores,

adoremos, a Cristo Redentor!

¡Gloria a Cristo Jesús,

cielos y tierra, bendecid al señor

honor y gloria a Ti, rey de la gloria

amor por siempre a Ti Dios del Amor!

Unamos nuestra voz a los cantares

del Coro Celestial,

Dios está aquí, al Dios de los Altares

alabemos con gozo angelical.

 

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