80 años recordando la ausencia de Miguel Hernández

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A pesar del crecimiento del uso del ocio y entretenimiento a través de plataformas online como Netflix, Amazon Prime, Youtube, icasasdeapuestas.com o Podimo para el formato podcast, existen clásicos de nuestra cultura que no se quedan en el olvido.

Humoristas ligados a nuestra historia como Paco Martínez Soria, Gila, Chiquito de la Calzada o Quique San Francisco, cantes como Lola Flores, Rocío Jurado, Nino Bravo o Camarón y escritores como García Lorca, Cela o Miguel Hernández que a pesar de contar en décadas los años de su ausencia gracias a que vivimos en plena era digital, contamos con la suerte de poder seguir disfrutando de la obra y el legado de estos y muchos otros personajes relevantes de nuestra cultura.

Sin ir mas lejos, el próximo 28 de marzo, se llevarán a cabo diferentes actos en todo el territorio español, para recordar el 80 aniversario de la muerte de uno de los poetas ilustres de las letras españolas, Miguel Hernández.

¿Quién era Miguel Hernández para recordar su muerte 80 años después?

Nacido en Orihuela en 1910, hijo de familia humilde y pastor de cabras desde pequeño, dicen los libros de historia que el Miguel de 15 una vez supo leer, devoraba libros de Garcilaso de la Vega, Góngora o Calderón de la Barca convirtiéndose así mismo a través de sus primeros poemas en autodidacta.

A sus 20 años recibió en 1931 el Premio de la Sociedad Artística del Orfeón Ilicitano por el poema de 138 versos “Canto a Valencia”.

Ese mismo año viajó a Madrid reconocimiento en su carrera literaria. De regreso a Orihuela nació Perito de lunas su primer libro publicado en 1933.

Fue en el 33 y tras ser nombrado colaborador de Misiones pedagógicas, cuando regresó a Madrid donde completó los libretos de sus obras teatrales Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras fechada en 1933, El torero más valiente de 1934 y Los hijos de la piedra de 1935.

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Se dice que, enamorado de la pintora Maruja Mallo, escribió la gran mayoría de los sonetos de El rayo que no cesa.

Conoció a Vicente Aleixandre y Neruda en la capital. Con este último crearía la revista Caballo Verde para la Poesía donde empezaría a mostrar en sus versos la influencia del escritor chilenos y el inicio de sus ideales marxistas.

Con la perdida de Ramón Sijé, que fue quien le presentó a la madre de sus hijos y musa, el poeta dio vida a Elegía.

Tras el estallido de la guerra, formó parte del bando republicano, siendo parte activa en el partido y uno de los soldados presentes en el frente de batalla de Teruel y Jaén. Durante la guerra terminó de dar forma a las obras Viento del pueblo, El hombre acecha, Cancionero y romancero de ausencias y Nanas de la cebolla.

Buscando pasar la frontera hacia Portugal, Miguel fue detenido y encarcelado. Pasó por 10 cárceles españolas, hasta que, en 1942 con 31 años, perdió la vida a causa de una tuberculosis.

La poesía de Miguel Hernández, para muchos, fue poesía de guerra. Poesía de libertad, poesía social y poesía de entrañas. Lo que hizo que durante casi 100 haya sobrevivido a modas, muros, guerras y tiempo.