En Medio Folio: La mayoría absoluta. Por Julio Merino

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Los tentáculos periodísticos del fullero del PP, Don Teo, el compra-votos, están ya desatados pidiendo el «voto útil» para que Isabel Díaz Ayuso gane el 4-M por «Mayoría absoluta»… y eso pone nerviosa a la gente engañada de la Derecha madrileña (y también a la española, claro), porque en cuanto oyen hablar de «mayoría absoluta» recuerda las desastrosas «mayorías absolutas» de Aznar, en el 2.000, y de Rajoy, en el 2.011. ¿O es que los señores Casado-Eteocles y Don Teo, el compra-votos, no quieren ni oír hablar de lo que hicieron Aznar Rajoy con sus mayorías absolutas?
Pues, mi tía Carmen, eurodiputada que fue por el PP, si las tiene muy presentes. Recuerda muy bien la de Rajoy (la de Aznar del 2.000 dice que le queda muy lejos), cuando el 2.011, obtuvo 186 escaños (la mayoría eran 176) para el Congreso y 136 para el Senado (la mayoría eran 104) con la

promesa, entre otras, de derogar la comunista «Ley de Memoria Histórica», resolver de una vez por todas lo de la Independencia Judicial, hacer una nueva Ley Electoral (para acabar con el «cachondeo» de los independentistas catalanes y vascos), cerrarles el grifo millonario a los innumerables «chiringuitos» socialistas-comunistas-podemitas clientelares y resolver de una «puta vez» lo de RTVE…
              ¿Y qué hizo el gallego Rajoy con la «mayoría absoluta» que le permitía hacerlo todo? ¿Quieren que se lo diga como me lo dice mi tía Carmen, exiliada por el PP al Parlamento europeo?… ¡¡ Tocarse las pelotas y dedicarse a repartir los sueldos del Bárcenas!!.
              Así que no me hablen del «voto útil» para que la Señora Ayuso obtenga la «mayoría absoluta», porque eso sería catastrófico para Madrid y para ella misma (y no digamos para España). Porque en cuanto los buitres y gafes que mandan en el PP hoy se viesen con esa mayoría victoriosa (que naturalmente tratarían de hacer suya y no de Doña Isabel) la aprovecharían como una patente de corso para mangonear» y utilizarla como moneda de cambio con el otro Eteocles (el de la Moncloa) el reparto de la tarta.
                  Por tanto, y en esta situación, el «voto útil» es el que se le de a Doña Rocío Monasterio, porque ella puede ser el «secante» de los «cobardicas» de Génova 13.
                  Eso sí, y es lo que tendrían que estar ya haciendo en el PP si quieren ser un Partido serio, cargarse a la pareja impresentable (Casado-Eteocles y Don Teo, el compra-votos) y llevar a la Presidencia y a la Secretaria General a la pareja de Madrid (Doña Isabel, la de los cataplines bien puestos, y al veterano MAR).

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.