Decretazos de enero: Pedro Sánchez derrotado por el chantaje de Puigdemont y salvado por la abstención

Pedro Sánchez perdió las elecciones y pretendió vender España por 7 miserables votos. No hay estabilidad, ni dignidad, ni escrúpulos como tampoco gobierno. Sólo cabe la dimisión pero seguirá atropelladamente en su huida hacia el abismo. Ni decretos anticrisis, ni amnistía, ni la reforma de ayuda al desempleo. España ingobernable por un sátrapa que no tiene dónde caerse muerto políticamente. Enmienda a la totalidad del PP contra los tres reales decretos en liza y coherente rechazo de VOX. En el aire las negociaciones con Junts que finalmente se abstiene para que Sánchez derrotado salve su decreto omnibús de reforma de la Justicia para acceder a los 10.000 millones de los fondos europeos. Puigdemont consigue finalmente blindar la amnistía y queda patente que el sátrapa Sánchez encamina a España hacia oscuras incertidumbres; certezas de futuribles como radicales crisis. Además consigue el traspaso de la inmigración y el Estado costeará los descuentos del transporte público en Cataluña que obtiene el control de las Rodalies.

Aviso esperpéntico de la voluntad de forzar las negociaciones futuras. Junts apretó las tuercas hasta romperlas pero al final se abstuvo para que el chantajeado respire hasta la próxima etapa. Pedro Sánchez ha enfrentado dificultades y finalmente la derrota de la aprobación de sus decretos debido al rechazo de Junts, liderados por el fugitivo Carlos Puigdemont. A pesar de los esfuerzos de Sánchez y su equipo para negociar, Junts no cedió en su posición inicial y rechazó los decretos, lo que representa una derrota simbólica para el PSOE y confirma el poder de Puigdemont en la configuración del futuro legislativo del Gobierno. La incertidumbre creada por Junts durante las conversaciones mantuvo en vilo al Gobierno hasta el último momento que salvó la papeleta con una maniobra de abstención propia del circo político que contemplamos.

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El nerviosismo del Ejecutivo ha sido evidente desde el inicio de la sesión parlamentaria, y se ha visto reflejado en el marco improvisado del debate en el Senado, debido a las obras en el hemiciclo del Congreso.

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha defendido los decretos con una advertencia dicotómica: «O defender a los ciudadanos o dañarlos». Ha ilustrado las posibles consecuencias mirando al PP y a sus aliados de investidura, concluyendo con una tensa amenaza, recordando que «cada pensionista que les votó está hoy mirándoles».

En declaraciones en los pasillos del Senado, Bolaños admitía que el día sería «intenso, de mucho trabajo». La portavoz del partido independentista, Miriam Nogueras, ha advertido que Junts seguía en el no, aunque confirmaba conversaciones in extremis con el Gobierno.

Después, Nogueras ha reiterado la intención de Junts de tumbar los decretos, sugiriendo al presidente Sánchez la conveniencia de retirarlos y empezar de nuevo. Desde Junts insisten en la necesidad de reformar la Ley de Sociedades de Capital para castigar a las empresas que no quieran regresar a Cataluña, una medida que el Ejecutivo no descarta.

El rechazo de Junts ha sido decisivo para que no prosperen dos de los decretos de Sánchez, incluyendo por ejemplo la prórroga del IVA reducido de la luz (aunque pasa del 5 al 10%) y del gas, la prórroga de las ayudas al transporte o las medidas para digitalizar la Justicia y agilizar los procedimientos judiciales. Al final, le ha perdonado la vida para seguir presionando nuevas negociaciones.

Podemos ha tomado cumplida venganza en contra del decreto que incluye la reforma de la ayuda de desempleo propuesta por Yolanda Díaz aunque ha colado el decreto anticrisis. Desde el partido de Ione Belarra han justificado su voto en que Trabajo no se había comprometido por escrito a revisar la reforma del subsidio de desempleo para los mayores de 52 años, como les habían reclamado. Podemos ha acordado con el PSOE prorrogar hasta 2028 la suspensión de los desahucios.

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