21/11/2024 12:47
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La noticia que quiero glosar es sobre la exhumación de algunos restos (unos poquitos) de quienes murieron combatiendo con hombría en nuestra Guerra de Liberación del Comunismo (más de cien millones de asesinatos y aun sigue en el «tajo») que en paz descansan en la cripta de la Cruz de los Caídos, en Cuelgamuros, El Escorial.

La noticia la he escuchado en voz de un locutor de una emisora de alcance nacional que es la SERvidora que  lanza por las ondas «maquillaje» a troche y moche sobre el Gobierno, intentando, sin lograrlo, emboscarle sus embustes, engaños y traiciones.

Una cabronada es ponerle la zancadilla a un anciano, o a una mujer muy avanzada en su embarazo para, viéndoles en el suelo, partirse el pecho a carcajadas. Una cabronada es perder la Champions League con un gol en el minuto 93, o en el fallo del último penalti de la tanda. Una cabronada en condolerse de un niño minusválido de las piernas, que lloroso se queja de no poder subir a su casa, en el 5º piso sin ascensor, cogerle en brazos y, casi desfallecido dejarle en el descansillo y ver como el jodido nene, rompiéndose el pecho a carcajadas, se pone descosidamente a bailar. Son infinitas las formas y maneras en las que se nos puede presentar la Cabronada: admitir al comunismo en un gobierno democrático; admitir al separatismo como un argumento válido en la política de un pais. Quitar la voz a los más altos tribunales, el Supremo y el Constitucional, capar leyes para impedir el ingreso en prisión de los amiguetes chorizontes… Etc, etc, etc,.

Lo expresado por el locutor: «sacar las víctimas del franquismo», es una cabronada enriquecida con unas cuantas gotitas de hijoputismo que termina siendo una mentira perfectamente desmontable. La única víctima que está enterrada en aquella Basílica es José Antonio Primo de Rivera, asesinado en Alicante por el contubernio -como lo es hoy- sociocomunista. Los demás restos que descansan en aquella cripta pertenecen a quienes murieron con honor en ambas trincheras o en el combate cuerpo a cuerpo.

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Sobrevivientes de aquella guerra y sus descendientes íbamos de visita a la Cruz, y orábamos  con respeto sin ningún tipo de discriminación. Todos son el pago por aquel «necesario remedio» que a todos los españoles nos benefició (España no podía aguantar después de haber sufrido dos nefastos reinados, un despropósito tan tremendo como estaba resultando ser la segunda República, enriquecida con los asesinos vientos soviéticos, que el comunismo importaba de la URSS.)

Seguro que el Zar de Rusia y sus hijas asesinadas ante él, no fueron los primeros asesinados por el comunismo pero sí creo que son, de principio, los más notorios.

El comunismo, con sus «idénticas señas personales» además que en nuestra España, aún perdura en Venezuela, China, Laos, Bolivia, Cambodia, Vietnam Corea del Norte y Cuba. Algo que nos indica que el «récord» en el que hasta hace poco «contribuía» los amiguetes de Bildu, quizás también ellos, es tan «ágil» que continuará batiéndose a diario.

 

 

Autor

Eloy R. Mirayo
Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en  las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.
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