22/11/2024 01:20
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José Manuel Aparicio Adarbe, nació en Madrid un 4 de diciembre de 1964, y vive en la Sierra de Madrid. Ha sido guardia civil en la época dura de ETA, comercial, director comercial y empresario. Una enfermedad cambió su vida, pero no perdió la esperanza y las ganas de vivir. En ECDE denuncia la gran injusticia que sufre.

Háblenos de su enfermedad y de su situación actual.

Me encuentro en una situación mezcla de absurda e irrisoria, si no fuera por la gravedad de lo que implica para mí y mi familia. Sufrí una operación de apendicitis de urgencia, en el Hospital San Chinarro de Madrid, que mediante el método de laparoscopia me intervino de urgencias.

En principio, todo parecía ir muy bien, pero, en cosa de quince días aproximadamente, empecé a orinar sangre de manera muy abundante, recurrí a mi médico de cabecera que me mandó una analítica, que tardo en llegar otros quince días más, y ya para entonces mi estado había empeorado mucho, a resultas de que al parecer tenía cuatro bacterias en mi sistema urinario, de las que se contraen en el quirófano.

Pues bien, ingreso de nuevo de urgencias en San Chinarro, donde me desmayo a la entrada, me trasladan al Carlos III, y tras dos días en el Carlos III, me llevan de nuevo a San Chinarro, en una UCI medicalizada, y en la UCI del propio hospital, me diagnostican una rara enfermedad que se llama God Pasteur.

Tras veintidós días en la UCI, le salvan la vida, tras muchos esfuerzos, y con un sistema de plasmaféresis, que se utiliza para enfermos de leucemia también.

Yo creo que me salvó Dios, pues el índice de mortalidad en esta enfermedad es muy alto. Veinte días mas en planta, me destinan a realizar diálisis en el hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes en Madrid, llevaba 25 litros (kilos) de mas en mi cuerpo a causa de que mis riñones estaban rotos, para siempre y no orinaba desde hacía días.

Tras muchas penalidades, pruebas, intervenciones etc., inicié los trámites para obtener una ayuda por incapacidad, y en Madrid hace cuatro años, me concedieron la invalidez absoluta PERMANENTE, ya que mi enfermedad, imposibilita a quienes la padecemos para trabajar, al estar sometidos en hospital a tres días de diálisis por semana con una duración de 5-6 horas (tiempo entre preparación, tratamiento y retorno).

Se me concede una pensión de 734 euros, mínima, ya que el cambio legislativo ya no calcula la media de todos los años trabajados sino solamente los cinco últimos, y como perdí mi casa y mi empresa a causa de la crisis, (esa que Zapatero decía que no existía), no coticé prácticamente nada durante este lapso.

A fecha de últimos de enero de este año, recibo notificación de que se revisó mi situación y que, como presento mejoría (completamente falso, ya que ayer recibí una transfusión de sangre, debido a mi empeoramiento), se me suspende la pensión, ya que dicen puedo ejercer de mi antigua profesión.

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Esto es una locura y una gran injusticia.

Así es. ¿De cuál?, ¿De Guardia civil?, ¿Me presento de nuevo a oposiciones al cuerpo? La verdad es que no me veo corriendo ocho kilómetros en cuarenta minutos, como ya hice en treinta y cinco, con 18 años.

De comercial, ¿viajando por España?, ¿me llevo la máquina de diálisis que pesa noventa kilos más equipos de depuración de aguas, y todo el equipamiento que necesito en el maletero, la instalo cada vez en un hotel, y hago las pruebas de análisis de aguas necesarias para poder conectarme? ¿Me llevo a mi mujer para que me conecte a la maquina?

¿De director comercial o de empresario? ¿De verdad?

Es una gran injusticia que le supriman la pensión en su situación.

Parece ser que como ser honesto en España es un pecado, durante mi enfermedad y cobrando la pensión informé a la Seguridad Social de mi intención de realizar trabajos telemáticos desde mi domicilio, para terceros o bien de autónomo, y la ley así recoge que por y para la integración de personas con discapacidad como es mi caso, se pueden realizar estos trabajos, y así se me concedió, y coticé durante este tiempo, o bien a través de empresas o bien de autónomo, ya que con 734 euros, la verdad que pagar alquiler, (me quedé sin mi casa con la crisis), comer, pagar agua , luz y demás gastos, es complicado.

Actualmente y para ahorrar tiempo, y costes de desplazamiento y por mi seguridad personal, solicité hacer la diálisis en casa, donde se me instaló el equipo y extras necesarios, que son muchos, ahorrando a la seguridad social cama, médico, enfermera, y ambulancia o mi coche para desplazarme al hospital ida y vuelta (70 Km desde mi casa al hospital), tres días a la semana.

Y querido amigo, no, no estoy curado, llevo cinco años prácticamente esperando un trasplante, de los cuales cuatro en el Hospital Infanta Sofía, donde se hacen, de forma increíble de un plantel de ochenta enfermos en diálisis, mas los que derivan a una red de clínicas privadas que se llaman Hemodial que son otros setenta o más, 2-3 trasplantes al año, y decidí irme viendo que me sacarían en una caja de pino del Infanta Sofía, donde todo son buenas palabras de esperanza, y muy buen trato, (no tanto en las clínicas Hemodial, de las que si me permites hablamos en otra ocasión con mucho detalle), pero no hay trasplantes. ¿Por qué?

Y tras un año en el Hospital Gregorio Marañón, donde solicito el traslado para no morirme de pena y de asco, y donde la Jefe de Nefrología, me indicó verbalmente que mi caso estaba puesto como muy urgente, sigo esperando, sigo luchando por vivir, sigo trabajando lo que puedo desde mi casa y mi ordenador, con los clientes que tenía hace años, ofreciéndole el servicio para empresas que si aguantaron, y sigo rezando, porque haya justicia.

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Ahora desde casa tengo que hacer diálisis ya no tres días a la semana, sino CINCO, y con una duración de cuatro horas entre preparación, montaje de la máquina diálisis y coagulación…¿Qué empresa se supone me va a contratar?, y haciendo el que? Unas pocas horas al día desde mi domicilio, y con un ordenador que gracias a Dios se manejar.

La ley es clara, y dicta jurisprudencia afirmando que tiene derecho a pensión de invalidez.

Así es dictamina que las personas en mi estado, en diálisis, y en espera de trasplante renal, y con una frecuencia mucho más baja de diálisis que la mía, tenemos concedida LA INVALIDEZ PERMANENTE ABSOLUTA, yo tengo reconocida una discapacidad en grado del 66% de hace cuatro años, ahora estando peor, no se cuál sería.

Por ello, ojalá la difusión de esta entrevista sirva para reclamar lo que este gobierno pretende, que no es otra cosa que quitarnos a españoles lo que está regalando a los que no lo son, ni han cotizado una peseta para las arcas del estado en su vida. Cuando somos capaces de aguantar la injusticia en la casa de enfrente, preparaos…por que os puede tocar a cualquiera

Gracias a El Correo de España y gracias a sus lectores, y que Dios nos ayude a todos.

Os dejo con mi canal de You Tube y la página donde escribo:

https://www.youtube.com/channel/UCqtgOWqE4-j-lLGyIGfGe6Q

https://enraizados.org/

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.