Getro de Terra ignota analiza la repercusión de El genocidio silencioso tras su estreno en cine. Por Javier Navascués

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Javier Martínez “Getro” es padre de familia, abogado y miembro de Terra Ignota, que es un canal de YouTube y también una pequeña productora de documentales. Le entrevistamos con motivo del documental El genocidio silencioso.

¿Por qué decidieron en Terra Ignota junto con Hazte Oír realizar un documental a favor de la vida?

La idea concreta de hacer un documental expresamente provida y en contra del aborto surge cuando desde Hazte Oír se ponen en contacto con nosotros y nos la proponen. Esto ocurre tras la publicación del documental “El Valle de los Caídos”, que estrenamos en primavera de 2024 en nuestro canal de YouTube, y con el que pretendíamos arrojar luz sobre el verdadero sentido del Valle, monumento gigantesco por la reconciliación de los españoles tras la guerra y que, por intereses espurios, está siendo tan deformado y atacado hoy. La buena gente de Hazte Oír lo vio, les gustó y nos dijo: ¿por qué no hacer uno sobre la batalla más importante que hay, la de los no nacidos? Y no dudamos ni un segundo, pues esa batalla también es la nuestra desde hace años desde Terra Ignota y muchos más en el caso personal de alguno de nosotros. Cada 28 de diciembre acudimos a las puertas de la Clínica Dator, el mayor abortorio de España, para protestar por este genocidio silencioso y rezar por los niños y sus madres. Lugar donde está, por cierto, el refugio provida también. Así que la sinergia entre HO y nosotros fue muy natural.

¿Por qué escogieron el título de Genocidio silencioso?

Se barajaron varios nombres al inicio pero creemos que este es el que mejor refleja la realidad del aborto. Podríamos haber escogido algún título más “suave” para edulcorarlo pero tanto desde Hazte Oír como desde Terra Ignota decidimos no hacerlo. El pilar fundamental que sostiene el sentido de Terra Ignota es la búsqueda de la verdad, y si hacemos gala de ello, luego no podemos dejarnos llevar por el marketing para enmascarar una realidad tan cruenta como esta. El aborto es la eliminación deliberada y directa de un ser humano en la fase inicial de su existencia. Y esa “eliminación” no es un mero homicidio involuntario, es un asesinato pues concurren la indefensión de la víctima, muy a menudo el ensañamiento y, por supuesto, el precio que se paga y que alimenta toda una industria de la muerte, disfrazada de derecho. Por tanto, el asesinato de tantos miles de niños a nivel ya, podríamos decir industrial, y enmascarando su realidad para que parezca otra cosa es, de hecho, un genocidio silencioso. El mayor genocidio de la historia, sin exageraciones ni paliativos.

¿Por qué debe ser el documental un gran grito de denuncia de esos 100.000 abortos al año solo en España?

Primero porque habría que denunciarlo aunque fuera sólo 1 aborto al año. El aborto es algo netamente malo. Malo para el niño al que le arrancan su derecho más fundamental, el de la vida. Malo para la madre, porque no sólo es que en muchas ocasiones va engañada a la clínica abortiva, sino que, como vemos en el documental, se les oculta información deliberadamente, no se les explica en profundidad en qué consiste el procedimiento del aborto ni de las consecuencias físicas y mentales que acarrea. Ni se les ofrece ninguna alternativa. Malo en muchas ocasiones para el padre, que no tiene voz ni voto en la decisión sobre la vida de su hijo. Pero también debe ser un grito de denuncia porque absolutamente todo el “sistema” propicia que se produzcan tal cantidad de abortos (ojo, que los 100.000 abortos es la cifra oficial, seguramente sean muchos más) en España y en el mundo. Desde la ONU, el BOE, los medios de comunicación, los lobbies pro muerte…A todos ellos les interesa en este sentido el aborto, porque siguen agendas oscuras. Y nos han ganado con un relato artificial. Es hora ya de que despertemos y gritemos bien alto que la vida merece ser defendida aunque el hacerlo conlleve la muerte civil. ¿qué más da eso si con nuestro grito podemos salvar aunque sea sólo a una vida?

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¿Cómo ha sido el proceso de selección y el criterio para las personas que aparecen en el documental?

Esto ha sido relativamente fácil dada la generosa colaboración de Hazte Oír. Ellos trabajan día tras día en contacto directo tanto con madres a las que, dándoles alternativas al aborto, han decidido seguir adelante con sus embarazos, como con madres que han abortado pero a las que han conocido después y a quienes prestan ayuda en lo que pueden, también con el acompañamiento emocional que requieren O con profesionales del mundo científico-sanitario que llevan toda su vida dedicándose a dar esta batalla, etc. Creo que se ha conseguido juntar un elenco de testimonios que hacen del documental una pieza audiovisual muy potente pero, a la vez, sin caer en amarillismo ni en el morbo que a veces pueden suscitar este tipo de temas.

¿Cómo han logrado compaginar los testimonios de las madres, con el de diferentes expertos?

Para nosotros era muy importante hilar el documental de manera que fueran preeminentes los testimonios de primera mano de madres que se han chocado con esta realidad, pero que también ocupara una parte importante del guion la aportación de datos objetivos y hechos probados. Queríamos encontrar un equilibrio entre la parte más subjetiva y sentimental del asunto junto con la parte más objetiva. Porque sólo así podríamos dar una visión de conjunto sobre lo que es verdaderamente el aborto. En mi opinión eso se consigue con este documental. No somos nosotros los que contamos una historia más o menos bonita, son los entrevistados los que nos cuentan tanto sus vivencias personales como las realidades silenciadas en torno a este problema. Y eso le da mucho más valor al conjunto.

¿Por qué este documental no es solo una denuncia, sin una celebración de cada vida y una llamada a la acción?

Quizás porque históricamente se ha errado un poco el tiro a la hora de combatir el aborto, y me explico. Es muy comprensible que cuando a una persona se le presenta esta realidad tal como es, le surja una respuesta desde la víscera y se olvide un poco echarle cabeza a la ofensiva. Personalmente, creo que se pueden obtener mejores resultados cuando en vez de levantar el dedo y regañar, cambias el enfoque para poner en el lugar preferente que le corresponde a la vida. Si lo haces así, si cambias ese enfoque, puedes diferenciar perfectamente al mal intrínseco del aborto, de las personas que entran en su espiral y, por tanto, puedes centrar el tiro en ayudarlas. El aborto es, sobre todo, un gran engaño.

Se ha convencido a casi toda la población de que el valor de una persona depende de la conveniencia de otra, y eso no es así. La personalidad, el hecho de ser humano, no lo otorga la conveniencia. La dignidad humana ni siquiera depende de unas palabras escritas en una ley por una mayoría. Y esto lo sabemos todos porque está grabado en nuestras conciencias, pero el problema es que se ha invertido muchísimo dinero y muchísimo tiempo en intentar borrarlo. Pero cuando a una madre que se acerca a abortar le ofreces con una sonrisa alternativas para que no mate al hijo que lleva en su vientre, cuando te acercas al aborto con una mirada de misericordia, se obra el milagro. El milagro de la vida.

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¿Qué alternativas se ofrecen para militar eficazmente en defensa de la vida?

Hay muchas asociaciones en defensa de la vida, y todas ellas hacen una labor encomiable. Cualquiera puede acercarse a una de ellas para preguntar en qué puede ayudar. Hay asociaciones que están literalmente en frente de un abortorio para intentar dar ahí, al borde del abismo, la ayuda que las madres necesitan para no abortar. Pero también hay asociaciones que trabajan para gestionar redes de ayuda material a las mamás con menos recursos, asociaciones que hacen acompañamiento psicológico a las madres que abortan y luego se arrepienten, etc. Yo animo a cualquiera que esté leyendo esto a que investiguen por su cuenta y se acerquen a aquellas cuya actividad se alinee mejor con sus posibilidades de ayudar. Pero no sólo se puede ayudar a la defensa de la vida apuntándose como voluntario en una asociación; la defensa de la vida se hace en las conversaciones con los amigos, con la familia, en el trabajo o en la universidad… Se hace en el día a día, desde la misericordia pero con el convencimiento de que los niños no nacidos no tienen a nadie que les defienda. Por eso, os invito a que compartáis y difundáis el documental. Así también se pueden ir ganando pequeñas batallas.

¿Qué repercusión esta teniendo el documental, tanto en el cine como en internet?

En el cine se realizó el estreno el propio día 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Pero de momento no se ha previsto proyectarlo en más salas. El documental está alojado en nuestro canal (se puede ver aquí) y lleva ya cerca de las 30.000 visitas. Ojalá pueda difundirse más, sobre todo en Hispanoamérica, ya que allí (creo) que el aborto no ha calado tantísimo como en España. Pero independientemente de los números, sí hemos notado un impacto en “los de siempre”, que se pusieron muy nerviosos viendo en las marquesinas del cine Capitol durante varias horas en Navidad, tanto el título como imágenes de ecografías. Eso es buena señal.

¿Qué impacto cree que va a tener en una sociedad española cada vez más polarizada?

Es difícil de saber, pero hay que tener en cuenta que nosotros somos muy pequeños y competimos contra un aparataje de miles de millones de euros. Somos David contra Goliath y nuestra honda es el trabajo de 6 amigos que buscamos el Bien, la Verdad y la Belleza. Con esa arma, al final, ganaremos. Porque gracias a quien murió y resucitó, ya hemos ganado.

Autor

Javier Navascués: Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.