21/11/2024 11:49

Son cerca de las 9 de la noche del día de las elecciones en Venezuela. Carlos Tapia -como me ha pedido que lo llame por cuestiones de seguridad- se encuentra actualmente en su país de origen, después de haber pasado una temporada junto a su familia en Chile desde el año 2016, a causa de la crisis política y económica que enfrenta Venezuela. Nos conectamos vía remota para conversar sobre la situación de su país, sus impresiones, vivencias y los aprendizajes que pudiesen ser transmisibles a otros países de la Hispanidad. Esta entrevista pretende dar voz a un ciudadano que no está vinculado a la política, sino que simplemente ha padecido las consecuencias de ella. Así es como sigue:

IF: Carlos, gracias por tu tiempo y tu buena disposición para conversar sobre tu país y el difícil momento que están viviendo. Me gustaría que partieras comentando un poco sobre ti para que quienes nos lean tengan algo más de contexto.

CT: Bueno, yo soy ingeniero en sistemas, tengo 38 años. Soy casado, tengo un hijo pequeño más otro en camino. Salí junto a mi familia desde Maiquetía, Venezuela el 1 de octubre de 2016 con destino directo a Chile.

IF: ¿Por qué elegiste Chile como destino para iniciar una nueva vida? 

CT: Lo que pasa es que Chile desde afuera se veía como un país con mucha estabilidad económica y una aparente estabilidad política. El tema es que desde afuera no se ven muy bien las cosas como pudimos detectar estando allá, al principio nos parecía un país bastante estable, pero con la experiencia uno tiene ciertos indicadores, y hay muchos países que los tienen.

IF: Claro, efectivamente, si algo nos ha enseñado la historia es que las crisis no surgen de un momento a otro, habitualmente se conforman de a poco sin que mucha gente se de cuenta. Desde tu experiencia ¿Cómo se gestó la situación actual de Venezuela?

CT: Si nosotros pudiésemos hacer un retroceso a la Venezuela de la década de los 90, éramos un país sólido, pero efectivamente nuestra desgracia sucedió como en etapas: Venezuela, siendo un país exportador de petróleo tuvo los recursos para crear una especie de Estado de Bienestar, eso sí a la latinoamericana. Ese modelo permitió pagar un montón de servicios que beneficiaban a las personas, pero también abrió la posibilidad a los políticos de generar una gran dependencia, lo que conocemos como clientelismo, con un Estado enorme que heredó el mismo chavismo. En los 70, cuando estalla la guerra en Medio Oriente, empiezan a entrar grandes cantidades de dólares a Venezuela; quien estaba gobernando en ese momento era Carlos Andrés Pérez, él inauguró la “Venezuela Saudita” nacionalizando el petróleo. Desde entonces surgen una serie de acontecimientos políticos, pero la abundancia económica hacía que no tuvieran mayor impacto en general. Por ejemplo, en los años ochenta un venezolano llegaba a Miami y cambiaba un dólar en 4.30 bolívares, eso era mucho dinero y para nosotros era espectacular, pero también ya se comenzaba a escuchar acerca de empresas que se dedicaban al lavado de dinero, había un poco más de corrupción, aunque todo seguía prácticamente igual. A pesar de eso, en la década de los 90 los niveles de pobreza bastante altos para muchas personas, empezamos a tener problemas de desempleo, inflación, aumentando la deuda externa sin que se solucionaran los problemas de la gente y la corrupción comenzó a aflorar.

Así el año 89 surge el llamado “Caracazo”, que mucha gente ha comparado con el 18 de octubre chileno, pero no tiene comparación, Piñera sacó a los militares a la calle, pero no hubo muertes por razones políticas, en el caso venezolano el ejército mató a la gente impunemente para controlar esa situación. Hay gente que cree que la crisis venezolana fue gestada desde Cuba. Nosotros tuvimos algo a lo que le llamaban “la peste”, una fosa común donde tiraban cadáveres de personas asesinadas, sin que nadie hablara de derechos humanos en ese momento. Claramente no tiene comparación con el manejo de Piñera el 2019.

IF: Entiendo, y entonces ¿Cuál fue el rol de Hugo Chávez en todo este proceso y en qué momento llega la propuesta de cambio constitucional para ustedes?

CT: Hugo Chávez era parte de las Fuerzas Armadas e intenta dar dos golpes de Estado. El primer intento fue el 4 de febrero del año 92. El segundo intento fue el 27 de noviembre del mismo año y las dos fracasan. Aun así Chávez gana popularidad… recuerdo que el General Pinochet tuvo una conversación con un almirante venezolano donde le dijo “tú tienes un gran problema allá, porque Carlos Andrés Pérez pudo haber sofocado ese Caracazo, esa revolución, y esos intentos de golpistas, y quien está involucrado en eso es Fidel Castro”. Se lo dijo, hay videos de eso circulando todavía.

Bueno, y cuando Chávez ganó las elecciones lo hizo hablando en su campaña sobre “la moribunda Constitución”, que era una constitución del año 1961 que ofrecía la socialdemocracia. Es sabido que los cubanos mientras tanto nos advertían para evitar que nos equivoquemos, pero los que estaban a favor decían: “Cuba es una dictadura, es una dictadura” como para desacreditarlos, pensando que no seríamos igual… ellos decían que no había esperanza, y usaban el lema “la esperanza está en la calle”,  tal como ahorita que los chavistas están usando el mismo lema. Estos tipos tienen que revivir a Chávez, porque ellos por sí mismos no tienen mérito para nada.

Hasta el mismo Chávez también afirmaba que Cuba era una dictadura, ese era su discurso de campaña, por eso no se puede creer en los políticos, ¿ve? Bueno, y el cambio constitucional llega el año 2000, se convocó una constituyente, casualmente el chavismo ganó a todos sus constituyentes, algo similar a lo que pasó en Chile, pero allá casi no había oposición, no había nadie que contara lo que estaba pasando, no existía la tecnología tampoco, ¿Ve? Entonces esa constitución fue un traje a la medida con sus trescientos cincuenta artículos. El garantismo a su gusto, en ella el Estado está por todos lados, se meten en todos los aspectos de la vida ciudadana.

IF: ¿Y qué ocurrió después de que aprobaron el cambio constitucional?

CT: De algún modo ellos fueron socavando las estructuras del país, metieron a su propia gente, fueron estableciendo derechos y más derechos, deformando el poder de todas las instituciones, ¿sabes? Hubo como un reset de todos los poderes, y bueno, purgarlo. Esas purgas han venido de manera periódica en las fuerzas armadas venezolanas. Esa fue una de las cosas que evitó que surgiera un Pinochet en Venezuela, cambiar completamente la actitud de las fuerzas armadas, incluso cambiaron hasta los proveedores del Estado, pasamos de tener proveedores norteamericanos, israelíes, franceses, italianos, y llegaron rusos y chinos, turcos y palestinos. En el rubro petrolero empezaron a sacar gente que estaba preparada durante años, se crearon dinastías, era como un Estado dentro del Estado, en cargos críticos instalaron a personas que no tenían formación profesional idónea, y por lo tanto, se comenzaron a tomar decisiones desde el sentido común, o lo que mandaba el partido, y así nos empezó a ir.

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IF: ¿Y qué ocurrió mientras todo eso sucedía con la ciudadanía, hubo alguna reacción por parte de la sociedad? 

CT: Si la hubo, pero tienes que también ver algo: si hay una cosa en donde esta gente siempre es brillante es en hacer propaganda. Hubo manifestaciones en esos años, en el 2002, 2003, 2004, 2005, etc. Eso no salía hacia afuera porque ellos tenían el Canal del Estado, que pasó a ser un órgano de propaganda del partido. El control de los medios es una realidad, es lo que siempre intentan por ejemplo lo que hace Camila Vallejo ahorita, hablando de las fake news. Todo eso ya lo hicieron allá. ¿Cuál crees que fue el argumento de Hugo Chávez en aquel momento? La “información veraz”. ¿Cuál es el argumento de Camila Vallejo? Las “fake news”. Es lo mismo.

Así fue. Luego comenzaron con este tema de las producciones nacionales independientes, que realmente era de gente que montaba una emisora, o usaba el espacio radial para hacer propaganda, haciendo contenido que fuera de algún modo relacionado con la ideología del partido de gobierno. Es lo que pasa hoy día también con respecto a los artistas y el financiamiento, con películas que no son rentables en la taquilla, pero que se mantienen año tras año a través de fondos estatales que supuestamente son para el arte y la cultura, pero en realidad son para finalidades de propaganda.

Esas cosas pasaban con la información. Hay un libro que te voy a nombrar, de un autor que se llama Carlos Rangel: “Del buen salvaje al buen revolucionario”, ese libro desapareció en Venezuela.  Yo afortunadamente lo encontré en una edición de la Fundación para el Progreso en Chile y me lo traje a Venezuela. Si lo lees vas a entender todo lo que se dice hoy en China o en Venezuela: que el imperialismo, que la culpa de la CIA, de los Estados Unidos… el discurso no ha cambiado en nada.

IF: Claro, es como un bombardeo de ideas que van cambiando la mentalidad de la gente. En ese sentido, ¿ qué crees tú que se podría hacer para que las personas comprendan estos temas desde otra perspectiva?

CT: Las generaciones de antes no tenían con qué comparar, no tenían idea, ahora es distinto, conviene de repente leer a Roger Scruton, al mismo Carlos Rangel, a Axel Kaiser, de repente ver los videos de Vanessa Kaiser o leer tus post de Linkedin. Si no hay nada con qué comparar no podemos ver la realidad en un modo más objetivo. 

IF: Claro, cuando no has vivido estas experiencias es lógico que se perciban un tanto lejanas, a diferencia de los venezolanos, donde muchos han cambiado su mentalidad a causa de lo ocurrido. De hecho la política de inmigración en Chile ha sido contraproducente para sus promotores, porque los que escapan del régimen tienden a no apoyar las mismas ideas. ¿Por qué crees que tenemos que llegar a esos extremos para tener que cambiar de opinión al respecto?

CT: Venezuela ha estado y estuvo mucho tiempo polarizado, y es lo mismo que pasa en Chile, en España y en muchos lugares, sólo que en Venezuela nunca hubo derecha, ni contrapeso real que pudiera desarrollar ideas. Lo otro es que existe un problema generalizado, la gente no quiere pensar, no quiere leer, no quiere estudiar, no quiere profundizar en ciertas cosas. Se puede ser muy trabajador, muy alegre, todo chévere, pero llegó el viernes y muchos prefieren la fiesta antes que meterse en estas cosas y entender lo que está sucediendo. No necesitamos que ocurra lo que empezó a pasar en Venezuela; yo antes de irme a vivir a Chile tuve una experiencia, ¿sabes lo de las latas de leche maternizadas?, esas latas de leche que utilizan para los niños… pues las estaban rellenando con cal, y hubo varios casos de niños muertos, de bebés muertos por ingesta de cal. Esas son las cosas que ocurren y no debemos esperar a que pasen para darnos cuenta. Después de eso me mudé de país.

IF: Es terrible lo que me cuentas, y claro, cuando nos volvemos indiferentes o superficiales terminamos abriendo paso a los gobiernos totalitarios, esa es la tesis de Hannah Arendt. Mirando la realidad y así cómo van las cosas en Venezuela, ¿ qué podrías decir tú como para alertar a las sociedades para prevenir desastres como éste? 

CT: Mira, esto también se lo he dicho a una serie de personas acá en Venezuela y también de otros lados, los que se dicen de socialdemocracia son la puerta al infierno. Ellos con su discurso de “nosotros los protegemos” crean Estados enormes donde gastan demasiado y no dejan que el ciudadano produzca… la social democracia genera dependencia. Tú puedes decir, bueno, está bien, pero no tienen un régimen comunista como el de Ceausescu, simple y llanamente quieren convivir con el sistema. Es más sencillo cuando entendemos la política. El ser humano no acepta un cambio político de un momento a otro tan fuerte, eso lo describió Maquiavelo. Ellos son la puerta al infierno porque con sus ademanes muy delicados, siendo muy educados, muy demócratas, son iguales en distintos grados. Otro ejemplo lo vimos con Macron, los Juegos Olímpicos, este tema de la inmigración descontrolada, crean problemas para luego ofrecer las soluciones, así funciona la socialdemocracia. No hay que olvidar que Venezuela, hasta el año 99, fue gobernado por socialdemócratas. 

IF: Entiendo. Y con respecto a lo que está sucediendo con el proceso de elecciones venezolanas ¿Cuál es tu visión?

CT: Mira, lo que pasa es que el venezolano, así como es muy voluntarioso, también es muy dado hacerse falsas esperanzas, tiende a ser poco realista. Yo soy más bien escéptico. Tú no puedes esperar que la gente que cuenta los votos, los que tienen el poder, vayan a entregarlo tan fácilmente. La estrategia puede ser repetir lo del 2015 con la Asamblea Nacional, pero resulta que la Asamblea Nacional es un poder también en manos de ellos, es como un tigre sin dientes. La AN no tiene atribuciones sobre las fuerzas armadas o sobre el cuerpo judicial para meter preso a nadie en caso de fraude. Por eso es un tigre sin dientes y yo por lo menos soy escéptico, aunque desde luego quisiera que algo bueno pase.

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IF: Y desde esa experiencia tuya sobre el problema venezolano ¿Cómo ves el escenario en países como España que, desde luego tienen mucho más lejanas estas situaciones, pero que de alguna manera algo se les está colando por la ventana? 

CT: Me estaba acordando de que en España ya han existido manifestaciones con respecto a una especie de intervencionismo por parte del Gobierno y manipulación respecto de otros organismos del Estado; es importante recordar que ese intervencionismo parte de forma muy sutil en lugares donde supuestamente existe la democracia. Deben estar atentos porque ese intervencionismo avanza de manera progresiva. El problema es que esto es como la rana en la olla. La gente no empieza a notarlo hasta cuando le falta la comida o les empieza a fallar la luz. La gente en España está más despreocupada, piensan “esto no tiene nada que ver conmigo” pero es algo que decía un viejo poema, “vinieron por éstos y yo no me metí, vinieron por aquellos y tampoco me metí, y cuando vinieron por mi yo estaba solo”.  

IF: Claro, en esa misma línea Hannah Arendt explica que la libertad está intrínsecamente ligada a la participación en la esfera pública, por eso cuando nosotros pensamos que vivimos en países libres, pero no somos capaces de ejercer nuestra libertad a través de la participación en la discusión política, a través de la acción, teniendo una opinión que manifestar a pesar de la disidencia, lo que estamos haciendo es ceder nuestra propia libertad sin ser conscientes de ello.

CT: Claro. A raíz de eso me acuerdo de un libro que se llama “La Revolución de la Nada” de Enrique Díaz Araujo, que va tomando a autores y revolucionarios , gente como Marcuse y el Che Guevara, y afirma que toda la destrucción que crean los revolucionarios terminan en eso, en más y más destrucción, obtienen el poder pero ¿Cuál es su legado? La nada. Absolutamente nada.

IF: Que interesante, eso me hizo recordar esa cita de Tolkien que dice que “el mal no puede crear nada nuevo, solo puede corromper o destruir lo que las fuerzas del bien han inventado o construido”.

CT: Así es, siempre se va a construir parados sobre hombros de gigantes, siempre. Para poder tener innovación tienes que tener tradición. Y esa es la apuesta de otro segmento de gente hoy día, principalmente adultos jóvenes, porque el ser humano es un ser que necesita narrativas y las narrativas utópicas ya han demostrado que no tienen nada que entregar. La apuesta consolidada hoy día es de los sectores liberales, libertarios y conservadores que tienden a tener más claridad y una perspectiva distinta, que se oponen a la mente colectivista que ha permeado las distintas capas de la sociedad. 

IF: Así es Carlos. Esta ha sido una jornada muy interesante y te agradezco mucho la disposición. Me gustaría que para ir cerrando este encuentro me dijeras si hay algo adicional que quieras comentar, como un mensaje dirigido a quienes van a leer esta entrevista.

CT: Si, me gustaría que la gente de otros países nos vean a los venezolanos como un espejo. Que recuerden que nosotros decíamos sobre los cubanos que eso no iba a pasar en Venezuela, y pasó. Que no nos vean con rabia, sino como mirando al horizonte, que visualicen que este problema lo tenemos metido en todos lados, sabiendo que la gente con estas ideas va a ir avanzando. Ellos nunca, nunca se detienen, y cuando la gente no se da cuenta a tiempo, los únicos que pueden detenerlos son los que usan la violencia contra ellos. Esa la peor parte y lo que debemos intentar evitar.

Para nuestro pesar, los hechos acontecidos en Venezuela estos últimos días han sucedido de la forma en la que nuestro entrevistado pudo anticipar. Esperemos que estas historias nos sirvan para comprender que la libertad, tal como dijo Benedicto XVI, es un valor que se renueva en cada generación, y que a cada uno de nosotros nos corresponde resguardarla.

Inés Farfán U.

Autor

Inés Farfan U.
Inés Farfan U.
Psicóloga-Gerente de Desarrollo de Personas en
Easy Coaching-Vicepresidenta y Coordinadora Nacional Ladies of Liberty Alliance-Profesor docente en varias universidades.

"En lo personal puedo decir que me he encontrado con varias verdades: como Psicóloga sé que nuestro desafío es que la razón prevalezca y cuando sea conveniente, domine a nuestras emociones; como Magister sé cuáles son las condiciones para que los seres humanos podamos tener una vida más significativa; como Dip. en Dirección y Gestión de Empresas sé que el emprendimiento juega un rol fundamental en el bienestar y que la iniciativa empresarial es irremplazable si queremos salir adelante como sociedad; como Master Coach sé que el liderazgo es la clave para influir en otros con las ideas correctas; como mujer sé que somos complementarias a los hombres y no necesitamos estar en guerra cuando necesitamos ser aliados; como madre sé que la familia es la célula principal de una sociedad; como católica sé que cuando Dios está en el centro de nuestra vida y dejamos “cautivarnos por Su alegría”, nuestra existencia se llena de color; como chilena hispanista sé que el legado de nuestra maravillosa cultura merece ser preservada y difundida, y que debemos sentirnos orgullosos por nuestra tradición que no parte en 1810 sino desde antes de la gran Cruzada del Océano".
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